Capítulo 38: Revelaciones (parte 2)

82 23 148
                                    


Frente a una situación inconclusa donde nadie sabe con exactitud lo que pasó realmente, existe la enorme esperanza de algún día resolverlo.

Pasas días y noches esperando respuestas, una noticia que calme el dolor.
Vivís tu vida deseando que por favor las cosas mejoren.

Esto puede pasarle a cualquiera, quizás es un familiar internado, un amigo desaparecido o un accidente con presuntos muertos.
Momentos desesperantes donde la esperanza es lo último que se pierde, pero hay plazos para todo.

Al principio todo el mundo lucha, luego sólo los cercanos y al final sólo estás vos. Vos que no perdiste la fe.
Los intentos no son eternos, las personas se cansan o entienden que es momento de continuar, pero siempre hay alguien que no tiene límites como Ámbar.

Ámbar se fue de la casa de su madre cuando ésta aceptó la muerte de su padre, muerte a la cual la joven se negaba rotundamente. Sabía que su padre continuaba vivo, una parte de ella podía sentirlo.

Cuando Darién exclamó aquellas palabras la angustia y felicidad recorrieron todo el ser de la rubia. No perder la esperanza se sintió como algo que realmente valió la pena.

Era difícil no llorar porque jamás imaginó que su padre sería un prisionero de Radomsky, pero eso sólo indicaba una cosa, él logró viajar al Mundo Amatista aquel lugar que investigó por años.

Por otro lado, Óscar fue otro a quien la noticia le pegó fuerte. Su mejor amigo estaba vivo y en otro mundo, lugar que en principio sólo era una hipótesis.
El castaño más que feliz se sintió triste, si José viajó entonces sí mintió y ocultó cosas durante todo este tiempo. La pregunta era ¿Por qué? ¿Qué razón existía para hacerlo?

—¿Ámbar, estás bien? —preguntó Crystal al ver como las lágrimas recorrían el rostro de la morena que permanecía de pie procesando la reciente revelación.

—Hay que ir a buscarlo. —exclamó al poco tiempo la rubia con una sonrisa leve en su rostro.

Ander comprendió que su amiga sólo intentaba ser fuerte ante las circunstancias y odiaba que su padre fuera el culpable de su dolor.

¿Qué cosa de importancia podría tener el padre de Ámbar para convertirse en prisionero de Radomsky?

Probablemente nada, Erik solía hacer lo que sea con tal de ganar más y más poder.

—Pero todavía no tenemos todas las piedras. —dijo Carla en tono triste. —Y tenemos que hallar a mi hijo. —les recordó.

Era cierto, Ethan, otro clavo suelto en todo este caos.

—Tienen los fragmentos de Aguamarina, Hematita, Esmeralda, Cuarzo Rosado, Amatista, y las piedras de Ámbar y Jade. —habló Ismael. —Es cierto que les falta el fragmento de Obsidiana, pero con la resina amarilla y el mineral verde de Crystal pueden encontrar la Fluorita. —explicó rodeando los ojos. —No sé por qué no aprovechan sus beneficios. —agregó con fastidio.

—Porque no confiamos en miembros del Clan. —respondió Ander antes de que los demás pudieran decir algo.

A decir verdad, ninguno de los humanos pensó en aquella posibilidad.

Crystal se sintió apenada al respecto, el vampiro de cabellos oscuros lo supo desde el primer instante en que la vió. Ella ocultaba algo y ahora el lado más oscuro de sus secretos salió a la luz, pero no todo era como parecía ya que una gran parte del ser mágico también quería detener a Radomsky.

—¡Ander! —gritó Min saliendo de la habitación junto a Dana. —¡Tengo que decirte algo importante!— agregó una vez a su lado.

—No es momento. —dijo el vampiro más alto. —Mi padre tiene secuestrado al papá de Ámbar, debemos viajar a nuestro mundo cuanto antes. —le explicó.

AMATISTA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora