Capítulo 23.

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20 de abril, 2018.

De mal en peor.

Así es como va mi humor con toda esta situación.

Mi trimestre ya acabo, solo debía asistir a algunas clases, pero tras un poco de esfuerzo pude dejar un tiempo libre para volver a Chicago antes de que tuviera que regresar a dar mis exámenes.

Y el simple hecho de que toda esta situación entre Asher y Alana con esta última no accediendo a una prueba de paternidad no ayuda que me pueda concentrar en hacer todos mis proyectos realmente.

Asher y yo estamos en un difícil momento en donde ninguno de los dos sabe cómo afrontar esto. Él solo dice que no importa lo que pase, que quiere estar conmigo y yo no sé qué responderle a eso, porque en el fondo él sabe que, si es el padre, nuestra relación tendrá un quiebre aún más grande.

A veces Asher viene a mi departamento, pero por alguna razón ambos al estar estresados terminamos discutiendo por cosas muy estúpidas.

Somos dos bombas a nada de explotar.

Gabrielle ha intentado convencerme de que nada tendría que cambiar entre Asher y yo si resulta que el si será padre.

¡Pero nadie lo comprende! Asher no puede simplemente desconocer a su hijo por mí, especialmente si eso traerá consecuencias negativas para él y su familia.

Y tampoco sé si puedo hacer las paces con la idea de que Asher y Alana tenga un vínculo de por vida después de todo lo que ella me hizo.

06 de mayo, 2018.

¡Un mes!

Un maldito mes ha pasado y la situación no ha mejorado.

No sé cómo es que lo han hecho, pero nadie se ha enterado de la presencia de Alana en el país y del embarazo tampoco.

Mis exámenes en la universidad estaban comenzando y no terminaría hasta finales de mes.

Alana sigue sin acceder a una prueba de paternidad y eso nos tiene a todos de los nervios y cuando digo a todos me refiero a todos. La abuela de Asher está a nada de querer echarla del palacio, pero se contiene porque eso se puede divulgar y estaría mal visto.

¡Incluso la madre de Asher esta aburrida de Alana! ¿Quién lo diría?

¿Cómo sé todo esto? Gabrielle se ha vuelto mis ojos y oídos en el palacio.

Me detengo frente al palacio y los guardias me guían hacia la entrada ya que esperaban mi visita. Me detengo frente a la puerta en donde me dirigió Gabrielle hasta hace unos minutos.

Vamos tú puedes, Madeleine... solo se lo dices y ya.

Toco la puerta y escucho un pase.

Abro la puerta y veo a Asher sentado frente a un escritorio, con la cabeza entre sus manos mientras lo sacude con un aire muy frustrado.

–¿Estás bien? – le pregunto preocupada.

Él levanta la vista y un brillo se apodera de sus azules ojos. Se encoje de hombros.

–Alana nos está haciendo la vida imposible, tengo un montón de reuniones y deberes que atender en distintos países... mi novia lleva un mes prácticamente ignorándome y espiándome a través de mi hermana – me mira con los ojos entrecerrados. –Así que si ¡Estoy de maravillas! – levanta los brazos.

Una punzada de culpabilidad se apodera de mí cuando menciona el hecho de que lo he ignorado por un mes.

Me acerco y tomo su rostro entre mis manos y lo obligo a mirarme fijamente.

La reconquista del príncipe [#2] NUEVA EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora