-¡Dos hamburguesas! -gritan desde el mostrador.
-¡A la orden! -respondo de vuelta.
En este lugar se puede resumir parte de mi vida. Trabajo en Mrs. Greasy Hamburguesas desde que usaba pañales... Está bien, exagero, pero trabajo aquí desde hace muchos años. Suficientes para saber que lo que comen no es exactamente carne, tampoco sé qué es... pero me imagino que es comestible.
Ya sé qué debes estar pensando. Tu mirada me lo dice todo.
¿Una chica de veintidós trabajando en un local de comida rápida? Alto ahí, listillo, pequeño juzgador de personas a las que no conoces.
Sí, sigo trabajando en un lugar de comida rápida, pero no es que esté condenada de por vida a sobrevivir con las propinas que me dan en un empleo de verano (eterno). No. No, señor.
A esta medio tierna edad que tengo, me veo forzada a trabajar en un lugar que aparenta vender carne por la sencilla razón de que no es fácil pagar la universidad. No cuando tienes deudas, hambre y careces de lo más importante en el mundo: dos padres que te ayuden a flotar. Pero no los aburriré con todo ese rollo de la niña huérfana, supongamos que lo he superado. Junto con mi hermana hemos sabido cómo sobrevivir.
Así que por el momento sigo ahorrando para cumplir uno de mis grandes sueños: estudiar derecho.
Como sea, justo ahora estoy apunto de terminar mi ronda de hoy y ser libre hasta el próximo Martes.
Cuento los segundos para salir de la cocina: 720 y en cuenta regresiva.
Lleno los recipientes con sus respectivas salsas, limpio los dos últimos mesones y "paso" trapeador sólo por donde pisa la novia (como solía hacer mi madre cuando estaba muy cansada para hacer limpieza).
El minutero llega al número 12 anunciando que ya son las 3 de la tarde.
Me quito mi horroso delantal y lo doblo en mi casillero. Coloco mis lentes de sol en mi ojos y salgo como toda una modelo del lugar.... Una modelo que estuvo friendo papas hace unos 15 minutos, pero ante todo la dignidad y el glamour... Si es que se le puede llamar glamour a la ropa de hace tres años y al ligero olor de fritura que desprende mi cabello.
Ignorando el hecho de que probablemente luzca como vagabunda, me dejo sorprender por la tarde. El Sol ilumina aún las calles pero se nota que no falta mucho para que se torne rosado, la brisa mueve mi cabello rojizo y pienso que todo es perfección en su más puro estado.
Aprovecho que tengo el resto de la tarde libre y que no tengo planes importantes, para pasear un momento por el parque central.
No tardo mucho en enumerar las cosas que quiero hacer antes de que anochezca, pues soy fanática de hacer listas:
Lo primero será comprar una manzana acaramelada.
Posteriormente, verificar que no haya moros en la costa y jugar con un columpio libre.
Tercero, tomaré fotos del rosal.
Y por último, reposaré sentada en la ban...Espera, ¿qué?
Hoy... ¿hoy es 14 de Febrero? No, no, no, no. No. Nunca olvido cuando es 14 de Febrero. Esto debe ser una equivocación.
Antes de entrar en un notable pánico, saco mi viejo celular de mi bolsillo y verifico la fecha.
Y... entro en pánico.
¿Cómo no me percaté de este detalle?
Siento naúseas al pensar en esta fecha. El parque es el lugar más común de las parejas clichés para pasar "un día agradable", cuando en realidad lo que quieren es esconderse detrás de los arbustos para hacer cosas no muy sanas.
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Sobre cómo no caer en el amor #PGP2024
ChickLitBecca, después de 5 desastres amorosos, se ha dado por vencida. Simplemente, ha dejado de creer en esa magia a la que todos llaman amor. Es por ello que, después de pensarlo tanto, descubrió cómo evitar la fuente de todas sus desgracias, ha desarro...