seis.

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jungkook.

Las noches frías a Jungkook siempre le daban otro tipo de melancolía, le recordaban a su hogar y a la persona que hacía que las noches frías se desvanecieran.

Las noches frías le mantenían con insomnio, ninguna estufa le lograba otorgar el calor que necesitaba para consolidar el sueño. Desde que era un niño nunca pudo dormir bien en las noches frías, nunca pudo consolidar el sueño.

Por eso ahora se encontraba al borde de su cama encendiendo un cigarro mientras escuchaba los ronquidos de la persona que estaba durmiendo en su cama, le dio un vistazo encontrándose con su espalda desnuda y prefirió dejarle dormir sin el humo del cigarrillo. Se colocó unos pantalones de chandal y salió de su habitación, aún con el cigarro entre sus dedos vio el desorden en el que su hogar se encontraba.

Su vida era un constante desorden, por eso no se inmutó mucho, solamente camino hasta el sofá y se hizo espacio entre las botellas que reposaban en el lugar, recostó su espalda contra la suave tela mientras fumaba.

Se encontraba cansado pero no podía hacer nada si el sueño no quería permanecer a su lado.

Estaba tan cansado pero no podía dormir.

—Otra noche fría más sin poder consolidar el sueño.—Dijo para sí mismo, burlándose de sí mismo.

Otra noche fría extrañándote.

Después de unas caladas más sintió como algo vibraba en los cojines, metió sus manos entre ellos y se sorprendió al ver su celular, creía que lo había dejado en otra parte, al ver la pantalla y notar el nombre en la llamada decidió colgar. Era su hermana mayor, Nayeon, él había estado evitando sus llamadas porque sabía lo que vendría con ellas.

El reclamo de cómo manejaba su vida y él no quería oír eso, sabía la bajada en la que tenía su vida, pero si a él no le importaba, estaría bien.

Evitaba todo contacto con la realidad que llevaba, porque para Jungkook estaba bien.

Hundía sus penas en alcohol, pasaba sus insomnios con los cigarros y dejaba de llorar con un poco de las drogas. Era algo lleno de adicciones que le habían ayudado a dar los pasos que necesitaba dar día a día. Eran un escalón con astillas que le ayudaban a llegar al otro.

Había encontrado un frío refugio en ellas.

Pero no le importaba, porque su vida dejó de importarle hace mucho. Era solo una cara bonita que sonreía ante las cámaras mientras se sentía vacío por dentro.

Un vacío similar a un hoyo negro, que iba arrasando con todo hasta dejar nada.

Jungkook se levantó del sillón para irse a servir algo, su boca estaba seca y necesitaba algo de agua para hidratarse, agua o whisky cualquiera serviría.

Cuando llego a la isla de su cocina se sirvió un vaso de agua, las botellas de alcohol estaban vacías, mientras se refrescaba vio un pequeño papel que le llamó la atención en el piso.

Como un niño curioso fue hasta el pequeño pedazo de papel arrepintiéndose en el acto, el nombre de su ex relucía en grande.

Era un ticket de un concierto pasado que Jimin dio en el teatro, uno por caridad.

A veces creía que lo había superado, se movía de aquel capítulo con esa esperanza, pero en cuanto volvía a leer su nombre el dolor volvía. Y quería golpearse por eso, quería llamarse estupido por dejar que siga doliendo a pesar del tiempo.

Uno no se muere de amor, no lo hace, pero un corazón roto te hace mal, te hace sentir de esa forma. Un corazón roto y memorias de fantasmas del pasado te hacen miserable, le hacían miserable a él.

Tomó el papel y encendió una de las hornillas de la cocina, prendió el fuego y lo quemó ahí, envidiando aquellas llamas que volvían cenizas el nombre de Jimin, él quisiera ser capaz de hacer eso.

Pero no podía, el nombre de Jimin aún seguía tatuado en su memoria, rondando cada vez que se le de la gana, paseado de la mano con los fantasmas que atormentaban a Jungkook. Parecía que en una ronda acorralaban a Jungkook y se reían de él.

Del pobre niño que solamente raspó sus rodillas y fue reprendido, del pobre adolescente que fue jaloneado a una habitación para dejarlo sin comer, del pobre adulto que bebía hasta perder la conciencia. Se burlaban de todos ellos. Se burlaban de él.

Jungkook suspiro y dejó todos los pensamientos de lado, si seguía pensando en eso terminaría con los ojos hinchados por el llanto y no quería eso, no cuando tenía planes para el día siguiente.

Con el paquete de cigarros en su mano fue hacia el sillón y se recostó en este, seria otra noche acompañado del humo de la nicotina.

Otra noche sin dormir por el frío de la madrugada.


















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cómo jungkook tiene el twt borrao de su celular algunos capítulos dedicados a él serán narrados jejeje

nos vemos

" 1997 „ ┊ kookmin au ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora