Capítulo 19.

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Nos encontrábamos en un gran patio de lo que parece una escuela, pero muy antigua y me pregunto cómo hacen para mantenerse ya que son muchos niños los que están jugando.

–¿Cómo hacen para mantener este lugar? – pregunto mirando todo a mi alrededor.

Realmente es un lugar agradable a la vista con muchos colores y juegos a su alrededor, pero aun así puedes sentir ese aire nostálgico o abrumador. Puedes ver algunas chicas y chicos sentados mirando todo a su alrededor con odio o esperando que lo peor suceda, pero no los culpo, porque la vida no ha sido justa con ellos.

–Tenemos un poco de ayuda, algunas donaciones y...

–Papá y mamá organizan un baile de beneficencia para el orfanato una vez al año – agrega Asher.

Yo asiento.

–Claro... pero ¿El resto del año quedan en el olvido? – no puedo evitar hacer una mueca.

La señora Olson se queda en silencio y Asher alza sus cejas claramente divertido con mi pregunta. Sin poder evitarlo mis mejillas se sonrojan fuertemente y le doy un breve apretón a la mano de Asher.

–¡Dios! Lo siento mucho, yo no quise... – niego con mi cabeza. –Eso se escuchó muy mal, me disculpo – murmuro avergonzada.

Asher aprieta sus labios reprimiendo una risa y por venganza le pellizco la mano. Me mira con los ojos entrecerrados.

–No se preocupe – me sonríe.

Yo asiento aun sonrojada.

Nos detenemos en algún punto del patio de este lugar. La señora Olson llama la atención de los niños aplaudiendo.

Asher se acerca a mí.

–Me debes una, eso dolió – susurra en mi oído.

Parpadeo varias veces en un gesto inocente.

–No sé de qué me hablas – sonrío.

Él entrecierra sus ojos hacia mí.

–¡Niños! ¡Dos personas han venido a visitarlos! – exclama la señora Olson.

Todos los niños miran en nuestra dirección, algunas niñas gritan demasiado fuerte haciendo que me sobresalte al igual que Asher, otros niños comienzan a correr en nuestra dirección. Algunos de los grandes también sonríen en mi dirección o en la de Asher y algunas chicas solo ruedan sus ojos en nuestra dirección.

Es realmente emocionante ver como los niños se colocan alrededor de Asher y comienzan a hacerle muchas preguntas. Por un momento pareciera que lo abruman, pero rápidamente se recupera y toma entre sus brazos a un niño que pareciera tener unos 5 años.

No sé por cuanto tiempo me quedo mirándolo fijamente hasta que siento a alguien tirar de mi pantalón. Bajo mi vista y veo de una niña pequeña mirándome con sus ojos muy abiertos, es increíble el alivio que siento cuando veo que tiene buen peso, su cabello es dorado y sus ojitos de color miel, su piel es blanca y sus manos son muy pequeñas.

Me agacho para quedar de su tamaño y le sonrío.

–Hola, cariño ¿Cuál es tu nombre? – le pregunto.

Ella sonríe tímida.

–Sophie – susurra.

–Es un hermoso nombre, yo me llamo Madeleine, pero no es tan genial como el tuyo – hago una mueca de tristeza.

Ella abre sus pequeños ojitos asustada y niega con su cabeza.

–¡A mí me gusta! – exclama. –¿Eres una princesa? – pregunta ladeando su cabecita.

La reconquista del príncipe [#2] NUEVA EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora