Capítulo 61. My hapiness (Shernanda)

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Shawn tocó el timbre de la casa de la castaña y esperó afuera de ésta. La había invitado a salir, por fin, saldrían los dos solos. Siempre que salían tenía que ser con Jack, con la mejor amiga de Fernanda o cualquier otra persona que no les diera privacidad. De todas maneras se la pasaban ellos dos juntos, pero no era lo mismo, no se daban el tiempo de hablar privadamente sobre sus sentimientos. Y Shawn se moría por hacerlo de una vez.

La puerta se abrió, la madre de Fernanda salió y se posó sonriente frente al canadiense.

—Shawn, me alegra verte.

—A mí igual, señora Tolosa —besó su mejilla.

—Fer viene en unos segundos. Ya no tarda.

—No se preocupe.

Luego de esa corta conversación, la adolescente se posó detrás de su madre, Shawn la miró y sonrió con ternura, siempre lograba verse demasiado tierna y eso a él le encantaba.

—Hola, Shawn.

—Hola, luces hermosa, Fernanda —le extendió la mano y ella la tomó ruborizada—. Con permiso, señora Tolosa.

—Diviértanse —sonrió de oreja a oreja mientras cerraba la puerta. Estaba completamente de que su hija saliera con alguien como Shawn.

Shawn abrió la puerta de su auto y Fernanda entró, luego él del otro lado.

Condujo por la ciudad con Fernanda a su lado, jamás se cansaban de hablar y siempre estaban riendo.

Luego de varios minutos, Shawn aparcó el auto fuera de Tamara's fashion, en donde Fernanda iba a recoger su vestido de graduación, ambos bajaron del auto y entraron al lugar. Shawn permaneció cerca de la puerta mientras que Fer se acercaba a la caja.

—Buenas tardes, encargo de Fernanda Tolosa —le sonrió a la chica y ésta asintió.

—Vestido y arreglos color vino, ¿o me equivoco?

—Es correcto.

La chica tras él mostrados se levantó de su lugar y entró a una puerta tras ella, salió y le dio el vestido junto con los arreglos que llevaría el traje de Shawn puesto que ya estaba decidido que irían juntos después de que Shawn se lo preguntara semanas atrás.

—Son 285 dólares —informó, Fernanda le entregó el efectivo, parte de éste se lo había dado Shawn, había insistido en contribuir con el pago, digo de un caballero—. ¿Él es tu novio?

La empleada m a Shawn, quien estaba de brazos cruzados en el marco de la puerta mirando el centenar de vestidos.

—No, es mi amigo. Iremos juntos a la graduación.

—¿Y qué esperan para estar juntos? —le guiñó un ojo mientras le entregaba el tíquet, Fernanda le agradeció ruborizada y se acercó a Shawn. Todas las personas que los conocían solían decirle lo mismo y sinceramente, no se cansaba ni un poco de eso.

Salieron del lugar y subieron al auto.

—¿A dónde vamos, Shawn? —preguntó la chica luego de que se diera cuenta de que Shawn se había pasado la calle hacia su casa.

—Voy a secuestrarte un rato —volteó hacia ella y le guiñó un ojo—. Ya le pedí permiso a tu mamá.

Fernanda rió y rodó los ojos, Shawn era un niño tiernísimo y súper respetuoso y eso a ella le encantaba, aparte de que era bastante guapo.

Era 17 de mayo, tan solo dos días para que _____ regresara y tres para su graduación. El único pendiente de Shawn era con la chica que se encontraba sonriente a su lado derecho.

*

—¿Outer Banks, Shawn? —Fernanda encarnó una ceja, sinceramente era un lugar precioso.

—Lo mejor para ti —sonriente salió del auto y ayudó a Fernands a que se bajara, ambos salieron disparados hacia la orilla del mar.

*

—¿Lo estás disfrutando? —le preguntó sentando en la arena con los pies en la marea.

—Claro que sí, Shawn, gracias por esto.

—Te lo merecías.

—¿Por qué lo dices?

—Fer, has estado ayudándome y apoyándome con todo éste tema de mi hermana, me ayudaste como nadie pudo hacerlo, ni siquiera Lauren.

—No tenías que recompensármelo, Shawn, siempre voy a estar aquí para ti —le sonrió de medio lado, Shawn sintió su corazón latir con fuerza.

—Quiero hacerlo, porque además de eso, tengo que confesarte algo.

Se giró hacia ella y tomó sus delicadas manos entre las suyas, encajaban a la perfección.

—Cuando _____ se fue verdaderamente me perdí en mí mismo, no sabía qué hacer ni a dónde ir, mis amigos constantemente me apoyaban con eso, sin embargo, jamás logré sentirme mejor hasta que te conocí, con tu carismática sonrisa y tus preciosos ojos. Me apoyaste y estuviste ahí para mí en todo momento, y te lo agradezco. Luego de que llegaras, el vacío y la tristeza que me inundaban desaparecieron de un momento a otro, y me costó bastante tiempo comprender que no fue tanto por tus palabras, sino por ti, por ti, tú me habías quitado la tristeza y la habías cambiado por una felicidad única e inigualable, y ahora puedo comprender que tú, Fernanda Tolosa eres mi felicidad.

Fernanda siempre había sido una persona bastante sentimental y la declaración de Mendes le había dado en el blanco, estaba hecha un mar de lágrimas y una sonrisa se asomaba en sus labios.

—Creo que todos se dieron cuenta de si antes que yo y se encargaron de decírtelo —rió nervioso, ella también lo hizo—. Pero quietos encargarme de hacértelo saber personalmente.

Shawn estaba nervioso, no sabía si Fernanda se sentía de igual manera por él, aunque fuera lo más obvio del mundo.

—Te quiero, Shawn, te quiero muchísimo —lo abrazó, depositando un tierno beso en su mejilla, nunca había sido muy buena con las muestras de afecto, pero Shawn la entendía a la perfección.

Soltó un suspiro de alivio y volvió a mirarla.

—Entonces, Fernanda Tolosa, ¿quieres seguir haciéndome feliz durante mucho tiempo más?

Era una propuesta, y era perfecta para ambos, Fernanda le sonrió y lloró para sus adentros.

—Claro que quiero, Shawn Mendes —lo abrazó con fuerza.

—¿Ya puedo llamarte oficialmente mi novia? —preguntó con las mejillas coloreadas de rojo.

Fernanda soltó una risita enternecida.

—Sí, novio oficial —rió.

Shawn acompañó su risa para después besar tiernamente sus labios.

—Tú me haces muy feliz.

Enamórame otra vez » n.g.(Segunda temporada de Enamorado de la apuesta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora