Capítulo 36. Paula

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Maratón 3/3

Las chicas ya habían pasado por nosotras, y ahora, estábamos todos reunidos bajo una "palapa" que nos habían asignado.

Jack y Valeria no dejaban de intercambiar miraditas. La forma en la que Kian miraba a Caroline cuando ésta se sonrojaba era preciosa. Sam y Adriana hablaban animadamente, los dos eran un caso, y juntos se veían lindísimos. Me enteré de que Vannia y Mac habían ido juntos al colegio en Minnesota, y a la secundaria en LA, así que se llevaban bastante bien. Sammy estaba por ahí, bailando con una chica a la cual aún no había visto, pero Kya se había encargado de informarme todo. Nathan estaba hablando con unos chicos. No era necesario describir que pasaba con Finn y Kya. Y Nash y yo, bueno, estábamos hablando, como todos.

—¡Chicos, quiero presentarles a alguien! —nos habló Sammy corriendo hacia nosotros, todos volteamos a verlo— Ella es increíble, creo que me gusta —sonrió como bobo—. ¡Ven, no seas tímida!

Le gritó a la chica, quien venía acomodándose el tacón que se le había salido, cabizbaja.

—No soy tímida, ésta cosa me está matando —sentenció. Su voz, su forma de caminar y de expresarse. Cielo santo, es...

—¡¿Paula?! —grité, instantáneamente, Nash dirigió su vista a la chica y ésta levantó la cabeza. Una sonrisa enorme se dibujó en su rostro, y en el mío.

—¡_____! —corrió hacia mí y yo hacia ella, nos abrazamos. La conmoción del momento me hizo estar a punto de llorar, la había extrañado tantísimo. Era la misma Paula de siempre, a excepción de que había teñido las puntas de su cabello de color verde— Cielo santo, te extrañé muchísimo.

—Y yo a ti, boba —deshice el abrazo. Y pensé, cielo santo. Sam y Paula, juntos, un día después de haberse indultado por Skype. Me reí.

—Espera —musitó Paula y dirigió su vista a Sam—, ¿tú eres el fuck boy de la vídeo llamada? —le señaló.

—Ay, no, ¿tú eres la amargada? —le señaló Sammy ésta vez a ella, boquiabierto.

—Cielo santo, ¡me gusta una pesadilla! —se quejaron los dos, haciéndonos reír.

*

Una vez que Sam y Paula habían discutido sus diferencias, se dieron cuenta que tenían más cosas en común de las que pensaron.

Paula y yo estábamos en la barra, esperando a que nos dieran nuestras bebidas.

—¿Qué haces aquí, Pau?

—Bueno, ¿recuerdas a Ryan?—asentí, era un chico de su clase de Español, era un chico precioso— Estuve saliendo con él la última semana. Él, Patrick, Tara y yo veníamos a la playa de LA, salimos ayer por la tarde y esa misma noche, fuimos a un club, el bar tender nos invitó a ésta fiesta, y aquí me tienes —dio un sorbo a su margarita recién servida.

—Esto es increíble, de verdad.

—Ya lo sé, no pensaba encontrarte. Que pequeño es el mundo.

—Lo es—reí—. ¿Qué piensa Carter sobre esto?

Apenas terminé de decirlo, el trago que le había dado a su bebida se atoró en su garganta, haciéndola toser repetidas veces. Se estabilizó y volteó su mirada hacia mí.

—Sí, sobre eso, él no puede saber que estoy aquí.

—¿No le dijiste nada?—negó— ¿Y por qué no le has dicho?

Enamórame otra vez » n.g.(Segunda temporada de Enamorado de la apuesta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora