10 de noviembre, 2017.
Hoy no me sentía bien.
Tenía náuseas y realmente no tenía muchas ganas de comer, así que por eso cuando Jaden llega con un desayuno a mi departamento le hago una mueca.
–Quita eso de mi cara – le pido llevando una mano a mi estomago cuando vuelvo a sentir las náuseas.
Jaden me mira confundido.
–¿Qué pasa? – pregunta y deja el desayuno en la cocina.
Hago una mueca y me voy al sofá.
–Estoy enferma del estómago... he tenido náuseas toda la mañana – digo.
Jaden asiente mirándome fijamente.
–¿Comiste algo que te hizo mal ayer? – pregunta entrecerrando sus ojos.
Me encojo de hombros y me levanto para tomar mis cosas.
–No desayunare hoy – digo.
Él asiente con lentitud y vuelve a entregarme el desayuno.
–Tenlo, lo necesitaras – dice. –Es un café con unas medialunas – me lo entrega.
Hago una mueca.
–No quiero café... ¿Podríamos parar por un té? – le pregunto mordiendo mi labio.
Jaden me mira confundido.
–Madeleine... tu odias el té – dice confundido.
Frunzo el ceño.
–Me duele el estómago... ¿Cómo se supone que voy a tomar café? Además, quiero probarlo – murmuro.
–Está bien... pararemos por un té – dice.
–Y unas tostadas – agrego.
–Y unas tostadas – rueda los ojos.
Yo solo le sonrío y hablo con Maggie por un rato.
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Las clases no estaban yendo muy bien, he estado mareada y al estar alrededor de tanta gente solo hacía que las náuseas aumentaran aún más.
Así que esa es la razón por la que debía volver a casa temprano, no estaba segura de que realmente fuera a soportar más horas de pie con tantos mareos.
Me detengo cuando veo a Zack.
Mi primer instinto es sonreírle y acercarme a él.
–Hola, Zack, hace mucho tiempo que no nos veíamos – digo sonriendo.
Él asiente y besa mi mejilla.
Mi segundo instinto es recordar que puede que Asher este aquí.
–¿Él está aquí? – pregunto.
Él asiente.
–Me entere que fuiste con Jaden a Chicago – dice.
Yo asiento con rapidez sabiendo que debo irme de aquí antes de que Asher aparezca.
–Tu no crees toda lo que dijeron en las revistas ¿Verdad? – le pregunto.
–Yo no lo creo... pero Asher lo creyó, como por cinco minutos – indica con su cabeza.
Cierro mis ojos.
–Está detrás de mí – susurro.
No fui tan rápida como deseaba.
–¿Qué haces aquí? – pregunta el antes mencionado junto a su prometida.
Ella me da una mirada de arriba abajo antes de posar un mano en el pecho de Asher y mirarme por el rabillo de su ojo.
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La reconquista del príncipe [#2] NUEVA EDICIÓN
RomansaAmbos corazones están rotos. Uno por una mentira que ella dijo. El otro porque tuvo que abandonar al hombre que ella amaba por proteger a su familia y evitar que él dejara el trono. Aun si eso significaba romper ambos corazones en el proceso. Ya ha...