Enamórame otra vez » n.g.(Segunda temporada de Enamorado de la apuesta)

Capítulo 65. Prom p/3

—Vámonos ya, Reynolds —apresuró Sammy en la puerta mientras movía su pie impacientemente.

—Diablos, Sam. Eres el chico más impaciente del mundo —se quejó recogiéndose el vestido.

Sam volteó a verla para contestar algo, pero se detuvo cuando la vio.

—Y tú eres... la chica más preciosa del mundo —besó su frente una vez que llegó hacia él—. Aunque, claro, lucirías mejor sin el vestido.

—Escuché eso. Estás muerto, Samuel —exasperó Carter en la punta de las escaleras, corriendo hacia abajo.

—¡Corre! —rió Sammy tomando de la mano a Paula y saliendo a toda velocidad, cerrando la puerta tras ellos mientas soltaban unas carcajadas.

*

—¿Corrieron de él? —se burló _____ luego de escuchar la historia.

—Iba a matarme, soy demasiado guapo para morir así.

—Oh, sí, muchacho, lo eres —Paula palmeó su pierna y se acercó a su oído— ¿Te sientes bien estando aquí?

Él tan solo volteó a verla y besó la punta de su nariz, sonriente.

—No quiero asustarlos, pero ahí viene Carter.

—Vámonos —una vez más, tomó a la pequeña Reynolds de la mano y ambos salieron del lugar, subieron al auto de Sammy, que había mandado traer desde LA y se fueron de ahí.

—Lamento arruinar la noche —murmuró una vez estando lejos del gimnasio.

—¿Bromeas? Estar ahí era una tortura, gracias por sacarme —suspiró recargándose en el asiento.

—Entonces aún nos queda una parada más.

Aparcó el auto y miraron por la ventana, Outer banks se divisaba a lo lejos, y era hermoso.

—¿Investigaste esto sólo para traerme?

—Así es.

—Aguarda, ¿sabías que esto pasaría?

—No, pero de todas formas te iba a traer aquí. Ya sabes, tú y yo, solos en el auto con una hermosa vista...

—¿Puedes ser más romántico? —se cruzó de brazos mientras reía.

Sam la miró y sonrió inconscientemente. Era hermosa, Paula Reynolds era hermosa, y lo mejor de todo es que era suya, sin serlo.

—Claro que puedo —arrancó el auto y condujo.

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—Mi cabeza explotará —se quejó mientras se recargaba en el cofre del auto.

—Claro que lo hace, tomaste como loco. 25 shots —se cruzó de brazos, estaba enojada con él, la había llevado a un antro.

—Pau, ¿puedes conducir tú? —le extendió las llaves del auto, ella rodó los ojos y tomó las llaves.

Condujo hasta la casa de los Reynolds ya que en el departamento de Sammy no había nadie y Sam estaba demasiado ebrio como ora recordar dónde diablos estaba la llave.

Bajaron del auto, Sam iba tambaleándose, así que Paula lo ayudó a caminar.

Entraron a la casa, gracias al cielo, sus padres no estaban en ésta, Jane estaba trabajando en quirófano y Carter aún no llegaba.