Madeleine Hannover.
30 de diciembre, 2017.
Asher no ha vuelto a responder mis llamadas.
Ni mis mensajes.
Ni nada de lo que esté relacionado conmigo.
He hablado con Gabrielle y ella dice que solo debo darle tiempo a Asher para que pueda procesar todo y así podamos hablar de esto con calma los dos, dijo que él había dicho que no quería hablar conmigo porque podría salirse todo de control y ese mismo día se fue a Londres.
Suelto un suspiro y bajo las escaleras para encontrarme a Ada con el celular en su oído completamente sonrojada y con una gran sonrisa en sus labios.
Me acerco lentamente a ella sin que se dé cuenta de que lo hago.
–No... yo no estoy... ¡Oh, cállate! – exclama.
Sin poder evitarlo suelto una risa sobresaltándola haciendo que su celular caiga al suelo.
–¡Oh por dios! Lo siento, no fue mi intención asustarte – le digo tomando el celular y mirando que no esté roto.
Suelto un suspiro aliviada cuando veo que no tiene nada.
–¿Con quién hablas? – le pregunto entregándole su celular.
–Con nadie – dice para irse rápidamente al segundo piso a su habitación.
Me encojo de hombros y voy a la sala. Drew me sonríe y me hace espacio en el sofá.
–Solo estamos nosotros tres, todos fueron de compras para la cena de hoy – menciona.
Yo asiento y suelto un suspiro.
–¿Sucede algo? – me pregunta después de rato.
Me encojo de hombros.
–Nada ¿Por qué?
–No lo sé, porque desde que llegaron ayer, solo has mirado tu celular cada cinco minutos como si estuvieras esperando algo importante – dice.
–Puede que lo hiciera, puede que no... nunca lo sabrás – respondo.
–Que pesada eres – se cruza de brazos fastidiado.
31 de diciembre, 2017.
–Pero qué guapa – dice Drew cuando llego al patio de su casa.
Yo sonrío y doy una vuelta en mi eje.
Llevo un vestido suelto desde la cintura para abajo de color gris con unos zapatos del mismo color y un abrigo blanco.
–¡La ropa comienza quedarme de apoco! – doy saltitos felices.
No digo que me quede a la perfección, pero ya no me veo completamente horrible... me veo normal, dentro de lo que se puede porque mi rostro sigue siendo un desastre de ojeras que no sé cómo cubrir, ya que el maquillaje y yo no nos llevamos de maravillas.
El resto de la familia también me da halagos a los que yo río y finjo ser modelo haciéndolos a todos reír. y por primera vez en semanas río sin sentirme que lo hago por compromiso o forzadamente.
Y se siente realmente bien.
++++++++++++++++++
–¡Ya no falta nada para año nuevo! – ríe Ada emocionada.
Suelto una risita y asiento feliz con su entusiasmo.
–No puedo creer que finalmente nos dejen beber champaña en año nuevo – murmura Drew rodando sus ojos.
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La reconquista del príncipe [#2] NUEVA EDICIÓN
RomansaAmbos corazones están rotos. Uno por una mentira que ella dijo. El otro porque tuvo que abandonar al hombre que ella amaba por proteger a su familia y evitar que él dejara el trono. Aun si eso significaba romper ambos corazones en el proceso. Ya ha...