Cuando Las Luces Se Apaguen (Varian x Lectora)

Capítulo 3

"¿De qué me perdí?"
Varian

Pasó mucho tiempo desde que la vi por última vez, cuando corrió hacia la carreta para despedirse con un beso y luego esfumarse en el camino de tierra a medida que me alejaba, a partir de ese momento creí que me abandonaría por culpa de mi maldad; pero fue todo lo contrario, se quedó aquí tratando de rescatar a mi padre. Estoy orgulloso de ella, bueno, más que orgulloso, estoy feliz de que esté a mi lado.

(T/N) iba recuperando energía, siempre estaba pendiente de ella: dormía las horas que le correspondía, su peso aumentaba y el color de su piel volvía a brillar, hasta que llegó el día en que mejoró por completo.

—¡Buenos días, (T/N)!— entraba a la habitación, ya limpia de planos y artefactos, me dirigí a la cama, donde sólo estaban almohadas y cobijas —¡Oh no! ¡¿(T/N), dónde estás?! ¡No puede ser! No puedo haber desapare...—

Me detuve al sentir manos en mis hombros, seguido con un ¡BOO!, provocándome un grito.

—¡Buenos días, niño chillón!— ahí está la (T/N) traviesa que conozco.

—Por lo que veo, alguien está mejor— crucé los brazos, dirigiéndome a ella y me percate que tría algo en la espalda —¿Qué es eso?

—Es algo que quiero mostrarte— me dijo entusiasmada, esa sonrisa me enamoraba más y más —. Así que vayamos al bosque, tu padre ya sabe que saldremos.

[...]

Al inicio, el ambiente se torno incomodo, pues eran muchas las situaciones por las que habíamos pasado como el beso, mi pasado, la carta, su verdadera identidad, ahora que estábamos solos podíamos hablar de todo aquello, aunque era complicado por dónde empezar. (T/N) seguía sonriendo, note sus sudor bajando por su frente, al igual que yo estaba nerviosa, tal vez pensaba en otras cosas pero ambos sabemos todo lo que sucedió.

—Muy pronto ayudarán a reconstruir Viejo Corona— inicie observando los árboles, eran más coloridos como recordaba —. Rapunzel ha regresado con todo, hubieras visto como brillaba su pelo, se hace más fuerte cada día.

—¿Cómo que regresó?— se detuvo y me miró, confundida —¿Acaso fue a un viaje o algo por el estilo?

No fue el tema de conversación que planeaba, aun así fue útil para ponerla al corriente de lo poco que sabía: la existencia de la Piedra Luna y un papiro que contenía poderosos hechizos, el cual yo estaba encargado de descifrar.

—¿Crees que puedas ayudarme?— le pregunte, apenado  —. No creo poder hacerlo solo...

—¡Vaya! Parece que me he perdido de mucho— se detuvo, me miró a los ojos y luego la apartó —. Respecto a tu pregunta... Sabes que estoy dispuesta a ayudarte en lo que sea— guiño, causando un sonrojo de mi parte.

Entonces (T/N) descolgó de su espalda un arco tallado de madera, y de un bolso que cargaba de la misma parte, sacó una flecha y la colocó en la cuerda. Era maravillosa, lo digo por el arco, también por ella, claro que (T/N) es hermosa, no digo que el arco no lo sea... ¡Agh! Lo importante es que me sorprendí demasiado.

—No sé mucho de herrería, por eso la punta de la flecha se ve rara pero si es filosa— explicaba mientras ataba una soga al otro extremo y apuntaba a un árbol de duraznos —. Por la escasez de cosechas tuve que buscar otros métodos para conseguir comida—estiró la cuerda y la flecha voló, atravesando dos frutos.

—Eres tan grandiosa— comente boquiabierto, jaló la soga que cayó a nuestros pies —. Parece que yo también me he perdido de mucho, es fascinante como tuviste que adaptarte y ¡wow! Cada vez eres más bonita...

—Y tú muy apuesto— tomó los dos duraznos, me extendió uno que acepte con gusto. En segundos nos dimos cuenta de lo que dijimos —. ¡Me refiero a que eres buen alquimista!

—¡Y tú eres una maravilla de inventora!— grite sonrojado, evadir nuestros sentimientos era divertido a la vez que era raro —. Ahora tendrás que seguirme a mí.

La sujete de la mano, alguien tenía que dar un pequeño paso, todavía faltaban muchas cosas que aclarar, primero era necesario disculparme por todas mis acciones egoístas y conocía el lugar perfecto para decirlas.