Extra 1 año de LRDP

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Contexto: Fiesta de año nuevo en chicago, si Alana nunca la hubiera envenenado hubieran sido dos varones, tendrían un año y Asher y Madeleine no estarían juntos.

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Madeleine Hannover.

31 de diciembre, 2018.

Suelto un suspiro soplando un mechón de mi cara mientras termino de arreglar a Nicholas, él me sonríe y deja un beso en mi nariz. Así que le sonrío y también beso su nariz.

Lo dejo en el suelo y se va caminando para comenzar a buscar a alguien.

–¡Baba! – grita saliendo de la habitación.

Hago una mueca.

Está llamando a Asher.

Él y yo hablamos solo en cuanto a los gemelos respecta, ya que por decisión mía habíamos terminado definitivamente nuestra relación, ya que no quería que él se acercara a mí, solo por estar embarazada, mucho menos si aún no era capaz de perdonarme.

Él no negó en el momento que le pregunte si me había perdonado, así que tome mi orgullo y volví a mi departamento en Londres.

No tenía que huir de nadie y Asher debía formar parte del embarazo, así que yo debía seguir aquí. Las fiestas nos las dividimos y Asher viene en año nuevo con nosotros.

Se supone que está por llegar y eso es lo que estoy esperando para así yo poder arreglarme, para nuestra fiesta de año nuevo.

–¡Nissim! – llamo a mi otro hijo y salgo a buscarlo.

Pero choco con un pecho duro y me aguanto la respiración para no soltar un jadeo o algún suspiro que demuestre que me afecta.

Ambos estamos solteros.

Por falta de tiempo, supongo.

–Asher – murmuro recibiendo al gemelo de Nicholas.

–¿Cómo estás? – me pregunta mirando detrás de mí.

Siempre que nos encontramos, lo hace. No logro saber la razón.

–Bien, un poco ocupada – susurro entrando a la habitación con él detrás de mí.

–Nicholas estaba buscándote – le digo con la esperanza de que se vaya dejándome sola, porque me asusta quedarme a solas con él.

–Si lo vi, pero se fue con tu padre – responde.

Asiento dejando al bebé risueño en la cama, que llama la atención de su papá y él se coloca a mí lado. Cierro mis ojos por un segundo, antes de volver a mi trabajo de vestir al bebé inquieto que no deja de chillar mientras intenta escapar.

–Déjame ayudarte – dice moviéndome.

Asiento dejándome caer en la cama totalmente cansada.

–¿Segura que estás bien? – pregunta Asher dándome una pequeña mirada.

Asiento restregando mi rostro y le doy una pequeña sonrisa que él no corresponde, porque está mirándome fijamente.

–Madeleine...

–Solo acaba con Nissim, yo iré a bañarme – susurro levantándome y entrando al baño de mi habitación.

Apenas me saco la ropa me meto a la ducha dejando que el agua recorra mi cuerpo mientras hago el intento de relajarme, pero me es imposible.

Ha sido un año muy duro para mí.

Paso mis manos por mi cabello y noto un poco de la comida de los niños en él, lo que provoca que mis ojos se llenen de lágrimas de frustración. Me siento terriblemente sola y frustrada.

La reconquista del príncipe [#2] NUEVA EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora