Jimin apagó el motor de su auto y se puso su abrigo de peluche para salir, hacia mucho frío, podía ver la niebla rodeando la luna y escondiéndola. Salió de su auto sacando consigo la maleta que había llevado, quiso arrastrarla por el piso pero el césped y las pequeñas piedras no se lo permitieron. La alzó entre sus brazos y cargada de ella empezó a caminar en dirección a la casa, sorprendiéndose por ver las luces prendidas ¿se habían metido a robar? ¡genial! ¡era lo único que le faltaba! Alzó una rama del piso y camino sigilosamente hasta estar frente a la puerta, suspiro para calmar sus nervios y metió las llaves en la herradura silenciosamente, bueno, no tanto, hizo que las llaves sonaran.
Un ladrido le hizo soltar las llaves en el piso y asegurar la rama entre sus manos, se agachó para recoger las llaves y una vez estando cerca del piso la puerta fue abierta. Una bola de pelos blanca se le salto y empezó a ladrarle mientras lamía su cara, reconoció al perrito en cuanto soltó la rama, era Gureum. Lo acaricio por un rato y luego levantó su mirada, encontrándose con la sonrisa cálida de Jungkook.
—Hola.
—Hola.
Ambos se sonrieron desde sus lugares, viéndose a los ojos con las estrellas del cielo plasmadas en sus pupilas. Tanto era lo que pasaba en aquellos ojos al observarse que podrían darle el nacimiento a un nuevo universo; uno donde solo esté lleno de los sentimientos que tenían por el otro.
—Gureum parece haberte extrañado mucho.—Señaló Jungkook. El perrito saltaba juguetonamente en Jimin mientras rascaba sus muslos, Jimin le dio paso y Gureum se sentó en sus piernas lamiéndole la cara mientras soltaba pequeños lloriqueos. Había extrañado mucho a su otro dueño.
—Yo también lo extrañé mucho.—Dijo Jimin abrazando al perrito. Al abrazarlo muchos recuerdos volvieron a su cabeza, cuando acompañó a Jungkook a adoptarlo de una perrera, la primera vez que lo bañaron en su departamento, las primeras veces de cuando le enseñaron ir al baño en un solo lugar. Todo volvía a su cabeza, la vivencia al lado del pequeño perrito acompañado de Jungkook.
Porque los dos eran los dueños de Gureum, lo habían criado desde que era un cachorro. Era como una reunión familiar.
—¿Qué haces aquí? ¿Planeabas robarnos?—Dijo Jungkook señalando la rama al lado de Jimin.
—Vine a pasar mis vacaciones aquí y no planeaba robar nada, creí que se habían metido a robar, por eso traje la rama.
—Esa rama se iba a romper al primer golpe.
—La intención es lo que cuenta.
—Tienes razón.—Rió.—Dame tu maleta, yo la meteré dentro.
—Toma.—Jimin la arrastró al piso hasta los pies de Jungkook.—Ayúdame a pararme.
—No te va a dejar en un buen rato.—Sonrió Jungkook mirando como Gureum se recostaba entre los brazos de Jimin.—Dame la mano.
Jimin le extendió una mano a Jungkook mientras que con la otra aún sostenía a Gureum, cuando logró establecerlo en el piso lo hizo muy cerca de Jungkook, tanto, que sus narices llegaron a rozarse. Ante la cercanía ambos se sonrojaron y sonrieron tímidos, mirando al piso. Sintieron aquel calor estando tan cerca, el calor hogareño.
Jungkook entró a la casa con la maleta de Jimin en sus manos y Jimin con Gureum entre sus brazos. Al estar dentro admiro de nuevo aquellos pasillos que tenían muchas memorias suyas, mucha vida entre aquellas paredes. Todo se sentía más cálido cuando vio la caja de vinilos en el piso con algunos de ellos desparramados, la chimenea encendida y la caldera hirviendo.
Se sentía en casa, estando con Jungkook y Gureum, con la caldera haciendo ruido y la chimenea iluminando la sala.
Su corazón saltó en su lugar, estando feliz y sintiéndose completo.
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" 1997 „ ┊ kookmin au ᵕ̈
Fanfic˒ 𓂃 Donde los fans de Jimin y Jungkook creen que ellos tuvieron una relación en el pasado. O donde Jimin y Jungkook tuvieron una relación oculta de los medios. Una relación rota por terceros. En sus canciones a veces se hablan, a veces recuerdan...