Capítulo 4.

4.9K 407 95
                                    

Asher Middleton.

31 de agosto, 2017.

Mi humor era peor que el de otras veces.

Ni idea porque, incluso intente ir a cabalgar y mi estrés definitivamente no disminuyo, ni siquiera Perseo me soportaba, porque no quiso hacer nada de lo que intentaba que hiciéramos.

Así que ahora me encontraba en mi oficina sin saber qué demonios hacer.

Definitivamente todo esto era por mi cumpleaños.

No me encantan, tampoco los detesto, pero este claramente lo detestaba.

Y cuando Alana entra a mi oficina solo se vuelve peor, no entiendo porque insiste tanto en que pasemos tiempo juntos, le he explicado que no siento nada por ella, que todo esto es solo por deber. Pero aquí esta, intentando una vez más que pasemos tiempo juntos por mi cumpleaños.

–Alana no estoy de humor para ir a un parque de atracciones – le digo.

–Es tu cumpleaños... hace días que no hacemos nada juntos – murmura Alana. –Por favor, cariño – insiste.

Suelto un bufido sabiendo que no dejara de molestar hasta que acepte lo que ella me está pidiendo.

–Está bien – mascullo.

Ella da un agudo chillido y se acerca a mí para dejar un beso en mi mejilla. Hago una mueca en respuesta.

–Va a ser tu mejor cumpleaños – dice con seguridad.

Ya quisiera.

++++++++++++++++++

Estábamos en el parque de atracciones, este lugar esta lleno y me ponía los jodidos nervios de punta ver tanta gente hablando de diferentes temas.

Miro a mi alrededor y tanta felicidad comienza a asfixiarme. Alana tira de mi mano y prácticamente me obliga a subir a la montaña rusa. La verdad todo esto solo empeora mi humor, pero sabía que Alana seguiría insistiendo, así que debía aceptar lo que me pidiera para poder salir de esto rápido y intentar saber como quitarme este mal humor de encima.

–Recuerda que mañana debemos ir a la universidad para hacer eso de la donación, tu padre te lo pidió – menciona Alana.

O tal vez no pueda quitarme este mal humor de encima.

Asiento en respuesta.

–Iremos en la tarde, por la mañana tengo cosas que hacer – respondo.

Ya nos encontrábamos un poco alejados de la rueda de la fortuna cuando Alana me detiene.

–Hay algo que quiero que tengas – dice Alana comenzando a buscar algo en su bolso.

Niego con mi cabeza.

–No creo que sea una buena idea... – digo, pero Alana me interrumpe.

–Esta es la joya de mi familia y es muy importante para mí que la tengas hasta el día que nos casemos...

Mis hombros se tensan ante el recordatorio de que nos casaremos.

–Alana... – intento detenerla.

Esto no debería estar pasando, ella lo está haciendo real cuando solo es un trato de hicieron nuestras familias.

–De verdad es muy importante para mí – insiste tomando mi mano y deja la caja sobre ella.

Aprieto mis labios y termino asintiendo, la gente comienza a mirarnos y no quiero armar una escena. Guardo la caja en mi bolsillo.

La reconquista del príncipe [#2] NUEVA EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora