Capítulo 39

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[N/A]: Reproduce la canción de la multimedia a partir de ahora. ¡Gracias!

"¡Nos Mantenemos Bailando!"

¡Hoy es un día muy especial! 

El ingeniero y sucesor de Antigua Corona contraería matrimonio con la reconocida inventora del reino, dos almas se unirían y jurarían lealtad hasta que la muerte los separe.

La alegría del sol entraba por los vitrales de la iglesia, donde la gente de la aldea y amistades tomaban asiento para ser espectadores del lazo, quién pensaría que aquel muchachito se convertiría en un hombre respetuoso y responsable y al estar en el altar esperando a la novia era más difícil de creer.

La orquesta tocaba bellas melodías que retumbaban en las paredes y el olor de los lirios embriagaba el ambiente. Max marchaba cargando la almohadilla que llevaba las sortijas, mientras que Pascal y Rudiger lanzaban flores, se hubiera repetido la misma escena de la boda de los reyes, pero gracias al mapache eso no sucedió.

Cuando las puertas se abrieron para dar paso a (T/N), la melodía cambió su ritmo y los presentes quedaron plasmados por su belleza. Varian suspiró de asombro y sonrió agradecido por haberla encontrado debajo un árbol de manzanas. 

A donde lleva tu corazón, no es el final

Como un fuego, crecerás y crecerás

Y nos mantiene en movimiento, nos mantiene bailando.

En seguida Attila entrelazó su codo con el de la menor y caminaron por el pasillo, el velo y la cola del vestido acariciaban el suelo. Los amigos del enmascarado aclamaban por la escena "padre e hija", pese a sus rasgos físicos demostraban ser sensibles en situaciones como esta. Attila la acompañó fielmente al altar, entregando a la joven al sonriente novio, Varian ansiaba la indicación de besarla, estaba tan bella que hacía todo lo posible para controlar sus impulsos. Por otro lado, (T/N) procuraba estar despierta ante las oraciones, pero cuando vio al alquimista sus pensamientos se llenaron de su imagen, la banda de Antigua Corona sobre su pecho lo hacía resaltar e incluso recordó que el día anterior le mencionó acerca de no dormirse en su propia boda, por lo que contuvo la risa y procedió a escuchar el juramento. 

El sacerdote pidió los anillos, Max se acercó y Rudiger las tomó en sus patitas para extendérselos a Varian, quien los recibió para luego sujetar suavemente las manos de su amada y colocar la argolla en su dedo índice, (T/N) lo imitó. Desde ahí se mantuvieron entrelazados, frente a frente, aceptaron las condiciones y escuchando la declaración de marido y mujer se acercaron, y al final de la última oración de besar a la novia, se abrazaron fuertemente y unieron sus labios, sus ojos cristalinos de ambos demostraban la felicidad del momento. Varian la cargó como la reina que era, seguido de la invitación de acompañarlos en la merienda. Al salir de la iglesia, la pareja subió a una fina carreta y se pusieron en marcha para la comida, detrás las personas los seguían mientras regaban flores y gritaban ¡Vivan los novios!

Oh, el pasado, amor, tiene peso

Y aunque lo juro, amor, es demasiado tarde

Como un fuego, creceremos y creceremos

Y nos mantiene en movimiento, nos mantiene bailando.

En la explanada del castillo, las mesas adornadas de blanco esperaban a sus invitados, el pavo estaba siendo servido acompañado de una ensalada de zanahorias hervidas, rábanos, lechuga y nabos, y nada mejor que una copa de vino y para los niños jugo de frutas silvestres. Una vez que todas las mesas se llenaron, los esposos agradecieron por su compañía, por haberlos convertidos en quienes eran y alzaron la copa especialmente a Rapunzel y Eugene por su generosidad, la reina asintió sonriente con su hija en brazos. Brindaron por su bienestar y eternidad para luego dar comienzo al banquete y la música volvía a alegrar más sus corazones. 

Estuvieron festejando todo el día, Lance contaba algunos chistes o narraba historias acerca de la pareja, hasta sus hijas recordaron el momento en que Varian intercambio mentes con un mono o cuando (T/N) fue estafada con sus miradas para colocarle más gotas de Flynnolium a un antiguo invento, ambos reían de los viejos recuerdos, nada apenados de su pasado. Partieron el pastel que Attila había preparado con tanto cariño, por eso su sabor los dejo fascinados, (T/N) abrazó al gran hombre, agradeciéndole por ser como su padre, siempre estaba allí. Quirin también felicitó a su hijo, repitiéndole lo orgulloso que estaba de él al igual de que su madre le hubiera encantado verlo casándose. Oficialmente (T/N) era parte de la familia. 

Estaba anocheciendo, era el momento indicado para bailar, los recién casados se tomaron de la mano y toda la gente aplaudió dándoles paso al centro de la explanada, donde todos siguieron su ritmo para bailar. Varian la tomó de la cintura, (T/N) se recargó sobre su hombro y entrelazaron sus manos al aire libre.

Oh, te golpeaste, oh, te rompiste

Gira tus ruedas aquí, guía tus radios,

Porque este fuego crecerá y crecerá

¡Y nos mantiene en movimiento, nos mantiene bailando!

—¿Alguna vez llegaste a pensar que te casarías?— preguntó Varian sin perder los pasos, pero estaba perdido en su mirada.

—De hecho, sí— respondió (T/N) acurrucándose en su pecho, podía sentir el vestido jugar en la capa del contrario —. Aunque jamás creí que sería con el amor de mi vida. 

—¡Oh cariño!— la envolvió entre sus brazos —. Me haces sumamente feliz.

Después de un largo tiempo bailando abrazados, Varian la sujetó de la barbilla y con la luz de sus ojos, la besó transmitiéndole todo su amor, el feliz final de los cuentos si existía, lo estaban viviendo, habían encontrado el verdadero significado del felices por siempre. 

La noche invadió el día, era hora de descansar, los invitados se retiraron a sus hogares a excepción de la pareja, pues Rapunzel les ofreció posada en el castillo, optaron por irse a la habitación más alta para presenciar Corona. En la habitación, (T/N) retiró su velo y salieron al balcón admirando la belleza de las estrellas y la Luna. 

Oh, di el sol al suelo

Por mi siempre amada chica

Aquí está el corazón en mi manga

Un pedazo de ti es un pedazo de mi.

¡Oh, esta noche hay restos!— cantó Varian liberando lo mucho que la amaba—. Pero me siento bien— se dirigió a su esposa para cargarla y dar un giro, el viento jalaba sus ropas —¡Oh, al mundo y su botín!— bailaron un poco y se detuvieron para que él finalizara su testamento:

—¡No podría amarte más!

Nuevamente la colocó en sus brazos para cobijarla en la cama, acariciaría cada parte de su cuerpo y entregarían parte de su alma al otro, su tacto sería suave y gentil; pronto comenzarían una nueva etapa en sus vidas. Puede que Varian perdió su luz en el pasado, pero regresó cuando su corazón se libró de la maldad y ahora con (T/N) sus luces jamás se pagarían y en caso de que se extinguiera el fuego, extenderían sus brazos para volverse a encontrar.  

Cuando Las Luces Se Apaguen (Varian x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora