" 1997 „ ┊ kookmin au ᵕ̈

cuarenta.

Abrió los ojos y ajustó su vista por la luz del sol que entraba por su ventanal. Desde su posición vio todo el desorden de su habitación, botellas apiladas, platos de comida apilados y la basura llena, quería limpiar todo aquel desorden, pero no tenía las ganas ni la fuerza de hacerlo, no quería imaginarse siquiera como estaba lo demás después de la fiesta de anoche.

Quiso girarse para estar con la espalda recta en su cama pero un peso a su lado se lo impedía, giró su rostro para ver qué o quién era y quiso golpearse al ver de quien se trataba.

Era Baekhyun durmiendo en su espalda.

Jungkook quiso golpearse con lo que sea que tuviese cerca, quería hacerlo porque se sentía una basura. Su relación con Baekhyun la estaba llevando al acantilado. Él no se merecía eso.

No merecía que lo busque cuando su corazón empezaba a doler por un nombre marcado en él, no merecía ser el clavo que tratara de sacar al clavo que estaba doblado en su pecho.

No era justo.

Su relación antes de la noche anterior solo se basaba en besos robados y unos cuantos toqueteos por encima de la ropa, nunca había ido más allá de eso, pero después de anoche sabía que todo había cambiado.

Se estaba aprovechando del interés que obviamente tenía Baekhyun por él.

Volvió a soltar un suspiro y giró con cuidado de no lastimar o molestar a Baekhyun, pero lo despertó, vio sus ojos cafés abrirse mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro, también un sonrojo de instalaba en sus mejillas.

—Buen día.—Susurró sonriendo.

Baekhyun tenía abundantes pestañas, tenía pecas alrededor de su nariz y la piel algo bronceada, era muy hermoso.

Pero.

—Buen día.—Sonrió de vuelta.

El castaño se estiró en su lugar e hizo que sus manos se reposaran debajo de su cabeza para ayudarle como almohada, aún el sonrojo en sus mejillas era presente.

Jungkook quería decirle que lo de anoche había sido un error, pero no podía decirlo al ver los ojos iluminados y la sonrisa tímida que Baekhyun tenía. No podía destrozar aquella sonrisa.

No podía.

—¿Dormiste bien?

—Ajá.—Asintió sonriendo.—Roncas mucho.

Me lo han dicho. Pensó, algo afligido.

—Lo siento.

—No, tranquilo, fue gracioso.

—¿Quieres desayunar?

—Que amable.—Volvió a sonreír tímidamente.

—Pediré algo, no creo que la cocina esté en condiciones de trabajar.—Rió, levantándose de la cama dándose cuenta que aún estaba desnudo, ambos lo estaban. Nuevamente las ganas de golpearse eran latentes.

—Podemos ir a desayunar a algún lado, si quieres.

—Oh, no lo creo.—Envolvió sus caderas con una sábana para buscar en el piso sus prendas, cuando las encontró las tomó consigo para irse al baño a cambiarse, aunque habían pasado la noche juntos sabía que verse desnudos en la mañana después de aquello sería aún más íntimo.—Tengo...cosas que hacer aquí.

—Está bien.—Asintió.—Entonces será un desayuno en casa.

Jungkook asintió sonriendo y luego se encerró en el baño.

Fue hacía su lavabo y mojó su cara, se vio al espejo y su propio reflejo le daba asco.

Le daba asco saber que estaba haciendo daño a Baekhyun, le daba asco ser un verdugo.