Cuando Las Luces Se Apaguen (Varian x Lectora)

Capítulo 34

×Nuestro Destino×

El pasado quedó atrás, el sol brillaba a todo su esplendor para el nuevo día de los coronenses, aunque la mayoría estaba limpiando el desastre del eclipse, Varian y (T/N) barrían la explanada del castillo, mientras que otros recogían grandes piedras o reconstruían las paredes. La inventora suspiró por el cansancio, miro al cielo y agradeció de que todo haya terminado, al bajar la cabeza contempló a Cassandra irse en busca de la aventura que esperaba, sonrió por verla feliz y comprendió porque Varian se enamoró de ella, era perseverante y hermosa, pero el pensamiento se vio interrumpido cuando razonó que, a pesar de haberse redimido, no obtuvo algún castigo o una sentencia como su pareja, ya ni porque los daños fueron peores.

—¡Oigan, eso no es justo! ¿Por qué tengo que limpiar algo que yo no hice?— gritó la chica, alarmando a los demás presentes —¡¿Sólo por ser amiga de la princesa se irá así na...

—¡Ay (T/N)!— interrumpió Varian colocándole la mano en su boca —. Ella sólo está bromeando ¿Verdad, cariño?

Varian formó un gesto en su rostro, como si lo hubieran regañado, diciéndole que no pasaba nada, era innecesario provocar a la gente, que le siguiera la corriente, que lo hiciera por él. Fue irresistible negarse a esa cara, por lo que asintió diciendo que era una broma y cuando los demás le dejaron de prestar atención, ella se alejó a una carreta:

—Pfff... Lo que sea— espetó (T/N) jalando de una manta que cubría objetos del carro —. No quería esto, pero si es más fácil y rápido para todos, lo haré.

De Antigua Corona, tomó las garras que había construido anteriormente y puso en marcha la carreta que involuntariamente se movía para agarrar los escombros y ponerlos en su interior, una vez que se llenaba y paraba su camino, la inventora accionaba una palanca que tiraba las piedras muy lejos. La gente vio dicha máquina y se asombró por el tiempo y fuerza que se ahorraba la chica, se acercaban a ella preguntándole si estaba en venta, si ella lo había creado, si podía fabricar más, que si tenía otro artefacto y les presentó la garra que se asemejaba a su mano, pero los dedos metálicos eran más largos, por lo que agarraban más basura que un par de manos juntas. 

Si (T/N) hubiera mantenido la boca cerrada, nada de eso hubiera pasado, pues con el paso del tiempo sus inventos se convirtieron en trabajo duro y pasión, iba ganando muchas monedas y si ahorraba lo suficiente, tal vez pondría su taller en Corona. 

Los sueños se estaban cumpliendo.

Rapunzel se convirtió en la reina que estaba destinada a ser, sería leal y fiel a su reino, lo regiría con responsabilidad para mantenerlo a salvo. 
Eugene era conocido como el mejor Capitán de la Guardia que el reino había tenido, cuidaría a sus pobladores del mal y los resguardaría sin importar la situación que se presentara, aunque también el crédito es para el fiel corcel Max.
Lance adoptó a las pequeñas Enfado y Catalina, lograron complementarse en una bella familia bajo el apellido de Schnitz.

Varian tomó el puesto de científico e ingeniero real, que, con la ayuda de su padre, perfeccionaron las máquinas que transportan agua caliente a todo Corona, incluso fue el primero de los Siete Reinos en tener acceso a ella, una buena ducha caliente era de lo mejor. 

El alquimista poco a poco veía a su amada independizarse, estaba ganando su vida a partir de su pasión, estaba orgullosa de ella, mientras que él trabajaba en sus proyectos si la reina lo requería. 

Al final todos encontraron el lugar al que estaban destinados. 

[N/A]:
|Solo quedan 5 capítulos para que la historia termine|