Las 3 noches [Fred Weasley]

Capítulo 7

Entramos a su despacho y nos sentamos en dos sillas que tenían una hoja con una pluma cada una.

—Muy bien, quiero que el señor Potter escriba 'no debo decir mentiras' y la señorita Black escriba 'debo hacer caso a las ordenes de mis superiores'—dijo Umbridge

Los dos empezamos a escribir y la tinta desapareció formandose la frase en nuestra mano.

Después de media hora sufriendo volvió a hablar.

—Muy bien señor Potter puede irse, en un rato terminaré con la señorita Black—respondió Umbridge sonriendo

Harry me miró y asentí para que se fuera pero estuvo esperandome fuera escuchando.

—Muy bien ahora que se ha ido el señor Potter pasemos a cambiar de pluma.

Cogió una pluma nueva y me la tendió.

—¿Que debo escribir?—dije temiendome lo peor

—Quiero que me escriba 'debo comportarme como una señorita'—contestó dedicandome una sonrisa

Volví a escribir en la hoja y esta vez la frase apareció en mi muñeca dañandome debilmente parte de mis venas a lo que respondí con un grito sonoro.

—Estupendo—dijo Umbridge con maldad—espero que la proxima vez no me enfrente si no quiere volver a utilizar esa pluma. Puede irse.

Salí mareada. Harry me miraba con preocupación hasta que vió la sangre goteando por debajo de mi túnica. Me di cuenta y me levante lentamente la manga. Él me miró asustado y me abrazó a lo que yo empecé a llorar.

—Vamos al comedor. No has comido nada y tienes que reponer fuerzas. Allí nos limpiaremos un poco la sangre—me dijo Harry a lo que asentí.

Fui al comedor apoyada en Harry donde estaban todos comiendo. Hermione nos vio entrar y se tapó la cara con la mano por mi estado.

—Becca—susurró aunque todos los de alrededor la oyeron.

Se giraron a mirarnos y todos se quedaron parados menos Fred y Ron que fueron a ayudarnos.

—¿Que ha pasado?—pregunto Ron asustado

—Resulta que el castigo de Umbridge es peor de lo que pensabamos—dijo Harry a lo que les enseñó su mano—a Becca le tocó la peor parte

—¿Que quieres decir con eso?—preguntó Fred preocupado

—Primero vamos a sentarla, está muy mareada—respondió Harry después de mirarme

Fred asintió y me cogió en brazos para llevarme a la mesa. Me sentó entre él y Hermione a lo que ella me abrazó con fuerza antes de dejarme hablar.

—Nos torturó, nos hizo escribir unas frases que se formaron en nuestras manos—les enseñé mi marca—después ordenó a Harry a marcharse y me entregó una pluma y me hizo otra frase a lo que grité del dolor.

—¿Y donde está esa marc..—Fred dejo de hablar al ver la sangre saliendo de la tunica de su amiga y la levantó.

—Lo bueno es que solo me hizo escribir una—dije con los ojos llorosos

—¿Becca me dejas curartelo?—me preguntó Hermione sacando su varita y asentí—será mejor me intentes aguantar el dolor. ¡Episkey!

Pegué un grito aunque no se me curó la herida y lo oyó todo el comedor y varios profesores se acercaron a mí.

—¿Que le ha pasado a la señorita Black?—preguntó la profesora McGonagall.

Harry le explica todo mientras la señora Pomfrey me lleva a la enfermería junto con Hermione.

—Ahora señorita quiero que te tomes esta poción—la señora Pomfrey me la entrega y me la bebo con cara de asco—¿que esperabas?, necesito que te tumbes pasarás la noche aquí.

Obedezco y me acuesto en la camilla. Se vá y me quedo sola con Hermione.

—¿Como te encuentras?—me preguntó ella

—Mejor que antes. He pensado que podríamos ir este sábado a un club muggle con Ginny. Para ese día ya me encontraré recuperada

—¡Me parece muy buena idea!¡Luego la avisaré!¿Pero de donde sacaremos la ropa para la fiesta?

—De eso no te preocupes. Yo lo tengo controlado.

—Entonces me iré ahora a decirle, adios Becca

—Adios

En mitad de la noche me desperté y escuché unas voces fuera de la enfermería. Cogí vi varita a esperar a que habran la puerta.

—¡Desmaius!—grité y las personas cuyas voces provenientes me despertaron estaban en el suelo.

—¡¿Ay que te pasa?!—me dijo una voz

—Lumos—apunté a las personas y las reconocí—¿Fred?¿George?¿Que hacen aquí?

Se levantaron y se acercaron a mi.

—Hemos venido a verte, pero parece que no ha sido buena idea—me recriminó George

—¿Que hora es?—miré el reloj de pared—¡habeis venido a verme a las cuatro de la mañana!¡¿enserio?!

—Deja de quejarte encima que te hacemos una visita—se queja Fred

—Voy a salir mañana histéricos—dije—¿de quién fue la magnifica idea?

—Fred—le acusó su hermano

—¡Me has traicionado!—reclama Fred

—No es nada personal hermanito—contestó George

—Sabes que sigo aquí, ¿no?—dije irónicamente—dejar vuestras peleillas de enamorados para otro momento

—¿Que pasa?¿Estás celosa Black?—se burló Fred

—En absoluto Weasley—recriminé

—Vale parejita, me pido ser el padrino—nos chincho George a lo que le miramos sorprendidos—¡Vamos! Sabeis que os gustais, dejarme tener ya sobrinitos

Fred y yo nos miramos sonrojados.

—¿Quereis que me vaya?—volvió ha hablar George—Digo para que disfruteis de una habitación libre, espero que los niños salgan pelirojos pero con los ojos de Becca

—¡George callate ya!—le grité avergonzada y roja como un tomate

Se escucho un fuerte ruido fuera.

—¡Chicos tienen que esconderse!—les digo

—¡¿Que?!¡No!—reclama Fred—¡¿Y si te pasa algo?!

—Pues deberá ser a la fuerza—dije incorporandome—¡Quartus deferatur!

Los gemelos aparecen en su cuarto.

—¡Mierda!