нυevoѕ para el deѕayυno [ SasuSakuNaru]

01

Sasuke, Sakura y Naruto. Naruto, Sasuke y Sakura. Sakura, Naruto y Sasuke. No importan como los acomoden, ellos eran un equipo, algo más que eso. Siempre juntos. Cadena de Drabbles SasuSakuNaru. Porque hay cosas que no pueden separarse.

...

xSouh

Huevos para el desayuno

01

No empezó de una manera extraña.

Cuando la guerra terminó, la mayoría de sus compañeros se agruparon en sus clanes para llorar a sus muertos y continuar con la restauración de la invasión de Pain.

Metió la llave y giró hasta escuchar el chasquido que significaba que el seguro había sido botado, giró la perilla y abrió sin ninguna dificultad. Aún olía a pintura y sus pasos causaron eco entre las paredes pintadas con un beige suave que le iba bien al piso de madera oscura y bien pulida.

Le hubiera gustado que sus padres estuvieran ahí para ayudarle con la mudanza y poder tomar limonada juntos, pero estuvieron más seguros lejos de Konoha durante la guerra. No los culpaba por quererse quedar en aquel pequeño pueblo cerca de Iwa.

La sala de estar era amplia, con las paredes cubiertas por un librero de madera empotrado que tenia libros de suelo a techo, también había un mueble más pequeño con algunos portarretratos de las distintas épocas de su vida: ella de pequeña, otra con sus padres, la del equipo siete, con Tsunade, una con Naruto y la ultima con los nueve novatos.

―Comparé uno de esos nuevos televisores y veremos una película, Sakura-chan. ― Le dijo Naruto.

Y cumplió, no pasó ni una semana cuando el aparato ya estaba en su casa. Consiguieron de todo tipo de cintas, Naruto y ella se convirtieron en grandes fans de las de acción, aunque el rubio prefería las que no tenían tanta sangre, a diferencia de la pelirosa.

Sasuke regresó un par de meses después solo para darse cuenta que la zona donde él vivía antes fue de las partes más afectadas por la invasión de Pain y edificios totalmente nuevos llenaban el lugar. Nadie construyó su departamento de nuevo.

―Sakura-chan tiene un cuarto extra. ― dijo Naruto, inocente en un principio. ―Aunque ustedes dos podrían compartir.

―Naruto ¡Deja de ser un pervertido! ―gritó, con las mejillas rojas como tomates.

―Hmnp...

―Si quieres puedes quedarte, Sasuke-kun.

Sakura se levantó, estirando sus músculos doloridos por dormir en una posición extraña, había tenido que tener las piernas ligeramente flexionadas para caber en el sofá de dos plazas.

Cuando trató de pararse se dio cuenta de que Naruto estaba en el suelo, acostado sobre la alfombra y envuelto en una manta vieja color verde pistache y que quizá en otro tiempo fue esmeralda.

El pequeño cuarto que el tercer Hokage le asignó a Naruto estaba solo a un par de cuadras, pero la mudanza del rubio fue lenta. Comenzó por un grito de Sakura sobre el lavado de dientes matutino cuando se quedaba dormido en su sala, después algo sobre cambiarse de ropa todos los días y el suavizante de tela.

Sakura escuchó el tintineo de las llaves y después la puerta se abrió y sus ojos se iluminaron al ver la bolsa llena de pan recién horneado que Sasuke traía.

―Dobe, levántate. ―le ordenó Sasuke, midiendo la fuerza de la patada que le dio.

―Podrías dejarlo dormir, ayer se durmió tarde estudiando algo sobre política. ―defendió la pelirosa, sin molestarse en esconder el cariño en su voz.

―Debería de estudiar en la mesa como las personas normales. Por eso se queda dormido, así nunca será Hokage.

―Claro que seré Hokage, teme. ― se quejó el rubio, levantándose del suelo junto al rollo de pergamino sobre el que se quedó dormido.

―No si no llegas en cinco minutos a la torre.

―¿Queé? ¿Ya es tan tarde? ―gritó, poniéndose las sandalias ninja para empezar a correr.

―Dobe... ―le llamó el pelinegro, lanzándole uno de los bollos rellenos que acaba de comprar para que el rubio comiera algo antes de irse.

Sakura sonrió, disfrutando el gesto de Sasuke hacia el rubio, algo que se volvió más común desde que los tres vivian juntos.

―Te llevaré un bento a la hora del almuerzo, ahora vete.

―¡Eres la mejor Sakura-chan! Y tú también Sasuke.