Capítulo 26

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Me desperté y miré mi reloj. Las 8 de la tarde. Probablemente los chicos seguirán en la fiesta. Fuí a la sala común pero no había nadie. Recorrí todo el castillo, pero ni rastro de una sola persona.
Corrí al baño del primer piso y me lavé la cara. Cuando me miré en el espejo esa no parecia yo. Tenía el pelo entero negro, mis mechas rubias habían desaparecido y mi pelo era de un tono demasiado oscuro. Mis ojos marrones ahora habían pasado a un azul pálido.
De repente salió una pequeña luz blanca de detrás mió y se dirigió hacia el grifo y desapareció. Me fije en el grifo para ver donde podría haber desaparecido, había una pequeña serpiente tallada en un lateral del grifo. Susurré unas palabras y apareció un pasadizo.
No dudé en pasar por el como si fuera un trayecto conocido, en un momento de descuido me resbalé y me deslicé por una rampa. Caí en el suelo duro lo que provocó que mi pierna se rompiera.
Me levanté como pude y observé una sala fría y oscura. El gran pasillo estaba lleno de estatuas de serpientes. Caminé arrastrando mi pierna rota hasta visualizar una estatua aun más grande de Salazar Slytherin. Al lado había un esqueleto de enorme tamaño y envergadura.
Empecé a rodear el lugar con la mirada hasta posarme en una esquina. De allí una figura salió y un hombre se acercó a mi.

—Hola Rebecca—me dijo esa figura, su voz era fría al igual que el lugar

—¡¿Quién eres tú?!—contesté apuntandolo con mi varita

—¡Que modales los tuyos!—me incriminó y me hizo inclinarme la maldición imperius—Mucho mejor

Me dejó levantarme y empezó a dar vueltas alrededor mío.

—Sabes, tenemos muchas cosas en común—respondió

—¿A si?

—Claro que si pequeña.—comenzó a hablar—Los dos ansiamos poder aunque tenemos capacidades suficientes, se como ayudarte a controlar tu poder. Solo tienes que confiar en mí

—Ni siquiera se tu nombre y ya me pides lealtad

—Mi nombre seguro lo eschuchaste alguna vez—se paró en seco y susurró a mi oido por detrás—Voldemort

Se me erizó la piel. No se si fué por la persona que estaba hablando conmigo o el lugar en el que me encontraba.

—Se que crees que no puedes confiar en mi pero no tienes opción—me volvió a hechizar dejandome inmovil, le quitó uno de los dientes afilados al esqueleto y me hizo un corte profundo en mi mejilla—el veneno de basilisco te envenenará poco a poco, lentamente, hasta que tus últimos suspiros sean de dolor. A no ser de que la próxima vez que te vea decidas unirte a mi.

—No me da miedo morir—respondí intentando parecer valiente

—Pues entonces serán tus seres amados los que sufrán por ti, nos vemos Rebecca, piensa en mi oferta—después de eso desapareció

Todavía no podía moverme. Una gran cantidad de agua cayó encima mío y al final pude moverme. Sentía el dolor en mi pierna y en mi mejilla.
Lo único que se me pasó por la cabeza fué aparecer en la sala común. Ahí en el suelo. Con una pierna rota y la mejilla lastimada. En ese momento sentí unas voces alrededor mió. Cerré los ojos. O eso creí hacer.

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Este capítulo es más corto que los demás pero muy importante.


Bye xxxx

Las 3 noches [Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora