Capítulo 23

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Las horas se pasaron volando, mi mente iba muy rápido con todo lo que tenía por delante, reciclaba ideas de otros asesinatos, pensaba que era mejor para una pronta emboscada, o si un líquido altamente tóxico podría ser el triunfante dentro de todo esto, pero no, Jeff no era tan estúpido para caer en todos estos juegos, no puedo olvidar que tenemos muchas similitudes al momento de ser unos desquiciados. 

La tarde con Sam había sido agradable, pero varias veces me descubrió pensando en cosas que diferían de nuestra conversación, era bueno que no preguntara más allá, ella sabía mantener su distancia y preguntar solo lo necesario, aunque por alguna razón, me pareció raro que no me intentara convencer de volver a casa, después de todo, ella al parecer seguía manteniendo un contacto con ellos. 

-Jeff tiene que estar por llegar, me iré antes, mis padres vendrían hoy a casa así que tengo que recibirlos -comentó algo apenada, nuestras charlas siempre eran muy amenas- llámame por cualquier cosa. 

-Está bien, gracias por tu visita -la acompañé hasta la puerta algo nerviosa, quería hacerle preguntas con respecto a ellos, pero me daba terror- oye Sam, esta vez no me dijiste lo de siempre. 

-¿Debería? -comentó de vuelta con una sonrisa algo maliciosa y se marchó, dejándome con más dudas todavía. 

Me desesperaba estar sola, otras veces estos tiempos y lugares para mi, eran preciados, pero, con todos los acontecimientos vividos últimamente, ya todo me colocaba de los nervios. Intenté despejar mi mente y, aunque no me agradara la idea, fui a la cocina a preparar algo, no era mi fuerte, pero preparar ciertos dulces me salía bastante bien, pensaba en cierto modo que a él le gustaría comer algo así cuando llegara, quería hacer amena nuestra estancia, quería disfrutarlo un poco más. Mezclé lo necesario para poder formar la masa adecuada para un pastel, una vez que estuvo en el horno, me dediqué a hacer la crema para después decorar, no había pasado mucho desde que había metido la masa del bizcocho al horno, que sentí como un auto se estacionaba afuera de la casa, seguido a esto, la puerta se abría y dejaba ver a un Jeff algo preocupado y con una expresión algo seria. 

-Bienvenido a casa -lo saludé con una sonrisa y algo apenada, tenía la cocina bastante desordenada y las manchas de harina estaban por casi toda mi ropa- te ves exhausto. 

-Gra...gracias -no ocultó para nada su nerviosismo y su rostro con sus mejillas sonrojadas, eso lo hacía ver bastante lindo- Fue un día bastante ajetreado, ¿y tú? ¿Qué cocinas? -preguntó mientras se acercaba a la cocina a mirar. 

-Un pequeño postre para ti, quiero disculparme por lo de hoy, solo he estado muy paranóica con todo lo que ha pasado -me disculpé mientras sacaba el bizcocho del horno, no se tardó en cocinarse- te dejaré decorarlo a modo de disculpa -le entregué el posillo donde estaba la crema lista con una sonrisa, pero él cada vez se veía más serio- ¿Ocurre algo? 

-¿Tengo que decorarlo? -asentí- pero siento que esta decoración, se verá mejor aquí -con la cuchara que había en el posillo tomó una buena porción para después sentir que la esparcía por mi cara mientras reía, no pude evitar reír también y hacer lo mismo- eso es trampa, ¿Quién te dijo que podías? 

Siguió ensuciándome con la crema que era para el pastel, me apenaba tener que desperdiciarla en nuestro juego pero admitía que me estaba divirtiendo, ya se había acabado y ambos reíamos, si tuviese que decir quién era el más perjudicado con todo, era yo, mi cabello tenía la crema del pastel por todas partes y mi rostro, cuello y demás también, a él solo pude mancharlo en la cara, pero fue mucho menos de lo que me hizo a mi. Al parar nuestras risas quedamos en silencio, era como si tratara de decirme muchas cosas con solo una mirada, yo solo intentaba atesorar cada momento, hacía mucho tiempo que no me sentía así. Sentía sus manos en mi cintura, se veía tan tierno a pesar del desastre que habíamos dejado. 

-Tienes crema, aquí -con mis dedos toqué sus labios, allí no había crema en lo absoluto. 

-Eso no es...-adoraba lo inocente que podía llegar a ser, quizás una de las cualidades que hizo que me enamorara de él, no lo sé, pero sus labios se sentían lo suficientemente bien como para no querer separarme. 

-Era solo la cuartada -volví a atraparlos en un beso más profundo que me correspondió de inmediato, no importaba si estábamos sucios, lo hacía un poco más interesante, ya que se separó de mis labios para bajar por mi cuello lamiendo cada sector donde había crema, provocando sensaciones nuevas. 

-¿Deberíamos ir a tu habitación? -comentó con algo de picardía en sus palabras, podía notar lo encendido que estaba, y no podía negar que eso también me encendía a mí. 




N/A: holi, quise hacer este capítulo algo distinto, no había tenido la oportunidad de que ellos interactuaran algo más "románticamente", así que espero sea de su agrado:3 ¿Se vendrá escena +18? Quien sabe, es todo un misterio:3 Tengan bonito día n.n

Mi diario manchado en sangreWhere stories live. Discover now