Fearless | Harry Styles

XVII

Carter.

El despertador empezó a sonar, de inmediato me levanto a apagarlo ya que estaba completamente despierta. No había podido dormir nada por andar pensando en Harry. Lo extrañaba tanto, y necesitaba aclararle todo muy bien para que no se sintiera mal por lo que le dije la otra noche. Bostecé y me quedé sentada sobre la orilla de la cama, miré a mi derecha y ahí vi a Liam durmiendo, era extraño verlo aquí ya que usualmente nunca llega a casa después de irse al trabajo, pero había recordado su extraño comportamiento que aún me dejaba intrigada por saber que traía entre manos.

Hice el desayuno en cuestión de minutos, luego me senté en el sofá junto mi plato lleno de comida y ahí comencé a ver un poco de televisión. Mientras comía no dejaba de pensar en lo aburrido que era mi vida, no tenía ni una meta por alcanzar, algo que valiese por completo mi vida. Tal vez debería buscar un empleo y enfocarme en ello, no quería seguir estando aquí sin hacer nada productivo.

Terminé y lave lo que utilice para acomodar todo en el almacén. Luego tomé una ducha, relajándome con el agua caliente que escurría por todo mi cuerpo. No quería salir, el agua era demasiado relajante para estar allá afuera con la temperatura muy fría. Tenía en claro que hoy saldría a buscar un empleo, se que el primer día es muy difícil, pero comenzaría de poco a poco hasta que alguien me acepte, a lo cual a lo mejor sería en cuestión de días, semanas o meses. Liam estaba acomodando su corbata para poder salir a su trabajo, al verme, sonrió con ternura y se acerco a mí para besar mis labios. Yo no podía estar más confundida.

— Regresaré temprano como ayer — tomó su maletín
— Claro — asentí intentado sonar lo más tranquila posible
— Espérame por favor — besó mi mejilla antes de poder abrir la puerta — te quiero bastante.
— Ajam — baje mi vista al suelo muy incómoda, alcé mi vista un poco y su mandíbula se tenso causándome escalofríos
— No me dirás algo
— Yo.. espero que te vaya bien — lo miré con algo de temor
— Carter — respondió con cansancio

No quería decirle algo que no quería, o simplemente algo que ya no siento.  Él seguía viéndome muy enojado, pero sabía que intentaba disimularlo.  Al final de cuentas le diría lo mismo, no quería más problemas con él, necesitaba que se largara por ahora.

— Te quiero también — suspiré con pesadez
— Te veo hasta la tarde querida — beso mi frente y se marchó de un ligero portazo

Busqué un periódico actual entre el mueble del televisor, ahí encontré uno, lo tomé junto mi plumón rojo y me senté en la mesa del comedor para leerlo con concentración. Había unas cuantas buenas propuestas, por lo cual marqué con rojo el anuncio. Miré uno que llamó mi atención, un fotógrafo buscaba a una joven mujer para poder fotografiarla y ponerla en una portada de revista. La empresa de la revista era nueva, por lo cual, buscaban a muchos empleados para promocionarla. Marqué en circulo el anuncio, y me levanté con apuro de la mesa para poder ponerme algo e ir al sitio lo más antes posible.

Me puse unos jeans oscuros y ajustados, una blusa de botones azul marino, arremangada de las mangas. Me puse mis botines marrones, y me peine con el cabello suelto y totalmente formado en ondas suaves. Luego me puse rímel, y un poco de chapas en las mejillas, para último, colocarme mi labial rosado. No quería irme tan maquillada, porque no quería que pensaran que estaba tan ansiosa para que me aceptaran. Solo quería preguntar y haber como me iba.

Conduje hasta el lugar, me baje frente un edificio muy enorme y entré con el periódico en la mano. Una recepcionista hablaba con un joven, muy animados. No quería interrumpir su conversación pero me era importarme llegar a preguntar.

— Hola, hemm ¿sabe en donde puedo preguntar para este empleo? — le indique en mi periódico, el chico miro con detenimiento mi dedo señalado en el anuncio
— Pues mire..
— ¿Busca ese empleo? — interrumpió y yo lo miré, asintiendo con mis mejillas rojas — verá, yo soy el fotógrafo.
— ¿Enserio? — tartamudeé sintiéndome muy estúpida, él me sonrió y asintió de inmediato
— ¿Estas dispuesta a audicionar? — dijo tomando mi periódico y agitándolo esperando mi respuesta
— Por supuesto, quiero hacerlo.
— Perfecto — sonrió convencido — mi nombre es Jorge, un gusto.
— Un placer, soy Carter Page — tomé su mano en forma de saludo
— Lo mismo digo Carter — me miro para después mirar a la recepcionista — hablamos luego Margaret.
— Esta bien Jorge — respondió ella
— Entonces, vamos — se dirigió a mí y yo asentí siguiendo su paso hacía el estudio fotográfico

Llegamos a una habitación muy amplia, pintada por completo de un blanco muy brillante. Había cámaras profesionales por todos lados, luces destellantes, y personas con vestuarios y maquillajes, caminando de un lado hacía otro.

— ¡Hey Jorge, tengo unos.. — exclamo una rubia con enormes tacones, pero se calló al verme y me sonrió ampliamente — ¿quién es la chica? ¡hola, un gusto soy Caroline!
— Hola Caroline, soy Carter — respondí con timidez
— ¡Pero qué lindura! ¿será la siguiente chica en audicionar Jorge?
— Sí, acaba de llegar de hecho..
— ¡Pero mira ese cabello, que envidia! — chilló al tocar con suavidad mi cabello — yo creo que debería ser la chica indicada para la revista.
— Creo lo mismo, tiene ese toque perfecto para la portada — me miro y me sonrió
— Gracias — me sonrojé
— Vamos, tenemos que arreglarte — tomó de mi brazo y me llevo hasta un lugar lleno de ropa y maquillaje — ¡ahorita te la regreso Jorge!
— No tarden, iré a hablar con el jefe sobre ella.

Me sentí muy nerviosa cuando dijo eso, todo esto es tan nuevo para mí, no me sentía tan preparada. La chica llamada Caroline, miro prenda por prenda hasta llegar a la correcta, tomo unos tacones que quedaban con el conjunto, y comenzó a tomar el maquillaje de acuerdo con mi rostro, eligiendo el que más me quedaba.

— Es un hecho, tendrás la portada — sonrió mientras aplicaba maquillaje en mi rostro
— ¿Por qué yo?, ¿Cómo lo saben? — pregunté muy confusa
— Bueno, a pesar de las 100 chicas que recibimos durante este mes, tu eres la mejor — me sonrió con amabilidad — tu eres tan natural, al contrario de las otras que venían todas maquilladas y con la peor elección de ropa. Operadas hasta las nalgas y dios.. ¡era un asquerosidad! en cambio tu, eres muy sencilla Carter, justo lo que queremos.
— Vaya, muchas gracias enserio — encogí mis hombros — nunca me vi yo aquí.
— ¿Cómo? ¿no tienes experiencia?
— Heem no — negué — tan solo hace unos minutos era una mujer casada a punto de divorciarse, siendo ama de casa.
— No importa si no tienes experiencia, cariño — me tomo de los hombros — tu vida a partir de aquí cambiará.

Harry.

Después de la llamada de Carter, me quede dormido y pensado sobre lo que me dijo. No quería regresar y enterarme de que ella había solucionado sus problemas con Liam, quedándose ahora sí, finalmente con él. Pero viéndolo de otra manera, no creo que Carter cambié de opinión tan fácil, su forma de pensar sobre Liam, ya no es la misma. Y eso me tranquilizaba tan siquiera un poco.

Temprano fui a una junta, eran tan pesadas. La mala noticia era que, podrían aumentarme los días, era posible que me quedará aquí durante cuatro meses. Los empresarios habían hecho contrato con los de aquí que podrían hacer una empresa de ambas compañías aquí en Ámsterdam, y yo era parte de eso. No sabía cómo decirle sobre eso a Carter, tampoco quería que me dejará, o se olvidará de mí.

— ¡Harry, ya llegaste! — saltó Candy hacía mí
— Hola Candy — sonreí sin ánimos, me sentía tan jodido ahora
— Mira que tengo aquí — me mostró un sobre — ¡es de la compañía!
— Mierda, ¿te aceptaron? — abrí mis ojos
— No lo sé — me miro con nervios, sus manos temblaban — no lo he abierto aún.
— ¿Y qué esperas?..
— Quería que vieras los resultados conmigo
— Pues veámoslo de una vez Candy — le sonreí y ella asintió emocionada

Candy abrió el sobre con rapidez, tendió la carta y miró los resultados. Yo la miré, y ella tiró la carta al suelo, para después llorar.