Capítulo 7

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   "Día 132. Diario, no sé qué hacer, ¿por qué de un día a otro tengo tanto miedo de lo que pueda pasar con ese traficante? Ante cualquier víctima no tenía el menor temor, pero ¿ahora? Durante el día he recibido muchas llamadas del jefe, y no he visto ni a Jeffrey ni a Franco, que no sé si debe seguir en el hospital. Ayer mi amiga estuvo conmigo, pero su pregunta de que si ya es tiempo de acabar con todo y volver a casa, me dejó sin palabras, ¿será que eso es lo que necesito? No. No puede ser. Tú y yo sabemos que en esa casa no seremos bien recibidos. Después de nuestra huida, todos deben pensar que estoy muerta o algo así, y es mejor que aun piensen eso. Aún sigo asustada. Alex"

Dejé el diario de lado, permanecía acostada desde ayer que se fue Samantha, tenía más de cinco llamadas perdidas del jefe, mi mente casi en blanco, la verdad que no sé qué hacer, ¿cuándo me volví tan así? Tan miedosa, tan débil, tan...cobarde. Preguntas que quedaban al aire, no obtenía respuesta misma, no tenía a nadie. Una llamada me sacó de los pocos pensamientos que tuve, iba a cortar pensando que era el jefe, pero me asombró que no era él, sino que era Jeffrey.

-¿Hola?-respondí al segundo timbre, mi voz no era convincente para nada.

-Alex, que bueno que escucho tu voz, ¿estás bien?-él sonaba preocupado.

-Sí...perfectamente-mi voz era lenta mi rostro poseía una sonrisa triste.

-Perdóname si no había podido llamarte antes o ir a verte, mi padre me mandó fuera del país unas semanas.

-Oh, está bien, tranquilo, no te disculpes si yo...yo estuve bien.

-¿Te parece si voy a visitarte? –Su voz se puso algo nerviosa- es que...me gustaría verte.

-Puedes venir-sonreí para mis adentros y luego recordé en el estado que estaba- me haría bien hablarte de algo.

-Está bien, estoy en un rato más allá, nos vemos- colgó.

Creo que mi tiempo de confesarle a Jeffrey quien soy ha llegado, pienso contarle todo cuando llegue, estoy dispuesta a mostrarme vulnerable, esta maldita sensación me come por dentro, no es el hecho de que tenga que contarle quién soy, es porque aún tengo miedo de mi próximo trabajo, y si Jeffrey no quiere saber más de mi después de eso, no tengo nada que perder si al momento de ir, este tipo me mata o me deja como su esclava.

Me levanté sin muchas ganas, me puse mi ropa casi habitual, tenía que aparentar un "buen" aspecto cuando llegara Jeffrey, que no se demoró tanto en llegar, al cabo de bajar a la sala para prepararme algo de comer, el timbre sonó pocos segundos después.

-Hola Jeff- lo saludé e involuntariamente lo abracé muy fuerte, y él extrañamente me correspondió- de hace mucho que no te veía, pasa, estás en tu casa.

-Gracias Alex, que buen recibimiento-me comentó mientras pasaba, y luego un poco tímido habló- te extrañé-esas palabras hicieron que me sonrojara.

-Debiste tener un viaje agotador ¿no? Estaba a punto de preparar algo de comer, ¿quieres?

-No te preocupes, estoy bien, y la verdad es que si, fue un viaje agotador, mi padre no entiende que no me agrada viajar por tanto tiempo por temas de su empresa.

-Pero lo hace porque sabe que tú serás quien ocupe su lugar, ¿o estoy equivocada?

-No pero...-suspiró y se sentó en el sofá, parecía preocupado- hace poco recibí el dato de un "negocio" por aquí cerca que trabaja con sicarios- "¿qué?" pensé- y como mi padre es uno de los empresarios más reconocidos, temo que le vayan a hacer algo- este tema me estaba dejando bastante preocupada, ¿cómo se enteró de "el negocio"?

-Pero...me imagino que la policía sabe ¿no?..."la respuesta es no, pero debo tratar de no delatarme"-pensaba desesperada, después de esto no sabía si decirle que yo era parte de ese "negocio".

-No saben nada, no hay investigación, si lo que yo sé, lo sé por una fuente extranjera, cuando estaba de viaje, los guardaespaldas que mi padre me contrató, atraparon a dos tipos que obviamente eran chilenos, eran sicarios y estaban tras de mi por llevar "buena etiqueta", me devolví para comprobar que mi padre estaba bien, porque de ellos saqué la información de que aquí se situaba su supuesto "negocio" y por lo que me dijeron, tienen a una chica involucrada, y que es la mejor sicaria de por ahí, es la que menos huellas deja al momento de matar, jamás la han atrapado.

-¿T-te dijeron el nombre de la chica?-mi corazón estaba a mil por hora, ¿Jeff me descubrió?

-No, ellos no la delataron porque es su admiración, ellos siguen sus pasos como fieles perros-veía su mirada y cada vez la veía más con rabia y desesperación- te juro...que si llego a encontrarla, yo mismo me encargaré de entregarla a la policía...y si le hace algo a mi padre, que no espere salga viva de nuestro encuentro, seré un desgraciado con ella, y me sentiré satisfecho por matarla...

No sé qué tan rápido pasó todo, no era yo quién estaba actuando, la desesperación en mi creció desde el momento en que Jeff me contó que sabía de "el negocio". Tomé el cuchillo que estaba más próximo mío y me abalancé contra él cayendo los dos al suelo.

-¡Alex! ¿¡Qué te pasa!?

Me gritaba y trataba de apartarme, vi su miedo en un momento, pero ya había levantado mi cuchillo, quería darle el golpe final, pero de nuevo esa maldita sensación me invadió. Empecé a llorar mientras lo miraba y él dejaba de forcejear un poco.

-¿Por qué?-pregunté- no lo entiendo...¿¡Por qué tuviste que enterarte de mi trabajo?!

-¿Tú...tú eres la sicaria?-asentí, sus ojos como platos reflejaban la decepción y quizás la rabia en él se desataría pronto.

-Yo soy a quién buscas, pero ya es tarde...en todo este tiempo no me llegó una carpeta con tu nombre...pero ahora que lo sabes...no puedo dejarte ir así nada más.

Mis ojos aun con lágrimas veían su rostro por quizás última vez, el forcejeo se hizo presente nuevamente, pero no fue mucho, levanté mi brazo con ese fiel cuchillo y lo bajé sin más, esperando terminar con lo que alguna vez pude llamar amistad.

* * * * * 

Mi diario manchado en sangreWhere stories live. Discover now