AMATISTA (Editando)

Capítulo 35: ¿Futuro?

El sentimiento de terror se impregnaba por todo el interior de su cuerpo.
Dana acababa de presenciar una serie de eventos tan reales que aún no lograba reaccionar.

Definitivamente el Aguamarina era la causa de aquellas visiones, porque nada de eso había ocurrido en la realidad sino que parecía estar sólo dentro de su cabeza.

«¿Acaso esta piedra te puede mostrar el futuro?» se preguntó la joven mientras regresaba dicho objeto a su sitio.
Cerró la caja de madera y no dejaba de parpadear al recordar cada detalle de aquellos eventos.

El siniestro rostro de aquel hombre calvo, la sangre en aquellas manos ajenas, Ander herido y Ethan...

-¿Cómo está Crystal? -preguntó Carla entrando a la habitación con dos tazas de té y sacando a la chica de sus pensamientos.

-Em... Espero que bien. -respondió Dana agarrando una de las tazas. -Espero lleguen a tiempo. -agregó preocupada.

-Lo harán. -dijo Carla bebiendo un poco de té, observando al ser mágico que aún yacía dormido.

-¿Para qué es el Aguamarina?-se atrevió a preguntar la menor de las dos.

-Dicen que te permite ver lo que cree que necesitas ver. -respondió la mujer recordando los detalles de uno de los tantos documentos que Óscar le había provisto. -A veces algo que pasó u otras lo que va pasar. -añadió.

-O sea que te puede enseñar el futuro. -murmuró la chica con la taza en sus manos.

Carla asintió con su cabeza.

-Pero creo que no es bueno enterarnos de esas cosas. -opinó libremente la mayor.

-¿No te gustaría saber qué le pasó al papá de Ethan? -preguntó alzando levemente una ceja.

-Sí. -respondió Carla. -Pero la piedra sólo me lo diría si ella considera que es necesario. -agregó

-Yo creo que lo es...-dijo Dana encogiéndose de hombros y volvió a beber de su té.

El timbre sonó por toda la casa y Carla rápidamente se dirigió a abrir.

«Definitivamente ví el futuro» pensaba Dana.

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-¡Ey, tranquilo! -decía Óscar intentando calmar al muchacho frente a él.

-¿Tranquilo? -murmuró el chico con su mirada algo perdida. -Óscar yo...-tragó saliva antes de continuar. -...No puedo controlar este odio que siento. -explicó.

El castaño mayor observaba a Ethan intentando comprender la razón de su fuerza y extraños comportamientos. Allí recordó al Bajang, quien parecía saber mucho sobre el tema.

-Ethan necesito que confíes en mí. -dijo el ojos esmeraldas tomando al joven de ambos brazos. -Volvamos a tu casa con Kate. Revisemos que Crystal esté bien y después intentamos ver qué pasa con vos. -propuso mirándolo fijamente a la cara.

El joven de cabellos castaños observó la mirada fija del adulto frente a él, pero no puso atención en sus palabras. No porque no quisiera sino que aquellas parecían no tener significado alguno y las escuchaba con lejanía.

-¿Me estás escuchando?-preguntó Óscar al no obtener respuestas del chico.

Ethan lo apartó ligeramente de su lado y luego oyó un sonido latente. Aquel era como el palpitar de un corazón, el cual iba elevando su volumen hasta comenzar a aturdirlo.

-¡¡Aaaaahg!! -gritó el chico mientras cubría sus oídos para dejar de oír tan molesto ruido.

-¿Ethan? -decía el contrario al ver su expresión de intolerancia, pero él no podía oírle.