Capítulo 34: Bruja Adze

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Luego de un breve silencio en dónde Óscar y Ethan se debatían entre decir algo o no, el Alp aprovechó su apariencia de gato para irse del lugar. 

—¿A dónde vas? —soltó Kate como si el animal pudiera entenderla y con intenciones de ir a por él.

—Yo voy a buscarlo. —exclamó Ethan adelantándose a la morena, dejando solos a los adultos.

Al salir de la cocina, el joven Blud pudo ver que el felino subió por las escaleras de caracol que llevan a la parte superior de la casa y lo siguió, desde el comienzo le daba mala espina. 

Al llegar al largo pasillo -de arriba- pudo ver al gato parado junto a la última puerta del lugar, era como si lo estuviera esperando.

El castaño se acercó hasta este, a pasos lentos, pero el animal se adentro en la habitación aprovechando que la puerta estaba entreabierta.

 Ethan entró al lugar. No tuvo tiempo de encender la luz porque apenas ingresó se encontró con la figura de un hombre, a quien no pudo distinguir demasiado.

—¿Quién sos? —preguntó con valentía mientras observaba su vestimenta oscura y que llevaba un sombrero.

—Soy Lucas. —respondió el hombre frente a él. 

Lucas estaba parado junto a la ventana, el lugar yacía a oscuras apenas se podían ver algunos muebles -como la cama.- 

—¿Y qué hacés acá? —continuó el interrogatorio, Ethan.

Estaba seguro de que ese hombre era el   gato que se encontraba con Kate, aunque no tenía idea de si la morena sabía su verdadera identidad.

—Quiero ser tu amigo, Ethan. —respondió con una sonrisa de lado, Lucas 

Ethan permaneció de pie frente a ese hombre, su presencia provocaba que pudiera percibir una gran oscuridad la cual le daba escalofríos y a su vez le causaba un enorme sentimiento de odio.

—No me interesa ser amigo de ningún demonio. —habló el joven intentando controlar su ira. 

No podía evitarlo, cuánto más tiempo miraba a aquel hombre más grande era el sentimiento y la oscuridad que percibía.

Ethan recordó que no era la primera vez que le pasaba. Antes tuvo un episodio similar, aquella vez en que Ámbar creyó estar frente a su padre cuando en realidad se trataba de un ALP.

«¿Podría ser nuevamente él?» pensaba.

—Tranquilo muchacho. —exclamó el demonio frente a él. 

Al juzgar la mirada del chico, supuso que ya se había percatado de que él era un Alp, no dejaba de mirarlo con desprecio.

—Deja de mirarme de esa forma. Yo soy el único que puede ayudarte. —agregó acercándose al castaño.

—¿Ayudarme? —repitió el joven. —Crystal está por morir ¡Todo es tu culpa!—dijo con rabia.

—Oh..¿Te refieres a ese ser mágico? —se hizo el desentendido el Alp. —Tranquilo, en estos momentos tu amiguita Ámbar debe haber hallado otra de esas piedras. —agregó en cuanto se detuvo frente al chico. —Verás, para mí es importante tener un Jade porque necesito hallar la Fluorita cuanto antes. No tuve otra alternativa. —continuó diciendo.

Ethan fulminaba con su mirada a aquel tipo elegante. Según la información, dentro del diario de José, un Alp era de los demonios más astutos y poderosos. Motivos por los cuales el joven luchaba en su interior por mantener la calma. La impulsividad no puede detener a la astucia.

AMATISTA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora