Capítulo 24

721 62 22
                                    

×Sobrevivir×

Cassandra consiguió el talismán que controlaba a la hermandad que le juró lealtad a la Luna, esto significaba que en cualquier momento atacaría a Corona con una fuerte tropa. Rapunzel, desconsolada de su decisión, ordenó a los jóvenes inventores a elaborar una alarma que mantendría al reino en guardia en caso de un ataque.
Primero realizarían el plano y una vez aprobado les brindarían el material solicitado para luego ser colocado en el lugar indicado.

Al amanecer, Varian dormía tranquilamente, disfrutando de la suavidad de la cama hasta que el canto de un gallo arruinó su sueño, cubrió su cabeza con la almohada y el cacareo era más fuerte y al no volver a su rutina de belleza optó por gritar:

—¡Cállate, estoy tratando de dormir, gallo!— esto incendió su mente —¡Por supuesto, gallo!— se vistió y corrió a la habitación de la chica para poder despertarla—¡(T/N)! ¡(T/N)! Se me acaba de ocurrir una gran idea.

—Sólo unos minutitos más, cariño—bostezó y ante las sacudidas de su pareja tuvo que levantarse —. Ya desperté, andando.

Ya en el laboratorio, Varian explicó que con la reacción del Flynnolium advertiría al reino en segundos, cuyo aparato se llamaría "El Gallo", por ahora realizarían el plano que sería rechazado o aprobado. (T/N) pasaba los lápices y reglas sin mucha emoción mientras que Varian dibujaba rápidamente, cuando consultaba a su pareja ella respondía con un seco sí. El alquimista observó su actitud cansada, tal vez se precipitó demasiado.

—Lamento haberte despertado tan temprano— Varian acarició la mejilla de la contraria —. Puedes ir a descansar.

—No, cariño— (T/N) talló sus ojos y dibujó en una parte del papel —. Podemos poner unos detonadores aquí.

—¡Buena observación!— exclamó él, pero vio a su pareja bostezar —. Espera unos minutos, ahora vuelvo.

Entonces (T/N) aprovecho para modificar la posición de tuberías o los controles que causaría el llamado de peligro, a veces su cabeza golpeaba contra la mesa por el sueño aunque el mismo golpea la despertaba.

Después de un largo rato regresó Varian con dos charolas, era el desayuno.
El menú de (T/N) eran panqueques adornados con fresas acompañados de un café caliente; el de Varian su clásico sándwich de jamón con un chocolate tibio.

—Lamento la tardanza— dijo Varian —. Tuve algunos fallos en la cocina.

—Oh, cariño— (T/N) tomó de su taza —. Es sumamente delicioso sólo porque lo hiciste tú, gracias.

Las mejillas del alquimista se intensificaron, sintiéndose halagado por sus acciones que hacía de corazón, luego miro el plano:

—Mi reina, no olvides que el Flynnolium es muy peligroso— sugirió el alquimista —. Con una sola gota bastará para dar un buen funcionamiento.

Así continuaron toda la tarde, trazando y midiendo ciertas partes, analizando la reacción final del compuesto y calculando las medidas correctas para evitar un desastre. Al final (T/N) se llenó de energía y terminó haciendo casi todo el trabajo, Varian no se interpuso a menos que le preguntara, con tan sólo verla entusiasmada le bastaba para saber que protegería a todos.

Cuando Las Luces Se Apaguen (Varian x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora