La brisa aquel día fue mas fuerte que refrescante, más no fue ni fría ni cálida, solo fue...
— "Una brisa"
Entre sus manos, bailaron los pequeños pétalos de las flores que esa misma trajo, los colores de estas eran del color que está relacionado con la pureza dentro de nuestro mundo, el color blanco, eso fue algo revelador para él y más porque aquel color le recordaba a una pequeña guardiana
— "Elaine..."
Murmuro con ternura impregnada en su voz, más las flores que bailaban en su mano dejaron de hacerlo y como si estas protestaran por haber sido llamadas así cayeron en la palma de este. Asombrado por lo que había ocurrido, solo se río, más de nuevo una idea loca llego a su mente así que acercando su rostro a la palma de su mano susurro con algo de comicidad, alegría y algo de escepticismo – a su vez con escepticismo – el siguiente nombre
— "¿Jericho?"
Y para sorpresa del inmortal, los pétalos de flor, volvieron a bailar sobre la palma de su mano, y después de permanecer en esta por unos segundos más, la misma brisa que las trajo, se las llevo.
Asombrado, consternado y un tanto asustado, el joven corrió de nuevo hacia la taberna. El semblante del joven bromista distaba mucho de su ya conocido ánimo, con la seriedad que pocas veces era visto – y las cuales se mostraba cuando un hada estaba envuelta – llegó, abriendo la puerta de un solo manotazo, dejando de esta forma asombrados a las únicas persona – Meliodas y Elizabeth – que se situaban en la planta baja. Pasados unos segundos la primera persona en acercarse al peliazul, fue el alegre y despreocupado dueño de la taberna.
— "Ban, oye mira nomás que cara traes de seguro algo te asusto" — intento bromear, más esto no pareció aligerar los ánimos del hombre parado en el umbral de la puerta.
— "Señor Ban" — fue el turno de Elizabeth, de intervenir en aquella situación or demás extraña — "¿Acaso sucedió algo?"
Ella fue más cautelosa y dejando la escoba de lado, se acercó hasta llegar a espaldas del rubio, que ahora mismo se encontraba analizando la situación. Aprovechando que este pequeño intervalo en que el rubio se encontraba buscando la causa del porque su amigo y compañero se comportaba de manera tan inusual, insto al otro a tomar asiento, para después ir a la barra y servir una copa de cerveza y llevársela.
La muchacha sabía que debía ser muy cuidadosa – en aquellos momentos – con sus palabras, para nadie era un secreto que aquel joven sentado delante suyo tenía en estos momentos el corazón partido y que su estado emocional era muy frágil; quiso abrir la boca para decir algo, pero en aquel momento como si fueran convocados por la preocupación que tenían, el resto de los que se hacen llamar "Los 7 Pecados" aparecieron, en el orden de casi siempre establecido, Diana siendo la primera y seguida de un enamorado Arlequin(King) , en el medio Gwunter con un Libro entre manos que parecía aparentemente muy concentrado, seguidos por Merlin, la Maga que venía con un semblante serio y por último Scanor, que al ser plenas horas de la mañana venía en su forma corpulenta, aunque esto no era obstáculo para mostrarse de manera tímida con la mujer que estaba de espaldas a él.
— "¡CHICOS!" — llamo Meliodas, olvidando por breves momentos su preocupación.
Todos al llamado sonrieron prestando atención a quizás un día lleno e bromas, más a la seña que su líder les hiciera, entendieron que algo no estaba bien, y esta fue incluso mayor al notar de quien se trataba y más cuando aquel individuo estaba sentado en esa mesa y se mantenía con un semblante serio. La primera en acercarse a él fue la Maga, que adivinando lo que mantenía así a su amigo, elevo los ojos y negó, rogando a todos los santos y dioses habidos y por haber, que en por segunda vez en su vida se equivocara, pero tal parece que los dioses y santos a los que les rezó o estaban dormidos o no querían escucharla, porque las primeras palabras que salieron de los labios de aquel rebelde, fue como una daga; fría e insensible.
— "¿Dónde está Jericho?"
Todo el mundo en el gran salón quedó en silencio
Y de nuevo la misma pregunta retumbo en el salón
— "Repito, ¿Dónde está Jericho?" — esta vez centro sus ojos en la Alquimista — o es que aquí nadie sabe dónde se encuentra esa pequeña dama?" — pregunto con aquel tono sarcástico tan característico suyo
— "¿A que viene esa pregunta Ban?" — intervino Meliodas, que había notado como todo el ambiente que los rodeaba se tornaba mucho más tenso que al principio.
— "No la eh visto en las últimas semanas y se me hizo raro" — respondió encogiéndose de hombros, como tratando de restarle importancia, más todos en el salón sabían que eso no era verdad.
Gwunter quien cerro su libro y se acomodó aquellos lentes redondos, listo para ofrecer una sincera opinión, fue silenciado por Diana que al ver como su compañero de equipo quería intervenir, en un movimiento rápido cubrió su boca para evitar que algún comentario fuera de lugar, saliera de su boquita eh hiciera de la situación mucho mas peligrosa de lo que ya era en esos momentos.
— "Bueno puede que tal vez se fue en alguna misión con los demás caballeros sacros" — Fue la respuesta, corta y simple del Rey de las Hadas.
Pero la negación del pecado de la Avaricia tomo por asombró a los demás
— "No ella no se iría así sin más, ella prometió quedarse conmigo y si se fuera no lo haría sin despedirse"
Ante la respuesta tan confiada, la joven pelinegra quiso darse un golpe en la frente por la aparente confianza de su compañero.
"Si solo supieras que eso fue exactamente lo que hizo"
Soltando un gran suspiro provocó que la atención de todos cayera sobre si, así que, cruzándose de brazos y en su tan acostumbrada pose, miró de nueva cuenta al "tonto" que había respondido de tal forma
— "Y dime tu... ¿cómo estas tan seguro que ella no lo haría?, ¿tienes algo que te haga pensar de esa forma?"
— "E-eh Mer-Merlín creo que esa no es.... uhm forma de tra-tratar.... con bueno... usted sabe..." — fue la tímida intervención de Scanor que, pese a su robusta apariencia, en ese momento más parecía un pequeño ratón.
— "No intervengas en esto Scanor..." - clara y precisa fue la orden. — "Y bien, dime Ban, ¿por crees que ella no se iría de esa forma?" — volviendo a girarse hacia el mencionado.
Este volviéndose a sentar en la mesa, agarro el mango del tarro de cerveza y le dio un trago, pero en todo momento sosteniendo la mirada de la fémina que parecía querer quemarlo ahí mismo. Limpió la espuma que quedo en la comisura de su labio superior derecho y con aquella sonrisa que no era bienvenida por la misma, erguido y a paso seguro se acerco a ella.
— "Por aquella pequeña caballero sacro me..."
Las palabras quedaron en el aire, porque nuevamente otra persona irrumpía la taberna y esta persona por el semblante que se manejaba, no eran buenas
— "Pequeño Gil pero que..."
No le dio tiempo para terminar porque antes de hacerlo siquiera, el joven caballero, soltó la noticia que destrozaría a más de uno y que terminaría de "matar" a otros con lo que diría
Jericho.... a muerto
Y el sonido de un plato rompiéndose en pedazos palideció con un grito que desgarró el lugar.
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Bueno chicos y chicas, muchas gracias por leer esta historia tan bonita en verdad espero que este 25 lo hayan pasado hermoso y que este año nuevo que se viene lo pasen aún mejor.
En verdad muchas gracias por sus lecturas y gracias por estar aqui apoyando esta pequeña historia.
Muchos besos, abrazos y felicitaciones, a todos le deseo un Feliz Año Nuevo 2021 lleno de mucha salud y amor para sus hogares y familia, nos vemos en unas semanas con esta historia que de a poco llega a su final.
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EN ESTA NO
Short StoryLas personas dan por sentado muchas cosas o situaciones, que están ahí porque sí y que no se moverán jamás. Esto también nos lleva a pensar que sucede con las personas y que ellas se quedaran ahí siempre, esperando. Pero hay que recordar algo... Nad...