Las 3 noches [Fred Weasley]

Capítulo 2

-Dejarnos a solas-le dijo Fred a su hermano y a su madre.

-Jooo, yo quería escuchar lo que decían-se queja George.

-Vamonos hijo que tienen que hablar de sus cosas-la señora Weasley se llevo a George de la cocina

Cuando cerraron la puerta Fred y yo no pudimos evitar reír. Nosotros siempre nos solíamos pelear aunque fueran por tonterías pero era gracioso como su madre llamaba a "nuestras cosas".

Fred dejó de reir y me preguntó-¿Que querías decirme?-

Lo miré y suspire-Quería darte las gracias por lo que hicistes por mi ayer. Y si vosotros no hubieras llegado a tiempo yo estaría siendo torturada por ese animal o ya muerta-hice una mueca y me quedé mirando a la nada.

-No me des las gracias, en la Orden del Fénix nos ayudamos los unos a los otros y en ese momento nos necesitabas-me dijo muy seguro Fred, en ese momento no puede evitar reirme y el me mira extraño.-¿De que te ríes?

-Fred...-él asiente con la cabeza-Para ser parte de la Orden del Fénix hace falta ser mayor de edad, y que yo sepa todavía te faltan unos cuantos meses.

Noto como se pone rojo como su pelo y le cuesta hablar con fluidez.

-Ya pero..yo este...-intenta decir una frase que ni siquiera él mismo entiende que acaba de decir.

Me vuelvo a reír y siento como me fulmina con la mirada.

-Igualmente muchas gracias Weasley-le doy un beso en la mejilla y me voy dejandolo con la palabra en la boca y la cara completamente roja.

Cuando salgo de la cocina entran la señora Weasley junto con el otro gemelo y se dirigen a ver a Fred. Cuando George logra ver a su hermano le da un ataque de risa, Fred le pega un codazo para que se callara.

Pasaron los días y yo me tuve que quedar todos esos días en el cuartel por precaución, entonces llegó lo inesperado.

Llegó la lechaza del Ministerio y nos entregó una carta a los gemelos y a mí. Al abrirla una voz empezó a hablar y los mensajes eran similares. Nos habían expulsado de Hogwarts por usar la magia fuera del castillo y nos habían citado a los tres a ir Ministerio el día siguiente.

Lo último que recuerdo es a los gemelos discutiendo con la señora Weasley ya que ella les dijo que no deberían haber ido a buscarme y a Sirius metiendose para aportar que hicieron mucha falta. Al final Molly acepto a regañadientes y no pasó nada interesante hasta la mañana siguiente, cuando teníamos que ir al ministerio.

Me estaba cambiando para ir lo más discreta posible pero algo un poco formal, cuando Molly entra en mi habitación.

-Becca cariño, ve a buscar a los gemelos y diles que se den prisa.-no espera a mi contestación ya que sale de la habitación.

Llego al cuarto de los gemelos y llamo a la puerta.

-Adelante-oigo la voz de George y decido entrar.

-¿Estaís aquí los dos?-le pregunto a George ya que no localizo a Fred, cuando este sale del baño. Sin camisa.
Asi que me tapo los ojos.

-¿Que pasa Black?¿Nunca has visto a un chico sin camisa?-me pregunta Fred acercandose a mi.

-No es que no haya visto a ninguno sino que tengo un mínimo de respeto y prefiero que te cambies.-digo todavía con los ojos cerrados.

Fred hace unos cuantos ruidos-Ya estoy, puedes miran-me quito las manos de los ojos y veo como me ha mentido y trato de poner mis manos otra vez en mis ojos pero él no me deja.

Me empiezo a revolver para que me suelte las manos pero en vez de eso me acerca a él.

-Sueltame Weasley-dijo lo más nerviosa que he estado en mi vida.

George solo se reia de la situación, cuando entra la señora Weasley sin llamar y nos ve.

-Ves George, te dijo que habían cosas-la señora Weasley sonrie y yo no puedo evitar sentirme muy nerviosa y avergonzada.-¿Quereis que os dejemos un ratito a solas?

-¡NO!-decimos los dos a la vez.

Pero la señora Weasley ya se ha llevado a George y nos ha dejado solos encerrados.

-¿Tu madre nunca se cansa?-me quejo.

-Creo que ya conoces la respuesta-me dice y se encoje de hombros.

Me siento en una de sus camas y empiezo a pensar. Fred se sienta al lado mio y mi mira.

-¿En que piensas?-se decide a preguntarme.

-En como hacer que tu madre no piense cosas que no son. Aunque parece que ya nos tiene calados-dijo y hago reír a Fred.

-Tengo una idea-le miro muy curiosa-¿eres buena actriz?

-No lo se, ¿en que estas pensando?

Fred me cuenta su plan y después de recapacitarlo unos segundos decido aceptar. Dando así, el comienzo del juego.