➵ Epílogo.

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-Ya han pasado cuatro meses.

-Sí, ya han pasado cuatro meses.

-El tiempo pasa rápido.

-Sí, el tiempo pasa rápido.

-¿Vas a repetir todo lo que digo?

-Sí, voy a repetir todo lo que digas.

Nathan cambia la posición en la que estaba acostado y se gira hacia mí. Puedo decir que fastidiarlo es mi nueva pasión y, por más que intente irritarlo, a él solo le causa gracia. Levanta una ceja a modo de reto y eso me deja en claro que está a punto de empezar el juego.

-Nathan es muy guapo -es lo primero que dice para que lo repita. Me río.

-Sí, Nathan es muy guapo.

Parece complacido, deposita en beso en mi frente y se dedica a pensar en cosas para hacerme decir y reír.

Después de hacerme repetir cosas tontas, como que las películas de terror son mejor que las de acción (cosa en la que no estoy de acuerdo y que hemos debatido bastante), que el chocolate es mejor que la vanilla (cosa en la que le doy la razón) y que es más listo y hábil que yo, parece quedarse en silencio pensando en algo que realmente importe.

-Entonces... -comienza.

-Entonces...

-Te amo.

Su tono de voz es serio y bajo. Ahora es mi turno de girar hacia él. No es primera vez que me lo dice, tampoco es primera vez que no le respondo.

Cada vez que él pronuncia esas palabras, yo solo lo miro, sonrío y lo beso. Pero, la verdad es que nunca se lo he dicho de vuelta. Debe ser que no me nace hacerlo aún. Para mí, decir "te amo" es algo realmente serio y él lo sabe. Cada vez que él dice amarme, respondo con un "te quiero" pero nunca con un "yo también".

Lo miro a los ojos y en ellos veo como esta vez suplica por una respuesta de mi parte.

-Ya no juego -respondo.

Él no parece decepcionarse, sabía que respondería algo así. Una de las cosas que tanto le agradezco es que ha sido paciente y siempre espera por mí, por más lenta que parezca ir.

Nathan se ríe y frota su cara con su mano. Suspira y hace el ademán de levantarse pero lo retengo del brazo.

-Ya no juego porque no puedo repetir lo que me has dicho...

-Lo sé...

-No puedo repetir exactamente lo que me has dicho porque yo te amo más -respondo-. Ese "más" me iba a hacer perder... Y tú sabes muy bien que yo nunca pierdo.

Nathan me sonríe con la sonrisa más grande que le visto formar, me toma del rostro, con incredulidad y sorpresa reflejada en el suyo.

-Lo dijiste.

-Sí, lo dije.

Se acerca a mí y, rodeandome con su brazo, me besa de manera dulce como siempre lo ha hecho, como siempre dejándome con la ganas de no parar.

En serio me gusta, quiero y amo a este chico. Parece ser que lo único me faltaba era conocerlo.

Cuando lo pienso bien, mi manual sí era infalible... Sólo que apenas lo conocí y por obras tramposas del destino, no fui capaz de mantener ni una sola de mis reglas, cosa que me alegra.

Al final resulta que sí me alegra haberle dado otra oportunidad al amor para que entrara de nuevo a mi vida. Me alegra volver a confiar en alguien, me alegra volver a reírme y disfrutar pasar el tiempo con alguien, me alegra haberme enamorado de nuevo, me alegra mucho... Me alegra porque me enamoré de él.

Sobre cómo no caer en el amor #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora