Capítulo 18

6 0 0
                                    

En todo el transcurso del día me enfoqué en buscar salidas, buscar algún elemento que me sirviera de arma, pero debo decir que nada resultó ser útil. Ya me estaba hartando y me moría de hambre, en un intento rezagado abrí unas galletas que saqué de un mueble y me estiré en la cama, iban a ser las 8.30 de la tarde y el día se me había ido otra vez. A eso de las 10.20 de la noche sentí ruidos afuera, me levanté y de a poco me acerqué a la puerta, escuché pisadas, pero a esta hora ¿quién?

-¿Alex? ¿Estás despierta aún? -era Jack, no entendía porqué estaba ahí tan tarde.

-¿Qué quieres? -me apoyé en la puerta- y no tienes permitido decirme Alex.

-Está bien, Alexandra, quiero hacer las pases por lo de hoy en la tarde, así que, ¿Quieres dar un paseo?

-¿Qué pretendes realmente? -solté enojada, me estaba sacando de mis casillas el hecho de que fuera tan bueno conmigo.

-Pues, has estado todos estos días encerrada, debes querer salir un rato -sentí una llave que se metía a la cerradura, pronto la puerta ya estaba abierta y él se hizo presente. No andaba con uno de sus trajes caros como tenía la costumbre de verlo, andaba con una sudadera y unos jeans -No te haré nada, solo quiero salir a andar un rato con alguien.

Es raro pero acepté, caminamos un buen rato sin decir nada, las noches en el desierto son muy agradables y el cielo se ve maravilloso, las estrellas se ven tan cerca que casi puedes tocarlas, sin duda era una linda noche.

Caminamos un buen rato sin decir nada hasta que llegamos a un container, donde él me dijo por donde subir y nos sentamos a charlar. 

-No es por ser mal educada o insistente -empecé- pero no entiendo porqué haces todo esto.

-¿Contigo? -asentí- pues no siempre soy un tipo peligroso, puedo ser persona y a la vez un maniático, una terrible combinación. ¿Y tú que me dices? Hemos andado un buen tramo y no has intentado salir corriendo o darme una golpiza. 

-La verdad es que si quiero salir de aquí, pero siento que me la pondrás difícil, y no te he hecho nada porque contra ti, salgo perdiendo. -Soltó una risa- además, es bueno saber que a pesar de todo puedes ser persona. 

-Pues gracias, eso significa mucho. 

Pasamos horas hablando, cosas triviales, gustos y esas cosas, ya era de madrugada, es increíble como una persona puede tener sus dos mitades, ser persona y no serlo es una mala combinación, creo que otra persona entendía por lo que pasaba yo también. 

-Y dime, ¿Por qué te dedicas a asesinar a hombres importantes? -habíamos llegado demasiado lejos a mi parecer.

-Eso no es algo que necesites saber.

-Entonces, ¿Puedo preguntarte sobre ti? ¿De dónde eres? ¿Tu edad? ¿Has estudiado algo?

-¿Por qué te interesa saber tanto de mi? Ni los más cercanos saben cosas. Solo saben lo que necesitan saber -Abracé mis piernas y una extraña sensación de tristeza me invadió, y él lo notó.

-Pues lo pregunto porque al parecer no somos tan distintos -suspiró- vengo de una familia de negocios y bien posicionada, mi padre es un exitoso empresario, mi madre corredora de bolsa, tengo un hermano menor que es muy distinto a mis padres y a todo lo que se cree -"Es un idiota" pensé- Según la tradición familiar el hijo mayor debe seguir con todo el rollo de las empresas, pero eso no es para mi. Debo admitir que no estoy en los mejores pasos, pero si lo hago es porque mi padre me cree un inútil. Yo quería estudiar Medicina, algo relacionado a la salud, salvar vidas, no arrebatarlas, pero él me quería obligar a estudiar algo que tuviese que ver con los negocios. 

-¿Medicina? Nunca lo hubiese esperado -me sonrió.

-Lo sé, así que cuando tuve la oportunidad me marché de casa, hice amistades que me llevaron a esto, y ahora son un peligro para la sociedad, tengo mucho dinero, reputación entre bandos y mafias, quisiera que él viera que no soy un inútil. 

-Pudiste habérselo demostrado de otra manera, no manchándote las manos.

-¿Qué me dices tú? Digamos que lo que tú haces, no se queda para nada atrás con todo lo que yo hago. -"Rayos, es verdad" pensé.

Mi diario manchado en sangreWhere stories live. Discover now