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xSouh

Huevos para el desayuno

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―Si, es la alumna de la Hokage. ―dijo una mujer, Sakura no podía verla, caminaba varios metros delante de ella y sus palabras eran apenas cuchicheos intercambiados con otra aldeana. Los civiles olvidaban muy fácilmente lo desarrollados que podían ser los sentidos de un ninja.

―¿Y saben quién es el padre? ― habló alguien más. ―Mi hija escuchó que no se ha casado, Kaede-san cree que es de Naruto-san.

―¿Naruto-san? ―volvió a decir la primera voz. ― Miyuki-san dijo que es el Uchiha a quien han visto con ella.

―Pues esperemos que sea del Uchiha, mi esposo presentó a Yuuki a Uzumaki-san, mi hija es hermosa y seria ventajoso para todos un matrimonio con el futuro Hokage.

―Entonces deberá luchar contra la hija mayor de los Hyuuga.

―Relajate, Sakura. ―le pidió Ino, notando como los puños de la pelirosa comenzaban a cerrarse, encajando las uñas sobre la piel callosa de las palmas de sus manos.

―Empiezo a odiarlas. ― frunció el ceño, alargando los pasos para poder quedar lo suficientemente lejos para que sus voces se perdieran en el mar de conversaciones matutinas. ― Uno podría pensar que tienen cosas mejores que hacer que meterse en la vida de los demás.

―Bueno, no las compadezco, no te estas llevando solo uno de los mejores partidos a marido de la aldea, sino dos. ― se rio la rubia, quitándose el fleco de la cara para sonreírle a su mejor amiga. ―Eso vuelve loca a cualquier madre que aspire un poco más alto en el escalón social de la aldea y planee lograrlos mediante sus hijas, además, después de la guerra, los ninjas están de moda.

―Pues no me imagino a Naruto ni a Sasuke casado con una civil. ―concluyó Sakura, levantando el mentón al estar orgullosa de su opinión.

―¿Por qué? ―quiso saber Ino, alzando una ceja que demostraba más el interés que tenia por la respuesta.

―Solo diré que son rudos... ambos. ―soltó Sakura, dibujando una sonrisa de oreja a oreja que a Ino le recordó a cierto cuento infantil que incluía un gato. ― Unos músculos no entrenados simplemente no lo soportarían.

―¡Tu! ―se quejó Ino, trotando un par de pasos para alcanzar a la Haruno que aprovechó el momento para dejarla con la boca abierta. ―Eres una... Eres una... mujer con toda la suerte del mundo. Los Kami te están compensando hacerte vivir con esa horrible frente.

―Si eso es cierto, espero tener la misma frente en mi próxima vida. ― le aseguró Sakura, sintiendo como el metal que rodeaba su dedo se sentía más pesado, llevando su pecho de una felicidad burbujeante.

Eso era lo único que, hacia falta para olvidar al resto del mundo, para saber que no importaba lo que esas mujeres pudieran decir o pensar de ella.

Porque tenía una amiga que la apoyaba, dos hombres que la amaban con todo su ser, y un bebé que seguro seria hermoso.

―Ino, quiero que me acompañes el día de mi boda.

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Feliz año nuevo a todos!

Un poco atrasado, pero aquí andamos.

нυevoѕ para el deѕayυno [ SasuSakuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora