Capítulo 18.

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10 de enero, 2018.

–¿Aquí es donde siempre vienes? – pregunto mirando el enorme hipódromo.

Asher lleva su mano a mi cintura y asiente cuando lo miro.

–Este lugar es hermoso – susurro y me sobresalto cuando un fuerte relincho nos recibe apenas entramos a los establos.

Escucho una suave risa venir de Asher y mis mejillas enrojecen de vergüenza.

–Me ha asustado – me quejo.

Asher vuelve a reírse y se encoje de hombros deteniéndose frente a un enorme caballo de pelaje negro, yo mantengo mi distancia del animal, porque me asusta demasiado su tamaño.

–A Perseo no le gustan las personas nuevas – responde Asher. –Tiende a ponerse inquieto, así como ahora – toma algo raro con lo que comienza a cepillarlo.

Yo asiento en silencio con mi mirada fija en el caballo.

–Además esta frustrado porque hay una yegua que lo ignora – comenta.

–¿Es eso posible?

Asher se encoje de hombros.

–Ella lo hace – es su respuesta.

–¿Cómo comenzaste a cabalgar? – le pregunto envolviendo mis brazos a mi alrededor, mientras lo miro cepillar a su caballo, que finalmente luce relajado.

–Siempre lo hice, solo que no era un hobby para mí – responde concentrado en lo que hace. –Pero después de regresar de mi entrenamiento, necesitaba mantener mi mente ocupada, así que comencé a cabalgar y adopte a Perseo, lo habían abandonado, así que lo cuide hasta que se convirtió en esto... por eso no le gustan las personas nuevas, desconfía de todo – comenta Asher.

–Confía en ti – acoto.

Él asiente acariciando la melena de Perseo.

–Porque cuide de él cuando nadie más lo hizo – es su respuesta.

Lo miro fijamente notando la comodidad en ambos, lo que me hace pensar en que ambos se encontraron cuando más se necesitaban. Lo que me hace sentir feliz, Asher no estaba solo.

–Hola – aparece una chica saludando a Asher.

Asher le asiente y le sonríe por unos segundos, es entonces cuando la chica nota mi presencia, lo que hace que me tense por unos segundos hasta que ella me sonríe con amabilidad.

–Hola, soy Samantha, la cuidadora de Perseo – se presenta con voz suave.

Le sonrío mirando a Asher que me mira fijamente.

–Soy Madeleine – respondo. –Un gusto conocerte – aseguro.

Entonces Perseo se desespera al ver a Samantha, ahí es cuando me doy cuenta que detrás de ella esta la razón por la que Perseo se desesperó tanto.

–Creía que la yegua seria cambiada de lugar – dice Asher saliendo de la pesebrera.

Frunzo el ceño mirando a la yegua.

–¿De donde viene esta yegua? – pregunto.

Samantha me mira.

–Mmm, no estoy muy segura, pero viene de estados unidos – responde. –Su dueña se apellida Taylor... ¿Morgan Taylor?

Suelto un jadeo y suelto una pequeña risa, pero antes de que pueda hablar me interrumpen.

–¿Qué haces aquí, Samantha? – pregunta un tipo luciendo muy enfadado con la pobre Samantha.

La reconquista del príncipe [#2] NUEVA EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora