Capítulo 15

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×Miedos×

Varian despertó de madrugada, abrazada a su amada, sonrió al verla durmiendo y sabía el motivo por la que no tuvo ninguna pesadilla. No recordaba la manera en que llegó ahí y con mucho cuidado se levantó de la cama para continuar descifrando el papiro.

Rudiger dormía en una esquina del laboratorio, Varian lo acarició y prosiguió con su investigación: observaba el papiro escrito en saporiano antiguo, luego leía un libro tratando de hallar una respuesta, vagaba en su mente para traducir y con poca información lo anotaba sobre un papel.

—¿Qué significa Demanitus?— vio nuevamente el papiro —¿Qué significa?— se disponía a leer cuando un grito de auxilio lo nombró, era su padre.

Corrió al vestíbulo, encontrándose con la horrible escena de su padre siendo encerrado nuevamente en el ámbar y a lo lejos (T/N) se alejaba sin mirar atrás, aunado a la culpa que se lo merecía por traidor, los habitantes de Corona tenían que verlo sufrir para cobrar justicia.

—¡NO!¡¿QUÉ?!— gritó asustado, despertando de la terrible pesadilla y de inmediato fue a verificar que su padre estuviera bien. Al salir él lo saludó, estaba completamente bien.

—¿Qué sucede, Varian?— se acercó (T/N) que estaba ayudando con la cosecha, colocó el cesto de manzanas a un lado y abrazó a su pareja —Sabes que cuentas conmigo en lo que sea.

—¡Oh (T/N)!— exclamó Varian respondiendo el abrazo —. He tenido pesadillas tan horripilantes que parecen ser reales.

El alquimista contó los eventos sucedidos en sus sueños, el miedo lo invadía por completo, así que la respuesta de la inventora fue:

—Son sólo sueños, querido. Mira a tu padre a salvo, él está bien y yo me quedaré siempre contigo porque te amo, los habitantes de Corona siguen enfadados pero te aseguró que algún día te perdonarán.

Varian suspiró tranquilo, sonrió al sentir el viento y ver que sus seres queridos estaban con él. La felicidad no duró por siempre debido a que Rudiger gruñó y los guio al objeto que lo perturbaba.

Brotaron rocas rojas, eran brillantes, (T/N) no deseaba acercarse a esas cosas desde que casi una le atravesaba el pecho, se mantuvo a cierta distancia de ellas y observó como Rudiger se dirigía a su espalda.

—¡Vaya! Esto es nuevo— analizó el alquimista —. Querida, hay que ir ahora a Corona, no hay tiempo que perder.

[...]

En el transcurso del camino, Rudiger temblaba y aunque (T/N) lo acariciaba para relajarlo éste seguía atemorizado, hasta que a llegar a Corona salió disparado como si estuviera escapando de algo. La pareja de jóvenes corrieron tras él hasta perderlo de vista.

—¡Rudiger!— gritó la inventora observando las casas —¡Rudiger!

—¡¿Rudiger, dónde estás?!—continuó el alquimista y el chillido entre los techos llamó su atención —¡Oye amigo! ¿A dónde vas? ¡(T/N) sígueme!

Varian apresuró el paso, tratando de no perderlo y no tropezar con alguien, cosa que casi sucedía:

—Oh, lo siento. Hola— saludó nervioso Varian ante Feldespato y compañía.

—¿No tienes algún reino que derrocar?— respondió agresivo, el alquimista se limitó a reír.

—¿No han visto un mapache por aquí?— no obtuvo respuesta, sólo el chillido de un bebé.

—Amor, mejor busquemos en otro lado— llegó (T/N) sosteniéndolo de la mano, por poco cometía crímenes de odio pero vio a su amigo correr —¡Rudiger espera!

Al alcanzarlo, él estaba petrificado, su expresión parecía como si hubiera visto a la misma Zhan Tiri en persona, (T/N) lo cargó, el pobrecito era otra roca roja más. Luego la gente comenzó a gritar cuando brotaban más y más.

Caminaron para descubrir acerca de las rocas y se encontraron con Rapunzel y Eugene, llegando a la conclusión de que sus efectos eran demasiado peligrosos, dándole vida a los peores miedos de las personas y si les duraba mucho el miedo permanecían paralizadas para siempre. Aunque Rapunzel intentó que el miedo en Rudiger pareciera felicidad, fue horroroso.

Varian y (T/N) analizaron a más profundidad las rocas, podían detenerlas con solución alquímica, tenían que deshacerlas a raíz y para ello necesitaban una caverna con bastante profundidad. Tenían que darse prisa, la situación iba de mal en peor, por suerte Rapunzel sabía el lugar perfecto para detenerlo.

En la entrada de Corona, la pareja platicaba del plan:

—En serio, (T/N), quédate aquí— exclamó el alquimista ante la insistencia de la contraria por acompañarlos —. Si algo te llegara a pasar jamás me lo perdonaría.

—Está bien— suspiró (T/N) —. Sólo te ruego que tengas mucho cuidado— y se despidió de él con un beso.

Así (T/N) se unió con Eugene y Lance, pero viendo que Lance huyó muy lejos por su visión, Eugene y (T/N) planearían el show de talentos. Sin embargo, a nuestra querida protagonista empezaba a perseguirla su peor miedo desde que Varian se fue, centraba su mirada ante los participantes y gracias a ello supo que Catalina fue el hombre lobo que le perturbó una noche, ¡pero era genial tenerla como amiga! 

Las rocas llegaron al castillo y (T/N) tocó una accidentalmente al retroceder. Ahí estaban, gritando sus defectos, obligándola a ser algo que no era, todo era su culpa:

—¡Nos desobedeciste, dejaste tu puesto de reina a ser una rata de alcantarilla!— su padre se dirigía ella —¡Eres una verguenza para la familia Hildebrandt!

—¡Te dimos todo, joyas, diamantes, vestidos y así nos agradeces!— el llanto fingido de su madre la asustó más —¡Por tu culpa mi hija está muerta!

—¡No quería esa vida!—lloró (T/N), cubriéndose el rostro —¡Jamás tuve una vida!

Sus pies empezaban a tornarse rojos, los gritos inundaban sus oídos y cedía lentamente a la culpa, era mejor aceptar su destino... A no ser que el canto de Lance le impidiera paralizarse por completo:

—¡Enfrenta todos tus miedos, aplástalos ya!— (T/N) volvió a la realidad al ser cargada por Lance —¡Tenlo por seguro, tú das mucho más!

Vio su alrededor, la gente aplaudiendo y sonriendo, el cielo adornado de estrellas y lo mejor es que tenía amigos, una verdadera familia y un novio que la amaba por lo que era. Así que apuntó con su flecha a la visión de sus padres, no fue su culpa, estaba mejor así, era hora de borrar el pasado, concentrarse en el presente y mirar al futuro, y disparó:

—¡Esta es mi vida y soy feliz de tenerla!

Después las rocas descendieron, Varian y Rapunzel lograron debilitar las rocas rojas, también tuvieron que enfrentar sus miedos y al final fueron superados; pero esto apenas comienza.

Cuando Las Luces Se Apaguen (Varian x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora