setenta.

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Jungkook finalizó su presentación con un gran apoyo, las personas se levantaron de sus sillas y le aplaudieron tanto que aún escuchaba los aplausos. Le habían recibido de buena forma después de un largo tiempo sin haberle visto.

Aquello le hizo sentir bien, el calor de su público y de personas que no formaban parte de él, le hacían sentir lo importante que era. Salió del escenario con una sonrisa y con el corazón cálido; lo único que sentía después de su rehabilitación era su corazón cálido y resguardado.

Ya no sentía aquel inminente vacío que consumía dentro de sí, ya no se sentía a la deriva. Solamente se sentía esperanzado por volver a empezar en un nuevo libro. En nuevas hojas escribiendo más capítulos después de la gran tormenta. La tormenta que se llevó parte de su vida pero que ya no era presente azotando las ramas de los árboles. Jungkook ya no estaba en medio del ojo de la tormenta, él había salido de ella.

Ahora estaba bien.

Con un calor en su pecho y con la felicidad en sus mejillas.

Había renacido de las espinas que se pegaron a su pantalón, un fuerte girasol nació a partir de aquellas espinas de hiedra venenosa.

Y Jungkook no podría estar más feliz.

Antes cuando abandonaba el escenario sentía con más fuerza el vacío en su pecho, antes al salir del escenario se sentía más perdido. Porque había logrado lo que soñaba pero no estaba feliz, no podía serlo. Pero ahora las cosas eran diferentes; al salir del escenario sintió paz y tranquilidad. Se sintió pleno.

Ya no le faltaba ninguna pieza en su alma. Estaba completo, floreciendo de aquellas costras que ya se habían caído.

Entró a su camerino a cambiarse su vestuario y a comer un poco, tenía hambre de galletas y leche de plátano. Dentro de su camerino estaban sus amigos y su representante que le recibieron con muchos aplausos, Yuqi se lanzó hacia él para abrazarlo y felicitarle por su buena presentación.

Por el nuevo capítulo en su nuevo libro.

—Hasta llore.—Dijo Seokjin limpiando una lágrima de su mejilla.—Y yo no lloro.

—Siempre lloras, lloras porque tienes hambre, lloras porque no tienes hambre.—Confronto Jaehyun.

—Se entendió el punto, Jae.—Rodó los ojos.

—Es cierto, lloras por todo.—Rió Jungkook tomando de la mini nevera una leche de plátano.

—¿Ahora serás adicto a la leche de plátano?—Pregunto Nayeon en tono de burla.

—Siempre lo he sido.—Se encogió de hombros.—Sería bueno tener una sobredosis de esto, sería más dulce.—Rió.

Hablaron un rato más sobre la presentación de Jungkook hasta que la ceremonia continuó, mostrando en pantalla la categoría en la que Jimin fue nominado. Toda la atención de Jungkook estaba puesta en la pantalla, esperando que el nombre de Jimin fuese nombrado como ganador. Bastaron unos minutos hasta que el nombre del ganador fue dicho.

Sonrió a la pantalla al ver a quien enfocaba. A Jimin. Que estaba sonriendo; con los ojos hechos líneas y las mejillas abultadas, era felicitado por su mejor amigo y amiga, aplaudía mientras agradecía a quienes le felicitaban. Cuando subió al podio y dijo su discurso fue inevitable que sus mejillas doliesen por la sonrisa en su rostro.

Jimin a través de la pantalla se veía hermoso, radiante. Con su sonrisa de un millón de dólares y sus ojos pertenecientes a las estrellas.

Tanto tiempo separados le hizo sentir una enorme angustia, lo había extrañado mucho. Demasiado.

" 1997 „ ┊ kookmin au ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora