2/2
Había pasado una semana desde que Niko y Joaquín se habían conocido, una semana desde que le mostró el colegio y una semana desde que el castaño con el rubio no se separaba.
—Ya me tengo que ir, bonito— dijo el rizado quitando delicadamente la cabeza del castaño de su regazo, remplazándolo con una almohada.
—Pero llegaste hace media hora, Mailo— se quejó formando un puchero.
—Lo sé, bonito, pero tengo cosas que hacer. Vengo en la noche ¿sí? — besó la frente del menor y se levantó.
Niko miraba desde el escritorio con ternura la escena, hacían una linda pareja.
—Adiós, Niko— se despidió saliendo por la puerta.
La habitación quedó en silencio durante unos minutos mientras que el rubio terminaba su tarea y el castaño miraba la puerta con un puchero como si Emilio entraría nuevamente.
—¿Joaco, puedo preguntarte algo? — habló el omega levantándose de la silla para sentarse frente al castaño, quien asintió.
—¿Emilio es tu alfa? — preguntó mirando con ternura como las mejillas del menor se coloreaban.
—No...— murmuró
—¿Te gusta? ¿lo encuentras bonito? ¿algo? — preguntó lanzando una pregunta tras otra.
Joaquín titubeó unos segundos y finalmente negó con la cabeza.
—Que alivio— suspiró llamando la atención del omega frente a él.
El omega interno de Joaquín gruñía con posesividad, a la defensiva.
¿Acaso ese rubio hecho de tinte se quería robar el tiempo y atención de su rizado?
—¿Por qué? — preguntó tratando que sus celos no lo controlaran, pero fue inevitable.
—Nada... solo quería asegurarme de que estaba disponible— respondió divertido por la reacción del castaño.
—No esta disponible— afirmó rápidamente, jugando disimuladamente con sus manitos en su regazo.
—¿Entonces tiene omega? Preguntó confundido.
—No, pero no esta disponible— dijo con el ceño fruncido — solo tiene tiempo y atención para mí— aclaró firme.
—Aww, si te gusta— habló con una sonrisa.
—Que no se quejó sintiendo sus mejillas arder al sentir la mirada del omega frente a el — talvez... un poquito.
—Claro, un poquito— dijo divertido.
Se quedaron nuevamente unos minutos en silencio, solo mirándose de vez en cuando.
—¿Vas a hacer algo al respecto? — preguntó el rubio apoyando sus manos en sus rodillas.
—¿Qué? ¡Claro que no! — Habló subiendo su tono de voz sin siquiera darse cuenta, alterado.
—¿Por qué no? Yo voto para que le digas— sonrió.
—Por que estoy bien así. Me trata bonito, no quiero que cambie— dijo mordiendo su mejilla por dentro.
—¿Estas bien con que en cualquier momento puede llegar una omega y llevarse a Emilio? — preguntó alzando una ceja.
Joaquín se quedó pensando.
Él no quería que el rizado tuviera otro omega en su vida.
(...)
Por otro lado, Emilio estaba en la casa de su amigo.
—No tengo ideas, voy a morir— exageró el alfa extendiendo la "i" más de lo necesario.
—Haz mínimo algo que valga la pena con esas neuronas que ni usas— dijo el omega platinado llevando un vaso de juego al rizado.
—Pero intento y no puedo— se quejó jalando sus rizos, dejo el vaso sobre la mesa.
—Tu ni siquiera deberías estar aquí, es algo que tu no tienes que planear, solo en tu casa— habló comiendo su sándwich a la vez que se sentaba al lado del alfa.
—Eres buen amigo— rodó los ojos— tiene que ser perfecto.
—¿Ir a un restaurante? — sugirió el omega.
—Es muy simple, todos hacen eso— dijo el alfa descartando por completo esa idea.
Joaquín era especial. Merecía algo lindo, romántico y especial.
—¿Parque de atracciones? — preguntó dándole otro mordisco a su sándwich
—Muy simple— habló con una mueca — además ya lo he llevado.
—Es que lo has llevado hasta Paris, no existe cosa que no hayan hecho juntos— se quejó con su ceño fruncido, era una misión imposible.
—Era su cumpleaños— se excusó.
El omega bufó.
—¿Paseo en globo? — mordió su sándwich nuevamente.
—Le dan miedo las alturas cuando están en movimiento, es una pésima idea— se estiró en el sofá.
—Es que yo ni siquiera lo conozco— se quejó mientras comía — tu sabes que cosas le gusta, yo no.
—Pero no tengo ideas— hizo un puchero encendiendo su celular— chino, ayúdame— pidió alargando la "o".
—¿Una cena? — el alfa bufó — no en un restaurante, idiota. Haz algo tú, algo casero — aclaró con una mirada curiosa del alfa sobre él.
—Es una buena idea... ¡Chino, eres el mejor, gracias! Habló rápido a medida que se levantaba con una sonrisa a darle un abrazo, el cual rechazo.
—Tienes razón, Andrés me mataría— dijo asintiendo mientras caminaba hacia la puerta.
—¡Andrés no es mi alfa! — gritó hacia la puerta antes de que fuera cerrada.
—¡Claro y a mí no me gusta Joaquín! — gritó cerrando la puerta dejando al platinado con sus mejillas sonrojadas.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Linda tarde, nos leemos luego. :)
ESTÁS LEYENDO
Sweet Love |Emiliaco|
FanfictionJoaquín un tierno y dulce omega. Emilio un alfa protector y cariñoso pero tan solo con su pequeño omega. Se conocen de toda la vida... y es algo obvio lo que pasaría después. Un simple amor dulce. . . . . . Todos los derechos/créditos de la historia...