Las 3 noches [Fred Weasley]

Capítulo 47

Una calida mano acariciaba mi mejilla, abrí los ojos para encontrarme en una habitación desconocida.

—Fred...—balbuceé al verle sentado a mi lado

—¿Como estás?—preguntó sin dejar de acariciar mi mejilla

—Bien—pude contestar—Y él también—aseguré señalando mi barriga

—Ellas—me corrigió—Angelina vino ha hacerte unas pruebas y, van a ser dos niñas

—O por Merlín—sonreí entre lágrimas

—Ya solo nos quedan unos días

—¿Como que unos días?

—Llevas dormida un tiempo, Beck

En la habitación entró Remus.

—Tenemos que hablar—informó mirándome

Con cuidado de no hacerme daño me incorporé—¿Que quieres saber?

—¿Como es posible que el bebé sobreviviera a las maldiciones?

—Tengo dos respuestas—comenté—Pero necesito que este aquí Harry

—Voy a llamarle—aceptó Remus, al poco tiempo apareció junto a Harry

—¿Para que querías verme, Becca?

—Una de las respuestas a las que porque sobrevivió nuestro hijo es tu madre, Harry—conté

—¿Comó?—preguntó Remus desconcertado, Harry no decía nada

—La otra respuesta es Draco—seguí contando—Un día vino a la mazmorra en la que me tenían y me trajo el último libro de las Tres Noches, también me dejó un apunte en uno de los libros donde salía un antiguo hechizo, el mismo que tu madre usó contigo, Harry

—¿Y como es posible que no estes muerta?—cuestionó Harry impresionado

—Nunca utilizaron la maldición asesina conmigo—me expliqué

—Becca—me llamó Remus—Definitivamente eres una salvadora

[●●●]

Apreté la mano de Fred con todas mis fuerzas.

—Parece doloroso—comentó mirando hacia donde estaba Angelina

Le lancé una mirada asesina.

—A veces eres lo peor—informé

—Fred, deja de hacer que la madre de tus hijas se enfade—ordenó Angelina—Becca, necesito que ahora empujes

Empujé con todas mis fuerzas y al poco se escuchó un llanto.

—Una ya está fuera—comentó Angelina, dió a una de las bebés a Molly—Solo queda la otra

Después de unos intentos más salió la otra.

—Enhorabuena chicos—nos felicitó Angelina—Las dos están sanas y son preciosas

—Gracias Angie—agradeció Fred

—Ha sido un placer—contestó sonriendo, salió de la habitación

Molly nos tendió una bebé a cada uno.

—Estoy muy orgullosa de ti—informó mirando a Fred, se dirigió a mi—Becca, gracias por todo, ahora tengo tres preciosas nietas y la nuera que siempre  deseé para mi hijo

—Gracias por hacerme parte de tu familia, Molly—agradecí yo ahora

La señora Weasley sonrió y salió de la habitacion. Miré a Fred y a la niña que tenía en sus brazos.

—¿Como las vamos a llamar?—pregunté

—Esta será Brigette—decidió mirando a la que tenía—Y ella se llamará Charlotte

—Muy bien—acepté—Brigette Ginevra y Charlotte Hermione, suena perfecto

—Te quiero—susurró en mi oído

Me giré hacia él y sonreí—Yo también te quiero

Fred me besó.

[●●●]

Hermione entró en la habitación, las bebes estaban dormidas en una cuna conjunta y Fred estaba dormido en otra habitación junto con Ophelia.

—Quería ver a las bebés—informó

—Ven—hice un gesto con mi mano y la guié hasta la cuna

—Son gemelas—comentó impresionada—¿Como se llaman?

—La que le roba la manta a su hermana es Brigette Ginevra y la que tiene un oso de peluche es Charlotte Hermione

—¿Hermione?—cuestionó

—Así es—reconocí sonriendo

—Me encanta—admitió—Sinceramente, se nota quién es más Ginny y quién es más yo

—Di en el clavo—reí sigilosamente

—Son preciosas

—Lo son, tengo tres hijas preciosas

—Es hora de que me vaya a dormir, tu también deberías

—Creo que me quedaré un rato más despierta, buenas noches

—Buenas noches, Becca

[●●●]

—Entonces, ¿todo entendido?—preguntó Remus

—Claro—asentí enfadada—Vosotros os vais y nosotras nos quedamos esperando saber si los padres de nuestros hijos salen con vida

—Becca, sabes que no podeis ir—informó Fred

—¿Si?—reí ironica—¿Y de quién es la culpa de que me quedara embarazada?

Fred se acercó a mi y me dió un corto beso.

—Te quiero—comentó—Y no voy a arriesgarme a perderte

—Yo también te quiero—acepté

—Bien—zanjó Remus—Es hora de irnos

Todos menos Tonks y yo se fueron de la casa de sus padres, Andromeda estaba ocupandose de los cuatro bebés mientras nosotras reposabamos en una habitación sin hacer nada.

—Vamos a prepararnos—indicó Tonks

—¿Para qué?—pregunté

—Para ir a la guerra—explicó—No pienso dejarles solos

—¿Y a que esperamos?—cuestioné levantandome de la cama

—A que te cambies de ropa, por ejemplo—burló señalando el pijama que llevaba puesto

—Ahora vuelvo

Me cambié todo lo rápido que pude y las dos salimos sigilosamente de la casa dejando en la habitación una única nota.

Cuida de ellos por nosotras

—Dora y Becca