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xSouh

Huevos para el desayuno

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La pelirosa dejó salir todo el aire cuando por fin pudo sentarse en la mesa, cansada después de un turno doble que estuvo cerca de convertirse en uno triple dentro de las puertas del hospital. Su ropa se sentía sucia, aunque se cambió dos veces y se bañó una.

―Te preparé un desayuno, Sakura-chan. ―cantó alegremente Naruto, sirviéndole unas bolas de arroz disparejas que luchaban porque el relleno no se les saliera.

―¿Ehh? ― exclamó sorprendida, tratando de ocultar lo mal que se veía el pobre platillo. ―Muchas gracias, Naruto-kun.

―Hmnp... ―se quejó en silencio Sasuke, sentado frente a Sakura, con Naruto en medio de ambos. Ninguno hizo un comentario sobre lo mal que sabían cuando empezaron comer ni toda la sal que tenía demás.

―Escuché que ayer por la noche llegó un escuadrón de gennin que no les fue muy bien en su misión. ―inició platica Naruto, comiendo con una sonrisa en el rostro.

―Si... entraron a cirugía. ― susurró Sakura, dándose cuenta que Sasuke también pensaba que la comida no era buena, pero en lugar de quejarse o poner una mueca, solo pudo pensar en la infancia de Naruto.

Sasuke había tenido una madre que todos los días le ponía en la mesa un plato de lleno de ricos alimentos, vivir solo lo hizo madurar más rápido y tener que aprender a realizar las labores domesticas del lugar donde vivía, pero Naruto nunca tuvo padres que hicieran eso por él.

―Algo escuché a Tsunade-oba-chan decir. ―admitió, poniendo más ensalada en los platos de sus compañeros.

Sakura no supo en qué momento se quedó dormida, cuando despertó estaba en su cama envuelta en una sabana ligera, en medio de sus dos compañeros de equipo. El cielo estaba oscuro, pero no estaba segura de si era de tarde o ya era un nuevo día.

Se sentía como si le hubieran quitado una tonelada de cansancio de encima pero aun así se negó a salir del calor de la cama. Se acurrucó más en el pecho de Naruto, escuchando el compás tranquilo de su corazón latir que se acompasaba con el pequeño sonido que hacía cada que respiraba.

―¿Sasuke-kun? ―preguntó, al sentir al Uchiha moverse detrás de ella.

―Duerme más, aún es temprano. ―le dijo, pasando un brazo por encima de su cintura que fue a dar hasta las caderas de Naruto.

Cuando sus ojos se volvieron a abrir, el sol ya estaba muy alto, lo podía ver en las orillas de la gruesa cortina que Sasuke había llevado alegando que despertar con la luz en la cara era muy molesto.

En la cama solo estaba Naruto, pero podía escuchar el agua de la regadera en el baño, lo que quería decir que su otro compañero estaba en la ducha.

Las tripas le gruñeron, obligándola a dejar el calor de las sabanas para buscar algo que comer. Se miró al espejo cuando pasó rumbo a la cocina, su cabello estaba desastrosamente desordenado, no le importó mucho y solo se peinó con los dedos, recordando otra época en la que hubiera muerto si Sasuke la viera en esas condiciones.

Ella soñó con crecer, casarse con Sasuke, tener una familia y envejecer junto. Una guerra y mil pormenores cambiaron eso.

Buscó en el refrigerador algo para cocinar, sacó los sartenes y un plato hondo para batir huevos y hacer tortilla.

―Buenos días. ― saludó Sasuke, saliendo del baño con una toalla envuelta en la cintura.

―B-bue-enos días... ― tartamudeó, con la cara roja por ver a su compañero semidesnudo.

Y eso era porque era él. Era Sasuke. Y a pesar de que en esos meses habían entrado en una rutina donde incluso se quedaban dormidos los tres juntos, nunca habían pasado a una parte sexual.

―Hmnp...

―¿Qué esta pasando? ― gruñó Naruto, limpiándose las lagañas después de tanto dormir. El ruido y el olor a huevo frito lo habían sacado de la cama solo para ver a Sasuke en toalla y a Sakura muy roja.

―Nada...

―¿Por qué estas desnudo, Sasuke? ―gritó, con un poco de suerte solo la mitad del edificio se enteró de lo que pasaba. ―No es justo. Yo también me quitaré la playera para que Sakura también vea mi abdomen perfecto.

―¿Qué haces dobe? ―esta vez fue Sasuke el que levantó la voz al ver como el rubio se quitaba la ropa superior.

―¿Pero porque solo tu y yo nos desnudamos, teme? ―preguntó, poniendo una sonrisa pervertida. ― ¿No debería Sakura-chan estar en las mismas condiciones que nosotros?

нυevoѕ para el deѕayυno [ SasuSakuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora