—¡Log! Hola.
—Hola, Maloley, ¿estás lista para el trabajo?
—Jamás lo estoy, ratoncito.
Soltó una risita lenta del otro lado de la línea. Era una risita bastante encantadora, una risa que viniendo de Logan, erizaría la piel de cualquiera.
—Sal, estoy afuera.
—¿Viniste por mí?
—Jamás dejaría que te fueras sola, Jane.
Colgó la llamada mientras una sonrisa traviesa se formaba en los labios de la mayor de los Maloley.
Logan y ella se conocían desde los trece años y siempre habían sido muy buenos amigos, los mejores.
Ambos se habían sorprendido bastante al verse de nuevo, después de seis años de no haberse visto.
Jane ya no era la misma de antes, había reemplazado su corta melena por una larga y hermosa cabellera ondulada, su cuerpo había tomado una figura hermosa, alta y delgada, digna de una modelo, y su sonrisa ya no tenía aquellos brackets de su adolescencia, sin duda era una sonrisa preciosa y Logan estaba consciente de eso.
Logan también había cambiado muchísimo, y para bien, según... ¡Todas! Diablos, el chico era encantador. Su figura había cambiado radicalmente, ya no era el chico llenito y de baja estatura, claro que no. Ahora era un chico alto, y toda la grasa acumulada se había distribuido en su cuerpo de una manera perfecta, tenía un cuerpo digno de escultura. Su cabello ya no era largo y peinado hacia abajo, ahora tenía un corte que le sentaba muy bien y lo llevaba peinado hacia arriba, y ni hablar de su sonrisa, blanca y reluciente, nada que ver con sus dientes de ratón de la adolescencia. Su voz era profunda y encantadora, la responsable de aquellas risitas que podían encantar a cualquier mujer.
Y Jane había notado todos y cada uno de aquellos detalles, pero lo que más le encantaba eran sus ojos, no habían cambiado en nada, eran los mismos preciosos y profundos ojos azules por los cuales había caído rendida una vez, hace ya mucho tiempo.
Jane salió del departamento de Leire con una sonrisa, recibiendo una de parte de Logan, quien se encontraba afuera del auto, recargado en el cofre. Abrió su puerta y la dejó entrar, rodeando el auto y después entrando él.
—Luces encantadora.
El sonrojo se hizo presente en sus mejillas.
—Bienvenida a su primer día en Missions Hospitals, doctora Maloley —rió aparcando el auto afuera de dicho lugar.
—Cierra la boca, Lerman.
Ambos rieron y salieron del auto, subieron al piso cinco, en donde se encontraba el jefe del lugar, atendió a Jane y le dio indicaciones mientras que Logan esperaba afuera de la oficina.
Una vez que Jane salió de ella, le dedicó una sonrisa a Logan.
—Décimo piso, puerta seis.
—¡Perfecto! Mi oficina es la puerta siete.
Ambos comenzaron a reír por la coincidencia.
—¡Logan! No te vi salir anoche.
La voz femenina los sacó de su momento de celebración. Jane miró a la chica, un poco más baja que ella, delgada, pelirroja, con unos enormes ojos verdes y una sonrisa de oreja a oreja. Jane se alertó de pronto, sabía que no iba a congeniar con la chica.
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Enamórame otra vez » n.g.(Segunda temporada de Enamorado de la apuesta)
Fiksi Penggemar❝Dicen que la tercera es la vencida...pero no puedo esperar una tercera❞ Copyright © All Rights Reserved  Iniciada: Febrero, 25, 2015. Terminada: Noviembre 21, 2016.