DESTINO ; 윤민 [YM]

15: Tranquilo

La luz de la mañana llegó hasta ellos. Despertaron con pesar no queriendo separarse del otro, pero haciéndolo porque no querían que sus humanos al despertar se encuentren en tal situación. 

— ¿Ya sabes que tienes que decirle a Yoongi, no? — pregunto el omega estirándose.

— Sip. — asintió el alfa, feliz.

Mochi lo miró por unos momentos y luego bostezó en grande. — Entonces es hora de irnos. Yo también hablaré con Jimin e intentaré calmarlo un poco y por ahí distraerlo. No te olvides en que quedamos.

El alfa volvió a asentir moviendo la cola de un lado a otro. El omega solo miró curioso el porque de la emoción del alfa, pero no queriendo darle mucha importancia. — Ok, vamos. — se dio la vuelta y empezó a caminar en dirección contraria, sabiendo que el alfa lo seguía.

Suga vip la oportunidad y no la desaprovechó. Camino con cuidado intentando no hacer ruido, mirando a su presa moverse con calma; vio que este paró su andar y sin pensarlo más saltó hacía el omega. Montándolo. 

— ¿Qué- — el lobo soltó un quejido al sentir como el alfa se ubicaba detrás suyo, sin pudor alguno. — No... Suga... — el omega empezó a moverse desesperado al sentir el miembro del lobo ubicarse en su entrada. 

Aulló al sentir como este lo embestía (mas no lo penetraba), sintiéndose vulnerable. Bajó las orejas y se dejó hacer, pero el lobo detrás suyo se detuvo mirando curioso al que se encontraba debajo suyo. — ¿Te asusté? — preguntó para luego mover la cola. Juguetón.

Mochi se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Gruñó molesto y volvió a moverse, no gustándole para nada lo que quería hacer el alfa. — No es gracioso, alfa. Bájate, bájate. No quiero. — el peligris se bajó del omega moviéndose feliz.

El peliblanco lo miró molesto, odiaba cuando Suga entraba en modo pendejo y jugaba así con el, montándolo y jugando con su sensibilidad. Gruño hacia el alfa y se volteó alejándose de él lo más rápido posible. — ¡Jódete! — ladró para luego desaparecer entre los árboles. 

Suga se sentó feliz y, si pudiera, hubiera reído, pero solo sacó la lengua y movió la cola. — ¡Te amo! — aulló lo más que pudo para que el omega lo escuche. Y así fue.

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Llegó a los departamentos lo más rápido posible, no le había importado si las personas del lugar se habían sorprendido al verlo, tan solo corrió por las escaleras y llegó a su piso. Miró a los lados por si las dudas y volvió a su forma humana. Abrió la puerta y metió la cabeza para asegurar que la pareja aun estaba dormida, su ropa aun regada en el lugar le aseguró que si era cierto. 

Entró en silencio y con cuidado cerró la puerta. Sus azulados ojos miraron el lugar y con rapidez recogió sus cosas para en puntillas ir hacía su habitación y entrar sin hacer un mínimo de ruido. Suspiró y se apoyo contra esta; miró el lugar y aun podía sentir la tristeza que su olor había dejado impregnado anoche. Se vistió y se ubicó en la misma poción el la cual había despertado. Gracias a la alfombra no se sentía tan incomodo así que cerró los ojos y esperó a que Jimin despertara.

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