Maratón 1/3
~Nash's P.O.V~
Entré a la habitación de Skylynn, inclusive el alegre rosa lucía triste, sus peluches sonrientes sonreían hipócritas, todo era triste sin _____ aquí.
—Sky...—intenté acercarme a ella mientras veía por la ventana.
Un mes, había pasado, un mes desde que perdí un pedazo de mi corazón, si no es el corazón completo, un mes desde que _____ partió.
—Extraño a _____ —musitó sin mirarme —. Prometió que regresaría y tú la dejaste—me miró con lágrimas en los ojos. Vaya que la desaparición de _____ no sólo me lastimó a mí, sino que lastimó a todos.
—Lo sé, Skylynn. Yo también la extraño. Yo la amaba —le sonreí con pesar.
—¿La amabas? —preguntó entre el llanto.
—Más de lo que te imaginas —bisbiseé cabizbajo.
—¿Y por qué no la llamas, eh? —se levantó de ahí.
—No es tan fácil, pequeña —me tiré a su cama.
—¡Lo es! Sólo teclea su número y después habla —se tiró a mi lado.
—No, Sky. No tengo su número —agaché la cabeza.
—¡Yo si! —corrió a su tocador y retiró el post-it amarillo de su espejo —Ella me lo dio —regresó a mi con éste en las manitas y una cara de esperanza.
—No creo que sirva —lo retiré de sus manos y lo miré, su caligrafía perfecta escribía su número telefónico, tantas llamadas y mensajes a éste número, siguen guardados en mi celular como un tesoro.
—¿Por qué no? —frunció el ceño.
—Porque ella ya cambió su número—guardé el papel en mi chamarra. Y no es que estuviese seguro de que lo había hecho, pero ya había llamado un centenar de veces, sin recibir respuesta alguna, ni siquiera los mensajes.
—Oh —expresó desentendida —¿Por qué haría algo así?
—Yo la hice sufrir —suspiré con demasiada decepción en la voz, decepción de mí y de lo que hice.
—¿Por qué lo hiciste?—me miró atónita, con enojo, tristeza y frustración en la voz y en la mirada.
—No lo sé, a veces hago cosas que no debería hacer—me levanté de su cama —. Soy un estúpido —susurré, besé su frente y salí de su habitación.
—¿La amabas?—se burló Hayes amargamente una vez que me lo topé en el pasillo—. Quien ama verdaderamente, no miente, no hiere, no daña.
—Sí la amaba, Hayes—renegué. Estába enojado conmigo, demasiado.
—¿Me amas a mí?—cuestionó acercándose a mí.
—Eres mi hermanito, claro que te amo —lo miré confundido.
—¿Entonces me mentirás y harás que me vaya de Carolina del Norte?—fue lo último que dijo antes de entrar a su habitación—Ah, y sí, sí eres un estúpido—sacó la cabeza entre la puerta y después la cerró de un portazo.
Creí que _____ sólo había formado parte de mí en éste tiempo, pero parece que tiene el poder de hacerlo con todos. Y ahora mis hermanos están decepcionados de mí, aunque la verdad, no los culpaba.
Simplemente no podía vivir sin ella, no podía. Necesitaba una solución a esto, al sufrimiento. ¿El suicidio? Podría ser...¡No! Después ella podría terminar con alguien que la lastimará. Oh, el burro hablando de orejas.
No puedo suicidarme, tampoco estaría con ella. Prefiero quedarme aquí, para verla vivir, crecer y ser feliz. Si es que lo será. Además, eso sería muy extremista.
Bajé las escaleras, me tiré al sillón y divisé la puerta, recuerdo cuando entramos por ahí, la primera chica que le presenté a mi familia, la primera chica a la que amé, pero no se lo dije a tiempo y ahora, no está aquí.
Soy detestable, sus amigas me odian, mis amigos me odian, sus amigos me odian, mis hermanos me odian, su hermano me odia, ella me odia, inclusive yo me odio.
Debí detener esto antes de que se volviera tan fuerte, debí explicarle, no debí haber jugado con ella, no debí quitarle su virginidad, siendo nada más que parte de una apuesta.
Todo fue mi culpa, con colaboración de Caroline y James. Sigo sin saber que relación tienen esos dos en común. Pero fui un idiota al confiar en alguien a quien no conocía y por no preguntarle a _____ para aclararlo.
Todo lo que hice fue una idiotez, pero hay algo de lo que no me arrepiento: de enamorarme de ella.
Porque todo, a pesar de ser una apuesta, lo sentía tan real, tan hermoso, tan único. Ella simplemente es el ser viviente más especial del mundo, quizá no para todos, pero para mí lo era.
Nadie, nunca me hará sentir como ella lo hace. Porque incluso con una sonrisa, con una mirada, con una simple palabra, _____ me hace sentir mil maravillas que nunca nadie, ni siquiera en el sexo, me ha hecho sentir.
Y sí, sé que soy un imbécil. Pero éste imbécil no se dará por vencido, éste imbécil luchará por estar de vuelta con el amor de su vida.
Pero, ¿y si ella me rechaza? ¿Y si encontró a alguien más?
La idea me amartilló el alma, mi cabeza dolió y el sueño se apoderó de mí. Las lágrimas traviesas recorrieron mis mejillas hasta mi barbilla para de ahí, perderse en la pantalla de mi celular, donde yacían nuestros mensajes anteriores.
De: My bae ♥
Nash, prométeme que nunca me dejarás.
Para: My bae♥
Te lo prometo, mi vida. Te amo.
De: My bae♥
¿Juntos?
Para: My bae♥
Juntos, siempre. Te lo prometo...
Las promesas no siempre se cumplen y eso me queda bastante claro...¿o sí?
***
Perdonen la hora, Gamblers, estaba en un proyecto de la escuela.
¡Hola de nuevo! ¿Qué ha sido de ustedes? ¿Me extrañaron? Porque yo sí ♥
Disfruten el maratón♥
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Enamórame otra vez » n.g.(Segunda temporada de Enamorado de la apuesta)
Fanfic❝Dicen que la tercera es la vencida...pero no puedo esperar una tercera❞ Copyright © All Rights Reserved  Iniciada: Febrero, 25, 2015. Terminada: Noviembre 21, 2016.