cuarenta y seis.

14.8K 1.7K 812
                                    

Soltó una fuerte bocanada de aire antes de apagar el motor, había sido un golpe de suerte el que haya podido conducir en su estado, aún las manos le temblaban y sentía como sus pulmones se negaban a darle oxígeno, incluso su cabeza empezaba a girar y sus ojos era pesados. Quito las llaves y se miró por última vez en el espejo.

Se veía tan mal.

Sus ojos estaban hinchados, su nariz estaba roja y sus mejillas tenían ligeros toques rojizos. Su apariencia gritaba que había llorado hasta hacerse doler la cabeza.

Cualquiera que lo viese vería la cruz que estaba en su espalda y como la culpa de un pasado trágico le acompañaba de la mano.

Salió de su auto y tomó las cosas que se había llevado con él para cubrir su apariencia, aunque, era un hospital, a nadie le importaría si una estrella se paseara por los pasillos, lo único que importada allí adentro era la supervivencia y el bienestar. Eso es todo lo que debería importar, después de todo.

El estar bien.

Camino hasta llegar al ascensor y marco el número del piso en el que Joohyun le había informado que se encontraba Jungkook. Todo parecía ser muy lento, parecía que todo a su alrededor se movía en cámara lenta y que de música de fondo se podía escuchar los latidos de su corazón. Aún el temblor no le había olvidado, sus manos aún temblaban y sudaban frío.

Las posibilidades eran infinitas, muchas veces las posibilidades trágicas eran las que más se asomaban por la puerta, mostrándole muchos destinos tan trágicos que quería llorar ahí mismo.

La duda mataba.

El ascensor se abrió y vio un pasillo largo, todo era blanco, salió del ascensor y empezó su recorrido, buscó la ala este, era un hospital muy grande, cualquiera podría perderse entre las tantas puertas que se formaban.

Pero encontró el pasillo en el que se encontraban los amigos de Jungkook y sus hermanas.

Se estancó al principio, quitándose el cubre bocas y la capucha, en su lugar podía sentir el dolor de todos los presentes, estaban sentados en unas bancas mientras tenían una postura encorvada, tomaban sus cabezas y masajeaban su sien. Desde su lugar veía como limpiaban unas cuantas lágrimas. Todo era silencio puro, tanto, que se sentía su presencia.

Nayeon sintió que alguien los miraba y levantó su cabeza con una lágrima rodando por su mejillas, se topó con los ojos de Jimin.

Nayeon se levantó de su lugar llamando la atención de todos, todos los ojos estaban encima de Jimin y en el andar duro de Nayeon, se podía escuchar las pisadas duras y fuertes contra el mármol, su ceño fruncido reemplazando las lágrimas.

Cuando estuvo frente a Jimin lo tomó de la muñeca para llevarlo hasta a la salida, no lo quería ahí, de todas las personas en el mundo él era el menos preferido ahí.

—N-nayeon...por favor.—Suplicó, haciendo contra al jalón de Nayeon, tratando de pedir algo de ayuda con su mirada, recibiendo la mirada indiferente de Seokjin y Jaehyun.

—No.—Dijo firme y seca.

—Nayeon, déjalo.—Hablo Yuqi a su lado. No se había dado cuenta cuando se había levantado de su lugar y había ido hacia ellos.—No hagamos algún tipo de escena, no ahora.—Su voz era ronca y entrecortada. Demostrando lo mal que la estaban pasando.

—No. No lo quiero aquí. No quiero que esté cerca de Jungkook.—Su voz se rompió y su agarre fue más suave.

—Por favor...yo yo necesito saber que fue lo qué pasó.—Se soltó de Nayeon, mirándole suplicante.

" 1997 „ ┊ kookmin au ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora