Los vampiros no pudieron evitar que Darién active el Aguamarina, en cuestión de segundos una luz blanca que iluminó toda la habitación se desprendió de la piedra. Cada uno de los jóvenes se cegó por unos segundos.
—¿Qué ocurrió? —preguntó Ámbar una vez que abrió los ojos, aquel resplandor se había desvanecido.
—Darién está teniendo una visión del Aguamarina. —respondió Min.
El colorado se hallaba inmovilizado, de pie, con la piedra en su mano y la mirada perdida.
—¿Y eso es malo? —habló nuevamente la rubia, preocupada. —Tenemos que hacer algo. —agregó, pero Ander la frenó antes de que se acercara al chico.
—No podemos. —exclamó el vampiro de ojos grises. —El Aguamarina lo eligió para enseñarle algo, no hay que cortar ese vínculo. Tal vez es importante. —explicó a la chica.
Dana permaneció en silencio, escuchando lo que decía Ander e intentando buscar alguna razón por la cual la piedra eligió enseñarle aquellas imágenes que aún rondaban en su mente.
—Será mejor que esperemos. —dijo Crystal bajando de la cama.
Ámbar miró al ser mágico y luego a los vampiros, los tres estaban serios, parecían seguros de lo que hacían.
—De acuerdo. —se rindió la rubia, después de todo ellos son los expertos.
Fue en ese momento que notó a Darién abrir su boca, parecía impactado con lo que sea que la piedra le había enseñado.
—¡¿Estás bien?!—preguntó casi a los gritos Dana, abrazando a su mejor amigo.
—Sí...—murmuró el pecoso atrapado entre los brazos de la rizada.
—¿El Aguamarina te enseñó algo? —le interrogó Min apenas ambos humanos se separaron del abrazo.
Ámbar y el resto de los presentes miraban al colorado, esperando que diera alguna respuesta.
Darién sacudió levemente su cabeza y después de un suspiro al fin respondió.
—¡Sí!—dijo en voz alta y dejó la piedra en la caja. —Chicos no van a poder creer esto, pero ví a Radomsky. —agregó con emoción.
Ander frunció sus cejas mientras escuchaba «¿Por qué el Aguamarina le enseñaría a mi padre?» se preguntaba.
—¿Y cómo era? —preguntó Dana, buscaba comprobar si el hombre de su visión también era él.
—Eso da igual. —interrumpió Ander antes de que Darién respondiera a su amiga. —¿Qué viste sobre mi padre?—interrogó.
—Bueno él...—respondió Darién intentando recordar. —Creo que tenía a alguien prisionero y no quería que te enteres. —continuó dirigiéndose al joven Radomsky.
—¿Quién podría ser? —se preguntó Min en voz alta, llevando su mano hasta su barbilla de manera pensativa.
—Podría ser cualquiera. —dijo de mala gana Ander. —Él me oculta todo. —agregó con algo de furia cruzándose de brazos.
Ámbar lo miró algo apenada, no importa que tan furioso quiera aparentar sus ojos delataban su dolor.
—¿Y no viste nada más? —continuó el interrogatorio Crystal, llena de intriga.
—Vi al prisionero. —respondió Darién.
Todas las miradas se dirigieron a él.
—¿Te acordás cómo era? —preguntó Ámbar mirándolo fijamente a los ojos.
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AMATISTA (Editando)
FantasyLa amatista, la Esmeralda, el Cuarzo rosado, la Aguamarina, el Jade, la Obsidiana, la Hematita, el Ámbar y por último la Fluorita. Todos fragmentos de minerales duro que se usaron para abrir un portal entre dos mundos. La realidad en la que vivimos...