" 1997 „ ┊ kookmin au ᵕ̈

sesenta y siete.

Se estiró en su silla mientras tomaba un poco del té que le habían servido, veía al horizonte como los rayos de sol iban desapareciendo entre las colinas, sentía el aire fresco chocando contra sus pómulos y su barbilla.

Se sentía tranquilo.

Se sentía bien.

Poco a poco tomaba las piezas que había dejado en su recorrido, las acomodaba en su lugar y trataba de dejarlas allí. Sentía que una nueva ruta se había hecho frente a él.

Hablar de las penurias que había vivido hacía que su espalda deje de doler, soltarlas y dejar que golpeen contra sus oídos. Estaba sanando, poco a poco, pero lo hacía.

Las notas en un cuaderno que le habían otorgado para expresar cómo se sentía iban llenándose, las primeras paginas siempre estaban llenas de párrafos; describiendo las sombras que le acompañaban, la tristeza y la amargura, pero poco a poco los párrafos dejaban de ser tan extensos, hasta que hoy por fin escribió en el cuaderno que se encontraba bien; con energía para hacer muchas cosas, con ganas de seguir.

También sobrellevaba sus adicciones, las primeras veces habían sido las más difíciles, la ansiedad de beber o drogarse era muy alta, llegaba a sudar frío por aquello, pero como todo; las cosas mejoraban, ya no había aquella necesidad de llenar su cuerpo con toxinas, iba mejorando.

Se encontraba a través del pasillo que alguna vez no tuvo luces con su niño interior, aquel niño que se había extraviado en el bosque y que había raspado sus codos con las ramas, de encontraba con él y lo abrazaba, porque todo estaba bien.

Porque al fin, después de tanto, estaba sano y a salvo.

Estaba bien, empezaba a ver la esperanza en su vida y las ganas de seguir.

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