Fearless | Harry Styles

XII

Carter.

Había pasado todo el resto del día de ayer con Harry. Me sentía tan tranquila cuando estaba con él. No me preocupe ni un solo por el jodido de Liam. Pero aún así temía si pudiera hacerme algo cuando regresé a casa. Ni quería pensarlo, la piel se me erizaba de tan solo recordar lo que me hizo la otra vez.

A la mañana siguiente fui a la casa de Taylor. Harry se preocupó pensado que iría a mi casa, queriendo ir también conmigo. Pero le dije que estaría en la casa de mi amiga, y no pensaba en volver a casa aún. Él de inmediato acepto, así que ahora ya estaba en la casa de Taylor, cocinando la comida para ambas.

— Sabes, Harry es muy tierno cuando está contigo — dijo ella y mi ceño se frunció.
— ¿Cómo lo sabes?, tú no tienes idea de cómo es conmigo — reí negando.
— Por la manera en la que me cuentas, Carter.
— Joder, solo se preocupa por mí.
— ¿Y tú no crees que el sienta algo por ti?, porque yo siento que sí — esbozó una sonrisa traviesa — hasta de hecho, pienso que tu también sientes algo por Harry.
— Lo que siento por él es algo diferente si crees que es amor — la miré con mi mejor cara de advertencia
— Bien, como digas — comenzó a carcajear — yo te conozco bien, así que no trates de confundirme porque no lo harás.
— ¿Qué carajo? — deje de cortar los trozos de zanahoria para verle — no te entiendo Taylor, definitivamente no te entiendo. No amo a Harry, él es como.. mi amigo.
— ¿Y porque tu rostro inseguro cuando lo dices? — me miro alzando sus cejas.
— ¿Qué? — murmuré — digo, no es lo que piensas.
— Ya, olvídalo enamorada — continuó haciendo lo que hacía y la oí reír en bajito.
— De veras que contigo no sé puede.
— Ay vamos. Ya no te mientas querida amiga, tu y yo sabemos la verdad.

Sus palabras me confundieron un poco. Estoy consciente que me gusta Harry, pero no de esa manera en la que le pueda llamar "amor" lo que siento. Comimos lo que cocinamos, y charlamos de más cosas que no fuera sobre lo de hace rato. Al acabar, nos arreglamos para salir un rato al centro comercial y despejarnos un poquito, ya que estábamos aburridas y sin nada que hacer.

Taylor me prestó una falda alta hasta la cintura, que me llegaba un poquito más de la rodilla. Era floreada, por cual me gusto mucho. Me puse una blusa blanca con un estampado en el medio, y al final unos tacones rosas altos. Por primera vez me sentía más a gusto, con ganas de salir a disfrutar y no quedarme desolada en mi casa como siempre suelo hacerlo. Taylor se puso uno sus típicos vestidos celestes claros y salimos de casa directo al centro.

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— Ay, como me gusta este atuendo — chilló al ver una blusa con encaje, era muy bello
— Me gusta más como te queda..
— Disculpen — llamó la voz de una mujer y Taylor volteó de inmediato — ¿saben dónde está el baño aquí?.
— Huh, sí — dije y apunté a mi derecha — se va directo por ahí y lo encontrará de pronto llegando al final del pasillo.
— Muchas gracias. — dijo y se fue.

Seguimos recorriendo más tiendas, viendo y comprando algunas prendas que nos gustaba. Nos paramos en una tienda de zapatos, y ahí miro detalladamente el lugar.

— Carter, Carter — me llamo Taylor entre dientes — no me digas que el de allá es Liam.
— ¿Qué? — abro mis ojos al escucharla.

Miro discretamente en donde sus ojos me señalaron. A unos cuantos metros Liam estaba paseando con una mujer, y de pronto mis ojos se aguadan. La chica que la sostenía de brazo era exactamente la misma que me pidió ayuda para encontrar el baño. Me giro hacía Taylor, y ella mira mis ojos empapados de lágrimas.

— Por favor no llores — me miro con tristeza — no debí decirte, lo siento.
— No, está bien — dije con la voz entrecortada — siempre quise saber con quién me engañan, y ahora sé quién es la tipa.
—  ¿Es la misma de la tienda de ropa, cierto?
— Sí, es ella.