Madeleine Hannover.
30 de octubre, 2017.
Ya había pasado un mes.
Y realmente cumplimos nuestra palabra.
Esa fue la ultima vez que nos vimos.
Esta era mi semana de descanso y Realmente sentía que la necesitaba, porque mi último encuentro con Asher no sale de mi cabeza en ningún momento. Recordarlo me dolía y sentía como si me quemara.
Esta vez era en serio, todo había acabado.
Mis clases no eran la gran cosa, pasaba gran parte de mis noches sola dibujando el rostro de Asher una y otra vez, mientras veía como se paseaba de la mano de Alana.
Aunque desde aquella vez que escuche como le decía a Jaden que se había resignado y aceptado que esa era la vida que le toco, solo hace más difícil verlo con ella sabiendo que no es para nada feliz.
Así que la verdad no he hecho gran cosa en este mes.
–¿No quieres ir a Chicago conmigo? – le pregunto a Jaden ordenando mi maleta.
Él me mira por un momento y se encoje de hombros.
–Tal vez – dice. –¿Solo estará tu familia? – pregunta.
–Si, también estarán mis primos que estudian en Chicago, pero mi prima vendrá a Londres conmigo cuando empiece el segundo trimestre – menciono.
Él me mira interesado.
–¿Sí? ¿Qué es lo que estudia? – pregunta.
–Gerencia y está en su primer año – lo miro con los ojos entrecerrados.
–Solo curiosidad – se encoje de hombros.
Yo asiento.
–¿Vienes o no? – pregunto.
Él sonríe pícaramente y asiente.
Lo miró fijamente.
–¿Has hecho kickboxing alguna vez? – le pregunto.
–Suelo ir al gimnasio, pero no, nunca lo he hecho – dice.
–Cuando vayamos a Chicago, te enseñare – propongo.
–¿Sabes hacer kickboxing? ¿Así toda sudada y sexi? – pregunta.
Suelto una risa, pero asiento.
–Si ¿Cómo crees que me distraje todo este tiempo lejos de Londres?
Él me mira ofendido.
–Creí que yo fui tu método de distracción, estoy levemente ofendido.
Suelto un bufido y decido ignorar lo que me está diciendo.
31 de octubre, 2017.
–¡Me alegra saber que están aquí! – dice Maggie cuando nos ve en el aeropuerto.
Yo le sonrío y me acerco a abrazarla.
–Espero no ser una molestia – dice Jaden saludando a Maggie.
Ella suelta una risa.
–No te preocupes, nos sobran habitaciones... ni siquiera notaremos que hay una persona más – dice.
Suelto una pequeña risa.
–No lo retes a hacerse notar, Maggie – respondo.
Jaden me da un empujón de broma y yo se lo devuelvo, pero me tenso cuando noto que hay periodistas tomándonos fotos.
ESTÁS LEYENDO
La reconquista del príncipe [#2] NUEVA EDICIÓN
RomanceAmbos corazones están rotos. Uno por una mentira que ella dijo. El otro porque tuvo que abandonar al hombre que ella amaba por proteger a su familia y evitar que él dejara el trono. Aun si eso significaba romper ambos corazones en el proceso. Ya ha...