Capítulo 21

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Después de cenar subimos a la sala común donde todos me veían extrañados.

—¿Por qué me mirais así?—pregunté

—¿Que pasó la noche que te fuiste?—dijo Ron

Suspiré y me sente. Todos imitaron mi última acción.

—Os acordais del momento en el que Ginny y yo vimos mi boggart—todos menos Hermione asintieron—mi boggart es Gellert Grindelwald

—¡¿Grindelwald?!—respondió Hermione

—Cuando abrí aquella caja esa noche supe el porque—contesté—Grindelwald es mi abuelo

—¡¿QUÉ?!—gritaron todos a la vez

—¿Y que más habia en la caja?—preguntó Hermione un poco más tranquila

—Había una carta donde mi madre me explicaba parte de sus origenes, y que tengo poderes—ninguno decía nada así que seguí hablando—también había una llave, un brazalete, un libro, unas fotos y dos certificados

—¿Certificados?¿De qué?—preguntó Ginny

—Mi certificado de nacimiento y...—suspiré y se me empezaron a caer las lágrimas—el certificado de defunción de mi madre, pero eso no era lo peor

Todos me miraban con cara de compasión. Y George se atrevió a preguntar

—¿Que era lo peor?

—Ponía que murió en el parto—caí en llanto—yo la mate...

En ese momento Fred se levantó. Tiro de mi mano con fuerza para que me levante. Cuando estuve ya en frente de él me abrazó con fuerza. Los demás también se levantaron y me abrazaron por detrás. Minutos más tarde todos nos volvimos a sentar pero ahora yo estaba junto a Fred apoyando mi cabeza en su hombro mientras me daba la mano.

—Cambiando de tema—dijo Hermione—tenemos que contarte muchas cosas

—¿Como cuál?—pregunté

—Como que el querido Georgie está saliendo con Angelina—respondio Fred a lo que George le lanzó una mirada asesina—¿Por qué me miras así? Se iba a enterar de todos modos

—Pues si vamos a decir verdades también vamos a contar que casi tuvimos que traer a rastras a Fred porque no quería dejarte—se burló George

—Me alegro—dije mirando a Fred que se me había quedado mirando y luego miré a George—lo que yo no entiendo es porque tu no

—Zasca—gritó Ginny

—En todo el orgullo hermano—se burló Ron

—Bueno por lo menos mi orgullo no lo perdí en besar a Fred en frente de mi padre—contestó George riendose—ahora se piensan que estais saliendo, aunque hay que admitirlo, mi madre esta muy emocionada

—Sigueme el rollo—me susurro Fred a lo que asentí—Pues entonces tendremos que comportarnos como una pareja real—dijo Fred cogiendome como si fuese un saco—George esta noche no vuelvas al cuarto

—¡Buenas noches chicos!—me despedí aguantando la risa—¡Tranquilos, hechizaremos la puerta!

—¡Después de todo si que podrás tener sobrinos George!—se burlo Fred—¡Que descanseis!

Subimos a la habitación de los chicos. Nada más llegar utilicé el hechizo 'Mufliato' mientras Fred me bajaba. Nos dio un ataque de risa.

—¿Crees que se lo habrán creido?—pregunté entre risas

—Seguramente—contestó riendo

Me senté en una de las camas.

—¿Y que habeis hecho estos meses sin mi?—pregunté

—No mucho, Umbrigde sospecha que tenemos una organización secreta para atacar el ministerio. Ahora que estamos solos, ¿que pasó cuando llegastes a casa de los Mander?

—¿No os lo explicaron?

—No, simplemente llegó un patronus y cuando llegamos había mortifagos, los Mander estaban muertos y tu...

—¡Fred¡!Basta!

Se acercó a donde estaba. Me abrazó.

—Lo siento, se que es duro lo de tu familia pero cuando te vi estabas casi muerta, no puedo borrar esa imagen de mi mente

—Eran mis tios

—¡¿Qué?!

—Charlotte era la hermana de mi madre, me lo escribió en la carta. Pero hay algo que no entiendo

—¿El qué?

—Como es que sabía ella que no podría contarmelo, es como si supiera que iba a morir

Me quedé pensando un segundo. Saqué de mi tunica el monedero y lo volví a convertir en un bolso.

¡Accio caja!

Encontré la caja. Extendí su contenido por la cama en la que estaba sentada.

—¿Que hay en ese libro?

—No lo sé, no se puede abrir

—¿Esto es todo lo que había en la caja?

Revisé todo. Señalé mi brazalete y dije.

—Esto también estaba en la caja

—¿Me le puedes dar un minuto?

Le dí mi brazalete y se quedó mirando el contenido de la caja.

—¡Ya lo tengo!

Juntó las joyas del brazalete y del libro. De este salió un brillo y se abrió. Sonreí al instante.

—¡Eres un genio!

—Lo se

Me quedé mirandolo enfadada.

—Perdona, la emoción

Cogí el libro entre mis manos y leimos sus páginas.

—Esto habla sobre los videntes—dijo Fred—¿crees que...

—No lo creo—contesté levantandome y guardandolo todo en mi bolso—pero vamos ha averiguarlo, sigueme

Los salimos de la habitación y entramos a otra casi continua. Me acerqué a una de las camas donde había un chico dormido.

—Harry, Harry—le llamé susurrando mientras le agitaba

Se despertó de golpe.

—¿Que quieres Becca?—preguntó medio dormido

—Necesitamos el mapa del merodeador y la capa de la invisibilidad—le susurre

—¿Necesitamos?

—Hola Potter—dijo Fred acercandose a la cama—es bastante urgente

—Mañana os contaremos todo pero lo necesitabamos ahora—le rogé

—Esta bién—aceptó levantandose y cogiendo las cosas—devolvedmelo mañana y ahora dejadme dormir

—Gracias Harry—agradecí dandole un beso en la mejilla. Cuando me giré Fred me miraba celoso—eres muy patético

Salimos de la habitación.

—No creo que pienses que soy patetico—dijo Fred

—¿Si? Pues es exactamente lo que pienso—le reté. En ese momento me agarro de la cintura y me pegó a él—vete a la mierda

—¿Me acompañas al despacho de Umbridge?—burló Fred

En ese momento soltamos una carcajada.

—Vamonos ya—dije antes de meternos bajo la capa

—¿Y a donde vamos Beck?—preguntó susurrando

—A la sección prohibida

Las 3 noches [Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora