Capítulo 4

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"Perdón"

Las estaciones del año modificaron los colores del bosque, las hojas que antes eran marrones cambiaron a un reluciente verde, que junto a las frutos maduros demostraban el inicio de un nuevo ciclo. Por eso Varian tardaba en encontrar el árbol donde vieron la lluvia de estrellas, fue un milagro cuando lo halló.

La mente de (T/N) se llenó del recuerdo de aquella noche, el brillo de las estrellas mezclada con los ojos celestes del alquimista fue un espectáculo inigualable. No tenían ánimos para escalarlo, simplemente se sentaron recargándose en el tronco, la inventora retiró el arco de su espalda y la colocó a lado.

Ambos temblaban de nervios, (T/N) jugaba con sus dedos mientras que Varian rascaba su cuello, tenía que decirlo ya:

—Lo lamento mucho— espetó, se miraron al mismo tiempo —. Reconozco que te utilice, que fui muy egoísta, el rencor me invadió tanto que fui cegado y consumido por la sed de venganza, sin darme cuenta de que...— soltó un suspiro —...te estaba perdiendo. Perdóname.

—Varian, claro que te perdono— sonrió (T/N) tomando las manos del contrario —. Me alegro que hayas reconocido tus errores, que el Varian que conocí está de vuelta.

A pesar de que (T/N) lo perdonó, sabía que aún había todo un reino que temía por sus actos o enfurecida por la forma en que los manipuló a través de los reyes, cuando realmente quería borrar la memoria de los habitantes para que olvidaran lo que había hecho, lo cual tampoco era agradable.

—¿Sucede algo malo, Varian?— preguntó la inventora, apretando más sus manos.

—La gente de Corona me detesta, ¿Cómo no han de hacerlo? después de todo lo que hice— bajó su mirada —. Tengo suerte de que sean pocos los que aún confían em mí, como tú, (T/N).

—Te apuesto que algún día cambiarán su forma de pensar—la joven permanecía con su optimismo, cuando ella sonreía Varian sabía que todo estaría bien —. Sólo que debes hacer algo que demuestre que eres bueno.

El alquimista se sentía seguro, con ella su camino brillaba hacia el éxito, esa sensación de estar con ella para toda la vida le transmitía felicidad, recordar la vez que lo besó era como descubrir un nuevo elemento, pronto se acercaba el día de los corazones, tenía mucho que planear para que su declaración fuera especial. 

Sonrió por estar enamorado de una chica extraordinaria.

—Gracias, (T/N)— dijo complacido —. Es hora de regresar a casa, mañana será un día lleno de trabajo.

La inventora asintió, se sentía como en los viejos tiempos, dos jóvenes disfrutando la vida llena de aventuras, peligros, nuevos descubrimientos y sentimientos que expresar, no conocían el futuro que se aproximaba, pero los dos estando juntos eran capaces de superarlo, las luces de sus almas los guiarían hasta encontrarse de nuevo.





Cuando Las Luces Se Apaguen (Varian x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora