Las 3 noches [Fred Weasley]

Capítulo 46

Me desperté en el suelo de una habitación oscura, me dolía la cabeza y conseguí llegar hasta la puerta. Intenté abrirla pero estaba cerrada con llave.

—¡Ey!—grité golpeando la puerta—¡Dejarme salir!¡Por favor!

Me deslice de la puerta y rompí en llanto, el ruido de unas cadenas me hizo reaccionar, la puerta se abrió de golpe dejándome ver a la persona que menos deseaba ver en ese momento.

—¿Que pasó, querida?—rió Bellatrix divertida—¿No te gusta tu nueva suite?

No contesté, Bellatrix me agarró de la cara y me soltó una fría mirada.

—Es de mala educación no contestar cuando te hablan

Seguí sin contestar, Bellatrix cogió unas cadenas y me ató por el cuello.

—Que disfrutes de tu estancia aquí, mi niña—rió y se fue cerrando la puerta

Grité tan fuerte como pude.

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Llevaba días en aquella mazmorra siempre atada por el cuello ya tenía marcas en el por intentar soltarme, el mismo sonido de cadenas llamó mi atención, se abrió la puerta y pude ver a un joven rubio con traje.

—Draco..—balbuceé

Draco me abrazó y pude oír como gimoteaba.

—No sabes cuanto siento no poder sacarte de aquí—admitió—Pero te he traído una cosa

Se separó de mi y del bolsillo interior de su traje sacó un libro verde esmeralda.

—El tercer libro—susurré impresionada

—Se le robé a Amelie—se explicó Draco—Hay una copia falsa en su habitación, y también—sacó calcetín igual a los que tenía puestos—Tiene un compartimento que contiene las joyas junto con los otros dos libros

Se me llenaron los ojos de lágrimas y volví a abrazarle.

—Gracias Draco—agradecí sin soltarle

Se despegó de mí y limpió mis lágrimas.

—Es hora de irme—informó caminando hacia la puerta—En uno de los libros te he marcado una página, te servirá para—señaló su barriga y desapareció

Cuando se dejaron de escuchar ruidos en la mazmorra, me saqué el calcetín y de allí los tres libros, busqué el apunte que me había dejado Draco y le encontré en el libro zafiro. Leí el título del capítulo.

Sacrificio protector

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La puerta de la mazmorra se abrió dejando ver a Bellatrix seguida de otro mortífago que tenía una cámara en su mano.

—Enciende la cámara, Colagusano—ordenó la mujer

Un sonido se oyó del aparato y Bellatrix sonrió satisfecha, sabía lo que venía y me concentré.

—¡Crucio!—

Una lechuza negra llegó a la Madriguera y dejó caer una carta por su chimenea. La carta cayó en medio del salón.

—¿Que es eso?—preguntó Ginny acercándose a la carta

—Ni se te ocurra tocarla Ginny—advirtió el señor Weasley, hizo un breve hechizo y él mismo cogió la carta. La abrió y unos gritos salieron de ella—Por Merlín...

—¿Que pasa papá?—preguntó Ginny logrando ver la carta por encima del hombro de su padre, pegó un grito que rebotó por toda la casa—No puede ser...—gimiteó

—¿Que pasa, Ginny?—preguntó Fred bajando las escaleras junto con su gemelo

—Nada—respondió escondiendo la carta tras su espalda

George le arrebató la carta de las manos y al verla se quedó mudo.

—¿George, que pasa?—preguntó su gemelo

—Es Becca—se explicó como pudo

Fred le quitó la carta de las manos y al ver la imagen las lágrimas corrieron por sus mejillas.

—No puede ser verdad—balbuceó—No puede morirse, ninguno de los dos

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Mi barriga ya había crecido considerablemente, Colagusano entró en la mazmorra y me sacó tirando de la cadena de mi cuello, al salir de la mazmorra me llevó al salón.

—Harry, Hermione, Ron—les llamé—¿Que hacéis aquí?

—Colagusano—llamó Bellatrix al animago—Llevaté a los chicos, yo tengo una charla pendiente con mi sobrina y con la señorita Granger

Colagusano se llevó a Harry y a Ron a las mazmorras y nos dejó a solas con Bellatrix.

—Empezamos contigo, querida—dijo mirándome, sacó su varita y me apuntó, volví a concentrarme—¡Crucio!

Al despertar Hermione estaba tirada a mi lado con una marca en el brazo Sangre sucia, miré mi brazo y tenía la misma marca pero la mía decía Traidora a la sangre. Del camino que venía de las mazmorras salieron Harry, Ron, Luna, Dean Thomas, Dobby, el Sr. Ollivanders y Griphook. Las varitas de tía Narcissa y Draco salieron volando por los aires. Una mano me agarró del brazo herido y me levantó del suelo, me apuntaron con una daga en el cuello.

—¡Quietos todos!—gritó Bellatrix, todos nos prestaron atención—O me cargo a la traidora

Los sonidos de unos tornillos sonaron sobre nosotras, la lámpara de araña cayó y fuí empujada hasta Ron.

—¡Dobby a venido a salvar a Harry Potter y a sus amigos!—gritó el elfo

—¡Ahora!—gritó Harry

Todos nos juntamos y aparecimos en medio de una playa. Me encontraba sola, tirada en la arena mientras los granos de arena de mi alrededor se llenaban de sangre.

—¡Becca!—gritó una voz lejana viniendo hacia mí

Miré hacia arriba y pude ver a Bill, el pelirrojo presionó la herida que tenía en mi cuello gracias a la daga de Bellatrix.

—¡Fleur!—volvió a gritar—¡Llama a la Madriguera, que vengan!¡Becca se está desangrando!

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