XVI

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Harry.

Candy se había ido detrás de los bastidores para irse a un camerino que era especial para todas las participantes. Me senté entre el público —no era tantas personas, tan solo unos cuantos familiares de las concursantes esperándolas audicionar— me concentré en mi móvil, dudando en llamar a Carter. Mantenía aquella sensación de hacerlo cuando quisiera, ya que muria de ganas de hablar tan siquiera un poco con ella. Pero debía ser precavido, Liam pudiera estar ahí con ella, y el cabrón no se controlaría. 

Las horas pasaban y yo moría de sueño. Había una larga mesa con cuatro jurados, viendo papel tras papel. Las chicas estaban formadas por filas — las primeras veinte en salir— una música relajante sonó, y una chica modelaba hasta llegar a los jueces, esperando una respuesta. Los jueces anotaron algo en sus papeleos, y la chica morena se marchó para que la otra viniera. Todas llevaban un conjunto de bikini negro, para que pudiesen resaltar su figura, y sus largas piernas con aquellos jodidos tacones con más de quince centímetros.

Ya llevaba media hora, y estaba durmiéndome sobre las bancas. Mis ojos se pusieron atentos cuando Candy paso modelando hacía los jueces. Cuando llego hasta el final de la pasarela, hizo una cara coqueta hacía los jurados, para luego mirarme a mí desde el escenario y guiñarme un ojo antes de marcharse de nuevo. Sonreí inconscientemente. Candy era una chica muy alocada, dejándose llevar por todo. Nunca antes había conocido a alguien así.

Cuando Candy acabó, ella vino hasta a mí, ya vestida con lo que tenía puesto antes de llegar. Me abrazó, riéndose de una forma aliviada.

— ¡Me siento tan contenta de estar aquí! — chilló dando saltitos
— ¿Ya te dieron la respuesta?
— No — frunció sus labios — Me las darán mañana, diciéndome si quedé o no.
— Bueno, pues buena suerte — le sonreí, y ella asintió con una mueca de felicidad
— ¿Tienes sueño, Harry? — preguntó sintiéndose culpable
— Sinceramente sí, estoy muy cansado. ¡Pero no te preocupes, de todos modos quería verte! lo has hecho muy bien.
— Gracias — sonrió ampliamente — Y lo siento, has de estar muriendo de sueño. ¡Será mejor regresar al hotel!
— Sí — respondí riendo, queriendo oír eso desde hace rato que acabo de audicionar
— Vamos y oh.. gracias Harry — me detuvo — Eres una muy buena persona, y un buen amigo.
— Vamos, no agradezcas Candy — le sonreí y ambos nos marchamos hasta la salida — Tu eres una persona muy alegre, y sobre todo, buena amiga también.
— ¡Qué lindo! enserio — me sonrió, y alzo su brazo para llamar la atención de un taxista que se aproximaba hasta nosotros 
— Vamos..

Carter.

Me levanté con mucho sueño, ya que ni había dormido bien. Liam estuvo muy callado y reservado todo el tiempo. Ni siquiera quiso ni mirarme, estaba muy molesto. Salí de la habitación y baje hasta la cocina para mirarlo a él haciendo el desayuno. Algo que es muy raro en él.

— ¿Qué haces? — murmuré sorprendida
— Nuestro desayuno, buenos días Car — me sonrió y palmeó mi culo con suavidad
— ¿Qué? — abrí mis ojos. Ni siquiera me lo espere.
— ¿Estás bien? — preguntó y yo negué a su respuesta — Oh cariño, no te asustes por esto. Solo quiero que lo nuestro vaya bien, no quiero más tonterías entre nosotros.

Me quedé boquiabierta. Liam acomodó la mesa, y yo seguía sin moverme en lo absoluto. Ni cuando éramos novios y vivíamos juntos hacía algo así. Algo está mal, y no sabía si era bueno, o malo. La actitud de Liam cambió de un día para otro, y estaba sospechando de algo extraño.

— ¿No desayunas, amor? — apuntó la mesa
— Yo..
— Vamos, lo hecho para ti nena — se acercó a mí y me tomo de los hombros, sentándome en una silla.
— ¿Todo bien Payne? — lo miré curiosa, él carcajeo.
— ¿Qué acaso no puedo hacer esto por mi esposa? — alzó una ceja y ahora yo reí sarcástica
— Vamos, ¿qué pasa?
— ¿Por qué tendría que pasar algo? ¡solo quise hacer esto por ti! — dijo cabreándose
— Bien, de acuerdo — dije con algo de pesadez y ambos comenzamos a devorar el desayuno en silencio.

Liam intento llevar una conversación, solo que yo respondía con desconfianza y sobre todo, cortante. Después de ese desayuno, él se marcho a la habitación para cambiarse e irse al trabajo. Yo me quedé recogiendo todo, ya que le dije que yo lo haría y él asintió para que no se le hiciera tarde. Salió, con su traje y me sonrió antes de tomar sus llaves e irse.

— Nos vemos, amor.
— ¿Qué?, digo sí — susurré extrañada

Él se acero a mí y beso mis labios, siendo muy suave. Cuando él se marcho, me dijo un "te amo" y yo me quedé a un más paralizada. No tenía idea de este cambio tan repentino. Ni sabía cómo paso todo esto.  Me senté en el sofá, quedando en silencio y mirando hacía la punta de mis pies. Sentir sus labios fue algo tan.. inesperado, pero fue algo que hizo sentir mi corazón detenerse. Ya había pasado tres meses desde nuestro último beso, y por eso mismo estoy sorprendida de que lo hiciera. Ni cuando abuso de mi quiso besarme.

—  ¿Harry?

Miré mi móvil vibrar, dudé por un momento, ya que mi sorpresa aún no se quitaba. Pero de todos modos, decidí atenderle.

— Hola, ¿Qué paso? — murmuré en voz baja.
— Hola. ¿Te encuentras bien?, te oigo distraída.
— No, no pasa nada — reí con nervios
— Vamos dime, sabes que puedes confiar en mí — lo oí, su voz era tan suave en ese momento.
— No nada enserio. ¿Cómo te va a ti?
— Nada mal, he tenido dos reuniones muy aburridas, pero bueno.. tendré beneficios en la empresa.
— Que bien.. — dije con mis pensamientos en Liam.
— Carter, dime.
— ¿Sobré qué? — reí en bajo, estaba los nervios controlándome.
— Tu actitud te delata, linda — mi sonrisa se quito — ¿Es sobre Liam?.

No quería decirle nada sobre esto a Harry, porque sabía que todo se iría al carajo si le mencionaba algo.

— Dime Carter, ¿Qué ha pasado?
— Nada.. lo juro.
— Vamos, puedes confiar en mi cariño — rió sin gracia
— Es Liam — suspiré nerviosa, no sabía cómo comenzar.
— ¿Qué tiene? ¿te hizo algo malo? — gruño en bajo
— No. La verdad es que.. Liam me está tratando diferente, como en los viejos tiempos ¿sabes?.
— ¿Te refieres a que..
— No sé qué planes tiene. Pero creo que estoy comenzando a ver al viejo Liam.
— ¿Y como estas tan segura?
— Lo he visto Harry, me ha hecho el desayuno, se ha convertido el esposo tierno que antes era. Su voz tan suave.. ¡hasta me ha besado y me ha dicho que me ama!

Oí su silencio. Segundos después me arrepentí de haberle dicho eso. Con tan solo decirle su cambio era suficiente, no debí decirle más. Que mierda. Palabras que poco significan cuando es demasiado tarde.

— Harry, ¿estás ahí?
— Sí — respondió firme
— Yo..
— ¿Podríamos hablar más tarde? tengo prisa.
— ¿Qué? — susurré — Sí, claro.
— De acuerdo, te marco después, adiós — colgó.

 Sabía que él estaba molesto. 

Fearless | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora