Capítulo 2.

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Asher Middleton.

29 de mayo, 2017.

Camino por las calles de Londres hasta que suena mi celular.

–¿Quién es? – pregunto.

Hola, hermanito. Me encanta como te preocupas por mí – murmura Gabrielle.

Ruedo mis ojos y rasco mi barbilla.

–¿Qué quieres? – pregunto.

¿No estás ocupado? – pregunta.

–No – es mi respuesta.

Excelente, porque necesito que vengas por mí al aeropuerto – murmura.

Aprieto el puente de mi nariz y suelto un bufido.

Lo que me faltaba, no solo acabo de ir a dejar a Alana al aeropuerto, si no que tendría que volver una vez más.

–Está bien, estaré allá en unos minutos – corto la llamada.

Me doy la vuelta y camino para ir en busca de Zack y nos lleve al aeropuerto.

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–Es que yo no sabía que mi chofer tendría que ir con mamá, Asher – masculla.

Asiento.

–Te escuche las primeras tres veces que lo dijiste – respondo.

–¡Pero es que no me respondes, Asher! Yo no sé en que momento te volviste así...

En el momento que todos decidieron pretender que lo que paso hace un año, nunca sucedió, cuando yo no puedo olvidarlo.

Solo miro a Gabrielle esperando que pare un poco con su parloteo, pero eso es demasiado pedir, razón por la que ella sigue hablando sin parar.

–Debemos ir por mis maletas – me recuerda.

Asiento y vamos a buscar sus maletas.

–¿Jaden? – pregunta Gabrielle.

Me detengo abruptamente.

Genial, mi día solo va mejor.

–Gabrielle – dice Jaden y le sonríe.

Yo solo asiento con mi cabeza a modo de saludo y él hace lo mismo, así que voy por las maletas de Gabrielle ya que ella se quedó hablando con Jaden.

–¿Dónde estabas? – le pregunta ella.

Jaden se queda en silencio y me mira por unos segundos.

–En Chicago – es su respuesta. –Me quede por unos días – murmura.

Era su cumpleaños, ni siquiera me extraña su respuesta.

–Ten – le entrego sus maletas a Gabrielle. –Ya es hora de que nos vayamos – digo entre dientes.

Gabrielle solo me mira con el ceño fruncido, pero yo la ignoro.

–Me alegra haberlos visto y saber que los dos están bien – dice Jaden.

Un bufido mezclado con una risa se me escapa Antes de que yo pueda detenerlo.

–Si, seguro – mascullo.

–No tienes por qué ser un imbécil conmigo – espeta, Jaden. –Sé perfectamente que ya no soy de tu agrado.

Me volteo, Gabrielle solo nos mira a ambos sin decir nada.

–¿Entonces porque demonios sigues aquí?

–Porque tu hermana me saludo – responde.

–No es tan difícil saludar y largarse – es mi respuesta yéndome a la salida del aeropuerto.

La reconquista del príncipe [#2] NUEVA EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora